El regreso de la plena normalidad ha tenido un impacto directo en una de las conductas más incívicas que sufre Salamanca. Se trata de las infracciones por hacer las necesidades en la calle, que durante el último año se han multiplicado por dos a pesar ... del aumento de la cuantía de la sanción: más de 1.300 personas han sido pilladas y multadas por mear en la vía pública, algunos en plena Plaza Mayor. Una cifra sin precedentes que tiene que ver con la 'mano dura' aplicada desde el Ayuntamiento de Salamanca, que ha vigilado y aplicado más firmeza contra estos comportamientos.
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El pasado 2022 ha sido el año récord de los comportamientos vandálicos. Ha ocurrido coincidiendo con el regreso de la normalidad al ambiente de fiesta, que se ha notado también en un número récord de positivos por alcoholemia. En el año 'uno' tras las restricciones de la pandemia, el número de sanciones por vandalismo y gamberradas ha superado las 1.500, a los que hay que sumar más de 200 actuaciones por ruidos, la gran mayoría en viviendas. Y de todas ellas, la infracción más repetida es la de orinar en la calle.
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Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Salamanca, durante 2022 la Policía Local propuso para sanción a 1.317 personas por satisfacer sus necesidades fisiológicas en la vía pública; otras 15 más fueron sancionadas por hacerlo en plena Plaza Mayor. Son las cifras más altas registradas nunca en la capital, tanto el global como los casos de aquellos que son capaces de hacerlo en el monumento. Se trata de mismos comportamientos multados y la diferencia estriba en la ordenanza que se incumple.
Las infracciones a la norma que prohibe hacer las necesidades en la calle se concentran en el centro y los fines de semana, aunque no exclusivamente. Cada jueves la comisión informativa de Medio Ambiente, que es la competente, recoge una larga lista de propuestas para sanción. Este año pasado han sido muchos los fines de semana en los que las 'meadas' eran la infracción más numerosa; en ocasiones se han superado los 25 casos y en marzo hubo un máximo de 41 en una noche.
En el primer caso, se les aplica la ordenanza municipal de limpieza que recoge multas por hacer las necesidades en la calle. En el segundo, se les multa en virtud de la ordenanza de uso de la Plaza Mayor que, como monumento protegido, tiene su propia normativa y también contempla sanciones por estos comportamientos.
En cuanto a la localización y espacio temporal, se suelen concentrar en el centro y zonas de ocio nocturno y en el fin de semana. En la memoria de la Policía Local de 2021, más detallada, se recogen como zonas conflictivas el centro (donde se producen dos de cada tres infracciones), San Juan y Las Claras. Los meses con más casos, septiembre, octubre y noviembre, lo que las relaciona con la vuelta de la marcha universitaria en el comienzo de curso. Este pasado 2022 también hubo 'picos' de sanciones en marzo.
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Como ha ocurrido con las pintadas o las alcoholemias, el consistorio ha decidido ser más duro con las meadas en la calle. Tras comprobar las cifras de 2021 y con sus precedentes, desde la concejalía de Miryam Rodríguez se decidió reforzar la vigilancia en las calles por parte de la Policía Local. Según fuentes municipales, las 1.300 sanciones son el fruto de ese mayor celo sancionador y se espera que este refuerzo tenga un efecto positivo en el futuro con la reducción de infracciones.
Entonces se tomó esta decisión por el fuerte incremento de estos comportamientos. En 2017 empezaron a aumentar, hasta superar las 600; en 2018 se dispararon hasta las 800 sanciones al año, en 2019 fueron 739 más 9 en la Plaza Mayor, pero en 2020 (224 y una) y 2021 (515 y dos) bajaron por las limitaciones la movilidad, el toque de queda y las restricciones horarias. La recaudación durante 2021 por estas multas superó los 40.000 euros.
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Ahora esa cifra queda muy superada por las 1.332 infracciones detectadas y sancionadas durante 2022. Es un número sin precedentes, pero la esperanza es que se vaya reduciendo.
Ademas, hace dos años, el Ayuntamiento de Salamanca decidió endurecer las sanciones a los que fueran sorprendidos orinando en la vía pública. Entonces, se decididió incrementar las multas, que eran de 300 euros en el centro histórico y 150 en el resto de la ciudad; se decidió equipararla doblando la sanción económica por infracciones leves a la ordenanza de limpieza y convivencia ciudadana.
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