El nuevo mobiliario urbano de Salamanca con el que reciclar será más fácil

La tarea la va a facilitar un nuevo elemento del mobiliario urbano, una especie de isla donde se podrán depositar todo tipo de residuos y que complementará a los puntos limpios y a los contenedores más conocidos, los destinados a los residuos más habituales. Ya se han empezado a ver en la ciudad y destacan por su diseño. En concreto, están situados en la Plaza Virgen de La Vega, en la Plaza del Alto del Rollo, en la calle Alfareros esquina con la calle Mineros y en la Plaza de Los Bandos.

Se trata de estructuras de 3-4 metros de largo y uno de fondo donde se pueden depositar nueve tipos de residuos. Su practicidad reside en que los orificios para la entrega tienen el tamaño adecuado a lo que hay que arrojar y, además, están identificados con los iconos correspondientes.

Así, en estas nuevas islas podemos deshacernos de viejos tóner de impresora; pilas, que antes iban a algunos recipientes repartidos en mupis y papeleras especiales; libros y revistas; cápsulas y residuos del café; tapones de envases; aceite de cocina (sólo en envases cerrados, como en los específicos); electrodomésticos pequeños; aerosoles y sprays; y cintas de vídeo y grabación en general. Admiten también baterías de dispositivos móviles, radiografías, pilas alcalinas, pilas salinas, equipos electrónicos pequeños, fluorescentes o bombillas de bajo consumo.

No se admiten ordenadores excepto componentes tales como ratón, teclado, disco duro o tarjeta. Sí está permitido arrojra, en cambio, tostadoras, batidoras, secadores de mano, licuadoras, planchas, exprimidores o pequeños electrodomésticos que tengan un tamaño similar a los anteriormente mencionados.

Estos nuevos elementos van a reforzar la recogida selectiva en cinco puntos limpios de toda la ciudad, donde se pueden depositar, con límite en algunas cantidades, hasta 22 tipos de resíduos.

En los últimos meses, Salamanca ha incorporado más islas con contenedores y uno nuevo, el marrón. Se han instalado seis nuevas islas de contenedores completas, con todas sus variantes (vidrio, papel-cartón, envases, orgánico y fracción resto), para un total de 520 repartidas por toda la ciudad, además de incrementar los recipientes en otras cinco.

El año pasado, la recogida de vidrio aumentó un 5%, hasta las 2.089 toneladas, y las toneladas de papel y cartón depositadas en los contenedores crecieron un 0,2%, hasta 3.942 toneladas, mientras que las de envases recuperaron el nivel prepandemia, hasta 2.388 tonelada. En total, la recogida selectiva a través de los contenedores repartidos por la vía pública, de los puntos limpios y mediante el sistema puerta a puerta ascendió a 8.420 toneladas, un 1% más que el año anterior.