Salamanca dice «sí es sí» a erradicar la violencia contra la mujer este 25-N

Para tener acceso a este servicio solo es necesario ser o haber sido víctima de violencia sexual o violencia de género, atienden a personas adultas, hombre y mujeres y a menores. Desde que comenzó la pandemia hacen intervenciones online, por lo que, si una persona vive en Salamanca y se va a otra ciudad puede continuar recibiendo asistencia psicológica o judicial. «No es lo ideal, lo mejor es recibir a las víctimas de forma presencial para que la terapia funcione mejor», indica la coordinadora.

La asociación ofrece asistencia psicológica desde la terapia tradicional. «Hay muchos casos que han vivido violencia en el hogar o situaciones de abuso en edades muy tempranas y deciden buscar ayuda pasados los años», indica la coordinadora. En algunos casos se trabaja con la musicoterapia, al igual que con los menores, para trabajar primero la parte emocional y continuar con una terapia tradicional.

«También asesoramos a víctimas de trata con fines de explotación sexual en la medida de lo posible. APRAMP, es la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida de Salamanca y ellos se encargan de estos casos en concreto», asegura Charo.

ADAVAS asesora a las víctimas tanto en la parte penal como en la parte civil, informan sobre el proceso y las consecuencias de poner una denuncia. «Es importante que estén bien informadas porque muchas de ellas no quieren denunciar por miedo a cómo puede cambiar su vida después». La asociación ofrece asistencia jurídica y penal, esta consiste en hacer un acompañamiento jurídico de forma gratuita, una vez puesta la denuncia, la propia víctima escoge a su abogado para continuar con los trámites.

Desde 2004, ADAVAS se convirtió en el primer centro en Salamanca en contar con un servicio específico de atención a menores víctimas de violencia de género. «Tratamos a niños de todas las edades, para los más pequeños utilizamos un método que resulta muy eficaz, la musicoterapia. Sin embargo, desde los 11 años realizamos la terapia que mejor pueda resultar en cada caso», apunta Charo.

También, la asociación trabaja en la reconstrucción de la relación maternofilial ya que se ve muy afectada tras haber sufrido algún tipo de violencia, para ello, utilizan sesiones de refuerzo para relajar y rebajar la ansiedad y la sensación de crisis y peligro constante, «la musicoterapia en sesiones conjuntas funciona muy bien y ofrece mediante la expresión corporal y artística un canal que ayuda mucho, incluso también a la prevención».

«Para poder intervenir a los menores siempre necesitamos el consentimiento de los dos progenitores, salvo que haya alguna medida». Los casos que llegan a ADAVAS son muy diferentes entre ellos, siempre trabajan con los menores con consentimiento de los padres, salvo que legalmente se les haya privado de su custodia. También, cuando se trata de un caso por violencia de género, hay una medida de protección o se ha puesto una denuncia, la asociación puede intervenir. Otra opción es solicitarlo por la vía judicial y que un juez valore que ese menor puede ser atendido.

«Creemos que la información y formación es esencial para conocer desde cerca el tema de la violencia machista», asegura Charo. La asociación lleva 25 años diseñando cursos, talleres, charlas y conferencias muy concretas basados en el conocimiento especializado de sus profesionales, los años de experiencia en intervención directa en temas de igualdad, violencia hacia a las mujeres, protección a la infancia y prevención y sensibilización.

ADAVAS, «dentro del proyecto europeo Daphne B-SIDE en 2013-2015, trabajamos sobre todo el aspecto de los hijos para crear un vínculo con sus madres. Hicimos sesiones de musicoterapia, arteterapia, risoterapia y también trabajamos con caballos y perros».