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Uno de los municipios de Salamanca que busca quien vuelva a abrir su bar ha decidido subir la apuesta y plantea ampliar la oferta, de tal modo que no sólo recuperaría este servicio que perdió al cerrar los dos bares que tenía, sino que añadiría un nuevo atractivo: un restaurante a estrenar.
El Ayuntamiento de Sando tiene en marcha el proceso para adjudicar la gestión del bar de su centro social por un módico precio: 50 euros. Es una de las tarifas más bajas de las que se han dado a conocer en los últimos meses en el 'boom' de ofertas para reabrir bares de pueblo. Esta opción se ha convertido en el tema del momento e incluso ha saltado a las noticias de actualidad por casos como el de Sepulcro Hilario, por el que hubo ofertas incluso del extranjero y que es uno de los que ha reabierto.
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Sin embargo, abrir un bar en un pueblo no es sencillo. El sector está despertando interés y hay muchos inscritos en el plan de la Diputación que busca el el relevo generacional en negocios de la provincia, pero una vez sobre el terreno hay que hacer frente a gastos imprevistos y a un mercado limitado. Por eso, es importante que el establecimiento tenga el mayor atractivo.
Sobre esta base, el ayuntamiento de Sando lanzó hace unas semanas el concurso para hacerse cargo del bar de su Centro Social, por un canon de 50 euros al mes y con un contrato de un año de duración, prorrogable por otros tres más hasta una duración máxima de cuatro ejercicios.
El consistorio ha recibido una única oferta que ya se está evaluando y que puede que se quede con el local, pero mientras tanto ha decidido darle una vuelta de tuerca a la propuesta y lanzarse a montar un restaurante. Según explica su alcalde, Francisco Vicente Ruano, la idea es acondicionar un local anexo al del Centro Social que alberga el bar y prepararlo para el servicio de restaurante. Entraría dentro del contrato para la gestión del bar, que se está resolviendo en estas semansa.
Para ello, el consistorio espera con atención la publicación de las bases para acceder a las ayudas de la Diputación, con las que sufragaría los arreglos necesarios. El objetivo, según explica el alcalde, es que Sando vuelva a tener bar y que este establecimiento pueda dar comidas.
Este es un servicio que el municipio tenía hasta que se jubiló el titular del segundo bar del pueblo, que ofrecía restauración. Al acabarse el contrato del bar del centro social y sin la otra alternativa, el pueblo se ha quedado sin hostelería, algo que se nota en la afluencia.
El consistorio considera que, con la posibilidad de dar comidas los fines de semana, el local ganaría en atractivo y podría hacer más clientela ya que el anterior restaurante del pueblo sí tenía afluencia.
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