
El giro imposible del bus urbano entre dos palacios del centro de Salamanca estará cortado al tráfico para su arreglo, una solución que se va a buscar a un punto peligroso en el que cada día decenas de vehículos no sólo pasan rozando los muros, sino que invaden la acera con peligro para los viandantes.
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Esta solución, prevista en principio para el verano, se ha adelantado notablemente en fechas y se ha decidido hacerla de inmediato. Según explican fuentes municipales, va a estar cortado el tráfico desde el próximo lunes precisamente para cambiar el pavimento, que es la mejora prevista una vez se ha descartado mejorar la iluminación en la zona.
En concreto, la calle San Pablo, entre la plaza de Colón y el paseo del Rector Esperabé, estará cortada al paso de vehículos durante al menos una semana a partir del día 14 de abril y en plena Semana Santa.
El corte obliga a reconfigurar el tráfico. Para dar salida a los vehículos que circulen por San Pablo, la calle Juan de la Fuente invertirá el sentido de la circulación hasta la glorieta del Concilio de Trento.
En el tramo cerrado habrá doble sentido de circulación para acceder a hoteles y garajes de manera exclusiva, y habrá que hacerlo con precaución.
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En cuanto a los muchos autobúses urbanos e interurbanos que pasan por el lugar, harán la misma ruta que cuando se ha cortado san Pablo en otras ocasiones, al final de Gran Vía suben por calle Rosario hasta Canalejas.
La curva que hacen los grandes vehículos entre dos monumentos es uno de los puntos críticos del tráfico en el centro histórico. Al girar, las carrocerías de los autobúses de numerosas líneas sobrevuelan ampliamente sobre la acera. A veces parece que el bus va a acabar en el interior de la torre de los Anaya.
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Lo único que separa a los peatones, salmantinos y turistas, de la circulación de los autobúses es una línea blanca desgastada que marca lo que es la calzada, pero que se interna claramente en la acera. No hay separación física alguna entre acera y calzada y las situaciones de riesgo son constantes.
Para paliar la situación, se ha decidido modificarla para arreglar su firme en aras de una mayor seguridad. La concejalía de Fomento tiene previsto realizar una actuación que consistirá en sustituir la losa de granito sobre la que se ha pintado la línea por adoquín que forme parte de la acera y que ayude a delimitar el paso peatonal. También servirá para arreglar el pavimento, donde hay losas rotas que se han sustituido ya por aglomerado.
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Sin embargo, en el seno de la comisión de Fomento se había propuesto ir más allá. La idea era aportar algún tipo de iluminación, ya sea con luminarias o sobre la calzada, para conseguir una mayor visibilidad de los peatones y que la señalización sirva para avisar del estrechamiento. Todo para que la curva más estrecha del centro histórico no sea un peligro.
Por contra, los técnicos municipales del área de alumbrado, que ya han analizado la situación, consideran que lo que hace falta en el lugar no es más iluminación. Cuenta con tres puntos de luz que forman parte del alumbrado a los que hay que sumar la luminosidad que aporta la iluminación artística presente en los monumentos.
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