José Manuel Canal, Hermano Mayor

Hermandad de Nuestro Padre Jesús Flagelado

«Queríamos hacer Estación de Penitencia en la Catedral, pero seguiremos trabajando en un futuro»

En la iglesia de la Clerecía, con Jesús Flagelado y Nuestra Señora de las Lágrimas ya montados en sus pasos procesionales, a la espera de su triduo, José Manuel Canal, Hermano Mayor, nos hace balance del último año: «Balance positivo. Tenemos treinta y dos nuevas altas y yo creo que para una hermandad de tamaño medio como la nuestra es bastante gente. Es cierto que la junta de gobierno lleva dos años, en los que hemos centrado todos nuestros esfuerzos en tener como objetivo principal el hermano. Apoyar al hermano y que la hermandad sea algo útil para él, algo donde pueda apoyarse, donde pueda recogerse en aquellos momentos de necesidad y algo que le aporte, en definitiva, en su persona. Y creo que esa filosofía es la que ha hecho que se involucre más la gente en todas las actividades que hacemos y que hayamos tenido ese número de altas. Pensamos que el balance es positivo y parte del proyecto que teníamos hechos pues, más o menos, ya lo tenemos al sesenta por ciento desarrollado». Cabe destacar que la hermandad realiza rondas de llamadas a sus hermanos durante el año para ver qué tal va todo. Esto es algo que, a día de hoy, sigue ilusionando y emocionando a muchos de ellos.

Tras el novedoso Vía Crucis a principios de marzo en el patio barroco de la Universidad Pontificia, la hermandad tenía planteada una novedad principal para su procesión. Novedad que, por diversas circunstancias, no podrá llevarse a cabo: «En principio, en la procesión, novedades ninguna. Este año si teníamos intenciones de haber hecho Estación de Penitencia en la Catedral, porque pensamos que es uno de los objetivos que tiene que tener una hermandad cuando se pone en la calle. Nosotros siempre nos quejamos de que «paseamos» imágenes por la calle y queremos que sea algo que, espiritualmente, ayude al hermano, que le refuerce en su Fe, y que pueda vivir algo único y especial como es la visita al Santísimo. Este año no ha podido ser por diferentes circunstancias, pero seguiremos trabajando en un futuro. Y esa era la idea más novedosa que íbamos a aportar este año. Por lo demás, se han hecho algunos cambios en la estructura del desfile procesional, que afectan simplemente al funcionamiento. La zona TEA va a ser la que está comprendida entre Poeta Iglesias y la calle Quintana, es decir, entre la salida de la Rúa y la entrada a la Plaza Mayor, y eso nosotros no lo habíamos hecho nunca. Se nos sugirió este año y nos pareció importante. Y la entrada de los pasos, que se va a modificar un poco el formato que veníamos haciendo, para hacer algo más dinámico y atractivo, donde va a haber un canto y va a ser mucho más ágil para no tener toda la hermandad parada fuera quince minutos, como pasaba años anteriores».

José Manuel, además de la hermandad, dirige la Agrupación Musical Virgen de la Vega, que acompaña al Flagelado. Algo que tiene sus ventajas y su ración doble de responsabilidad, como así reconoce: «Es una doble responsabilidad porque quieres que salga todo bien. Quieres que para tu banda ese día sea el mejor y quieres que tu hermandad ese día disfrute de la mejor banda. Es muy bonito y es un orgullo poder disfrutar de tus dos trabajos, por así decirlo, al mismo tiempo. De tener tu propia hermandad y de que tu banda sea la que vaya a acompañando a tu cristo en ese día. Es verdad que es el doble de trabajo para todo, pero me siento muy orgulloso y muy satisfecho cada que veo esa imagen».

Sobre la Semana Santa de Salamanca, pide dedicar más esfuerzos a la parte de hermandad que no es la procesión: «La Semana Santa siempre ha tenido sus altibajos. Yo creo que ahora estamos en un momento más o menos estable. Cada hermandad tiene su propia filosofía de trabajo. Hay algunas que, a lo mejor, cuajan más en la gente por diferentes motivos, porque atraen más a la gente joven, porque son más atractivas, pero, en definitiva, yo creo que estamos en un momento normal. No te voy a decir en un momento en el que nos echemos las manos a la cabeza, pero sí es verdad que, aunque no estemos en un punto trágico, tenemos que dar una vuelta a las hermandades. Las hermandades tienen que ser útiles para sus hermanos y útiles para la sociedad. Nos centramos mucho en las procesiones y olvidamos los aspectos más fundamentales de la hermandad. La procesión puede ser un diez por ciento y el otro noventa por ciento es hermandad. A mí lo que me interesa es ese noventa por ciento. Es cierto que la procesión es el acto más llamativo, el que más nos gusta a todos, pero esa una de las partes y uno de los objetivos que tienen las hermandades. Y yo creo que las hermandades en nuestra ciudad deberíamos de hacer ese examen de conciencia y dedicarnos mucho más también a esa parte que tenemos más olvidada, sin dejar de tener como referente el día de nuestra procesión».

Aprovechando la ocasión, valoramos la Semana Santa desde el apartado musical: «Igual que te digo que las hermandades van avanzando a un paso más lento, quizás porque cueste más o porque la gente se involucra menos, es cierto que el avance de las bandas ha sido brutal en poco tiempo. Salamanca puede presumir de que tiene unas formaciones musicales de una calidad muy buena. Y, de hecho, está visto que nos llaman para tocar en diferentes puntos de España y estamos por todos los sitios donde queremos estar. Y es para sentirse orgulloso de la calidad que tienen todas. Y digo todas. Porque ahora mismo no te sabría decir una mala. Todas las formaciones que hay ahora mismo son formaciones buenísimas y eso es un orgullo para todos los músicos de esta ciudad. Pero ha sido a base de muchos años de muchísimo trabajo, de muchísima constancia y de intentar hacer las cosas bien. De esforzarnos, de formarnos nosotros mismos, y a raíz de todo ese trabajo vienen esos resultados. Y relaciones, yo te puedo hablar de la mía. Yo no tengo ningún tipo de problema con ninguna otra formación aquí en Salamanca. Es más, los directores, la gran mayoría, son amigos con los que tengo una excelente relación desde hace muchísimos años y por nuestra parte siempre estamos dispuestos a colaborar y a apoyar a otras formaciones cuando lo necesiten».

Para concluir, su deseo es que a Salamanca le llegue lo que Jesús Flagelado transmite con su mirada: «Siempre digo que Jesús Flagelado es una imagen que recoge el dolor de la flagelación, que todos sentimos en algún momento en la vida por nuestras dificultades, las enfermedades que superamos, las trabas que tenemos… Yo creo que Jesús Flagelado, ese día, recoge ese dolor por las calles, pero luego tiene esa cara de esperanza. Mi deseo es transmitir este mensaje de que el dolor existe, y hay que superarlo muchas veces, pero que detrás de ese dolor siempre está la esperanza y es lo que nos transmite él con esa mirada. Que pueda ayudar a todos los que se sientan mal en estos momentos y les ayude, a su paso, a superar las dificultades que estén atravesando».