El radar estratégico de Salamanca ultima detalles antes de su puesta en marcha

El radar de tramo de Salamanca que busca acabar con la siniestralidad en la rotonda de E.Leclerc está cerca de ser una realidad. El pasado mes de octubre se colocaban en la SA-20, poco antes de la salida de la Carretera de Alba hasta la salida a la autovía hacia Madrid, un sistema de cámaras que auguraba un control exhaustivo a una de las zonas con más circulación -unos 20.00 vehículos diarios- y con más excesos de velocidad en Salamanca.

Un mes después, en noviembre, ya se instalaban las cámaras que capturarán a los infractores aunque hasta el momento, no estaban en funcionamiento. Sin embargo, esto cambiará próximamente. El nuevo radar de tramo aún no está operativo pero lo estará en breve como confirman fuentes de tráfico. Así, los nuevos cinemómetros se van a ir activando progresivamente en coordinación entre el Centro de Tratamiento de Denuncias Automizadas (CTDA) y la Subdirección General de Movilidad de la DGT.

Una vez que se inicie el funcionamiento, no obstante, tendrá un primer mes de tregua. Con este periodo de aviso de un mes desde su activación se busca informar y concienciar a la ciudadanía de la implantación de cada radar y su funcionamiento. Por ello, en este espacio de tiempo, los excesos de velocidad detectados serán objeto de comunicación meramente informativa y no sancionadora.

La longitud del tramo controlado es de 461 metros y el límite de velocidad en ese punto es de 50 kilómetros por hora. Por lo que aquellos conductores que recorran esa distancia deberán hacerlo en, al menos, 33,2 segundos para evitar la multa. Si se completa en menos tiempo, significará que se ha superado la velocidad media permitida y, por tanto, los radares colocados captarán la infracción.

El objetivo es evitar que se sobrepase la velocidad en una zona especialmente problemática. «Hemos detectado a conductores circulando a 70 kilómetros por hora dentro del anillo de la rotonda», aseguraba hace unas semanas el jefe provincial de Tráfico de Salamanca, Miguel Moreno Sánchez. Respetar la velocidad determinada no sólo hará disminuir la siniestralidad sino que también podrá agilizar el tráfico al no temer la entrada a la rotonda por la rapidez con la que circulan algunos vehículos.

Definida como «una centrifugadora» por el jefe de Tráfico de Salamanca, acoge un gran volumen de tráfico sobre todo en las horas punta ya que se encuentra cercana a Carbajosa de la Sagrada y Santa Marta de Tormes, junto al polígono industrial, el centro comercial, la carretera de Alba de Tormes y la salida a la autovía hacia Madrid. Una rotonda de grandes dimensiones en la que confluyen numerosas vías que convierte a esta glorieta en un punto negro que tratarán de difuminar con los dispositivos colocados.

El radar de tramo funciona con un par de cámaras que controlan el paso de vehículos y miden la velocidad media a la que completan el trayecto, con un reloj que registra la hora a la que pasa cada vehículo por el punto de entrada y de salir. Son muy eficaces porque no miden excesos instantáneos, sino que obligan al respeto continuado de los límites.

La DGT ha apostado por ellos en los últimos años por su eficacia para reducir la velocidad en tramos de carretera. La provincia cuenta con otro radar de tramo clave, en la carretera de Vitigudino, instalado a finales de 2022, supera las 9.000 multas al año y es el más efectivo de la provincia.

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