Obras en una codiciada terraza de Salamanca cerrada durante más de seis meses

La cafetería municipal de La Alamedilla ha aparecido esta semana parcialmente vallada tras meses cerrada a cal y canto. Según fuentes municipales, se están ejecutando obras de adecuación porque presentaba deficiencias. Es el primer movimiento que se detecta en el local desde hace meses porque ha estado cerrada desde finales del año pasado y ha perdido toda la temporada de verano.

En efecto, la cafetería necesitaba una puesta al día. Lleva cerrada desde finales de 2022 y antes ya presentaba un aspecto mejorable en sus instalaciones. El motivo de este acondicionamiento no es otro que el deseo de adjudicar la explotación y reabrir este servicio.

Esta cafetería es una de las que actualmente está cerrada. El consistorio cuenta con media docena de estas instalaciones repartidas en varios parques de la ciudad. Cada cierto tiempo, sale a licitación la explotación de los locales, que son siempre propiedad del ayuntamiento, pero que gestionan empresarios privados.

A pesar del éxito de algunos de ellos, como la de Jesuitas y su terraza gigante, otras no han logrado despertar el interés de los empresarios de hostelería y languidecen por falta de atractivo. Es el caso de la de Salesas, que ha vuelto a salir licitada para intentar que abra al público, o el del parque de Würzburg, cerrado también desde hace meses y que está en la misma situación que la de La Alamedilla.

En el caso del céntrico parque, su cafetería está en licitación desde finales de diciembre, aunque el anterior contrato de gestión expiró el 4 de noviembre pasado. El pliego de condiciones se conoció en febrero, cuando se estableció el precio del canon: 28.000 euros al año (sin impuestos) por cada uno de los seis año del contrato.

El proceso llegó hasta el mes de mayo con la presentación y análisis de las ofertas, y ahí se le pierde la pista. Según fuentes municipales, sí hay una persona interesada que habría presentado oferta y de ahí que se hayan iniciado las obras para acondicionar el local y entrengarlo al día. Es algo similar a lo que ha ocurrido en la cafetería de Salesas, que se reformó y se equipó con diversas instalaciones para su explotación. Sin embargo, hoy por hoy no hay adjudicación para gestionar La Alamedilla.

En el caso de La Alamedilla, se trata de un local de una planta, 93 metros cuadrados, con sótano en el que está el baño (de acceso público) y una pequeña azotea con terraza. Le corresponde una licencia de categoría C, carece de mobiliario propio, pero sí cuenta con derecho a terraza.

Según el pliego de condiciones, en el exterior se podrá explotar la terraza de 112'74 m2 «sin ocupar la pérgola y ocupando el lateral sur». No obstante, y al menos durante la anterior gestión, la terraza sí se colocaba bajo la gran pérgola frente a la fuente lúdica.