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Imagen de archivo de una de las inundaciones más importantes de Salamanca. S.H

Las cinco riadas más devastadoras de la historia del Tormes

El caudal irregular del río ha dejado inundaciones importantes que han provocado no solo daños materiales sino también personales

Laura Linacero

Salamanca

Domingo, 18 de diciembre 2022

Irregular, imprevisible y en algunas ocasiones, peligroso. La historia detalla un perfil del río Tormes cuanto menos comprometido. Las devastadoras riadas provocadas por los fuertes temporales de lluvia han sido fuente de desgracias no tanto por la intensidad sino por la prolongación en el tiempo ... de las precipitaciones. Varios días continuados con lluvias incesantes han provocado en más de una ocasión que el río charro se haya desbordado hasta arrasar buena parte de las zonas más contiguas. Al recibir las aguas de varias corrientes, -el río Alhándiga, Gamo, Margañán y Almar, en momentos de fuertes lluvias convierten a la cuenca del Tormes una zona fácilmente inundable.

En concreto, la capital charra es considerada un punto de peligro y se calcula que una vez cada 50 años se puede producir una inundación importante. La Aldehuela, partes ribereñas de Santa Marta y Cabrerizos y los alrededores del puente Sánchez Fabrés, Salas Bajas y el arroyo de El Zurguén sostienen una frecuencia de una vez cada cien años mientras que las zonas adyacentes a Chamberí y Tejares tienen una probabilidad aún menor de una vez cada 500 años.

1256. Riada de los Difuntos

Fatídica fue la madrugada del 2 de noviembre de 1256 para los habitantes de la Salamanca en la Baja Edad Media, pero también para el Puente Romano que sufría la primera rotura de la estructura. La Riada de los Difuntos dejó intransitable la parte meridional del puente según señalan crónicas de la época y afectó a trece de los arcos del margen izquierdo del Tormes. La reconstrucción tardó alrededor de veinte años debido al alto costo y no fue hasta 1276 cuando se consiguió arreglar aunque la Riada de Santa Bárbara, -más de doscientos años después-, derribó de nuevo al menos dos arcos de la parte meridional.

1498. Riada de Santa Bárbara

En un mes de diciembre, pero de hace más de 500 años, el Tormes hacía temblar a los salmantinos de la época. La riada de Santa Bárbara quedó registrada en un documento entre Clerecía y Concejo por el pago de las reparaciones tras los daños causados por el temporal. El Puente Romano se vio afectado por la riada tras dos meses de lluvias continuadas y nieves esporádicas. Recibe este nombre porque ocurrió en la víspera de la festividad de Santa Bárbara, y la fuerza del río consiguió inundar huertas y derribar un gran número de casas.

La crecida del caudal fue tal que también derrocó la aceña del Arenal, en la parte del Arrabal y afectó al convento de La Vega. El Puente Romano, igualmente, cedió en la parte más alejada de la ciudad y por tanto, más próxima al Arrabal, y derribó al menos dos de los arcos de la parte meridional del puente que ya habían sido reconstruidos con anterioridad tras la riada de los Difuntos de 1256.

1626. Riada de San Policarpio

La más devastadora y la más mortal. Así se recuerda la Riada de San Policarpio a principios del siglo XVII que acabó con la vida de, se calcula, 142 personas. Durante la tarde noche del 26 de enero de 1626, una tremenda tempestad provocó una destrucción que marcaría un antes y un después en la historia de Salamanca. 452 casas extramuros destruidas, diez arcos del puente, los conventos de San Lázaro, Trinidad descalza, Carmelitas descalzos, Premostratenses, Agustinas, Colegio de Niñas huérfanas, Iglesia de San Nicolás.

Además sufrieron daños considerables las iglesias parroquiales de Santiago, San Lorenzo y la Trinidad, el Hospital de Santa María la Blanca y el colegio de Nuestra Señora de la Vega. Casi 50 años después de la riada es cuando se termina de reparar el puente, con la construcción del nuevo que vemos hoy en día en el margen izquierdo. Mientras tanto, se levantó un puente de madera para mantener la conexión entre el Arrabal y el paseo del Rector Esparabé.

1881. Riada del 14 de enero

En barcas tuvieron que ser evacuados cientos de vecinos después de que el 14 de enero de 1881 el río Tormes se desbordara hasta inundar los barrios ribereños de Salamanca y las huertas de la Vega. Casas y fábricas acogieron litros y litros de agua a consecuencia de las grandes lluvias de los días previos. Aunque no se tiene conocimiento de que esta riada causara ningún daño personal de consideración, los daños materiales fueron especialmente graves al afectar a varios inmuebles de la zona.

1935. Temporal continuado

El temporal que se venía padeciendo los días anteriores, se recrudeció el día 27 de diciembre de 1935 al provocar una nueva crecida del Tormes y el derrumbe de varias paredes de casas y un muro de contención de aguas en Santa Marta. La situación se agravó considerablemente el día 28 alcanzando los 3.20 metros sobre el nivel ordinario. Numerosas casas de las zonas ribereñas quedaron inundadas y algunas derrumbadas y, de hecho, la carretera de Madrid resultó muy dañada.

Sin apenas solución de continuidad con la vez anterior, tan solo un mes más tarde de aquellas inundaciones, el temporal de agua y viento volvió a provocar la crecida del Tormes que no alcanzó las dimensiones de la de diciembre pero que causó el derrumbe de dos casas: una en la Prosperidad y otra en el barrio Nuevo del Matadero.

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