Un nuevo edificio protegido de Salamanca que será apartamentos en una calle de arquitectura valiosa

Félix Oliva

Salamanca

Sábado, 30 de diciembre 2023, 13:05

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Al menos una década ha esperado casi abandonado, tapiados los huecos de sus ventanas y accesos, un relevante edificio de una de las calles con más concentración de arquitectura valiosa de Salamanca, a un paso del casco histórica, ya en zona de declaración patrimonio. Se trata del inmueble entre la calle Pozo Amarillo y Correhuela, con cerca de un siglo de historia y que será completamente rehabilitado, para lo cual se ha permitido un cambio en su ficha de protección.

La modificación da cabida a una nueva propuesta de volúmenes que puede cambiar algo el lugar, pero no el edificio ya que su ficha va a mantener la obligación de conservar la fachada y los elementos más relevantes. No obstante, sí dará lugar a una restauración estructural que incluya cubiertas y vaciado interior, algo permitido. Será uno más de esos edificios protegidos que pasan cambian a otros usos en el centro de Salamanca, entre los que hay desde conventos a tiendas y un molino.

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La modificación ha sido uno de los asuntos de la última semana de comisiones y del último pleno municipal del año. Se ha saldado con la aprobación de un cambio en la ficha de protección del edificio, la número 618 del catálogo de edificios protegidos de la ciudad.

A petición de un particular, ya que la propiedad es privada, se ha pedido modificar uno de los apuntes de la ficha, pensado precisamente para el momento de la rehabilitación del edificio. Según la antocación original, «el número de plantas será según el rango de alturas, la nueva volumetría deberá retranquearse, como mínimo 3 metros desde la fachada y deberán mantenerse referencias a las volumetrías originales».

Sin embargo, eso implicaría que, al retranquear, quedaría a la vista las medianeras que el edificio tiene con otras construcciones tanto en Pozo Amarillo como en Chorrehuela, ya que hace chaflán. Y también quedaría descompensado con referencia a las alturas de estos edificios vecinos.

En su lugar, la propiedad ha solicitado revocar algunos de estos aspectos para ejecutar un edificio acorde al lugar donde se encuentra. Para ello, se propone rebajar a cuatro plantas la altura en el lado de Pozo Amarillo y retranquear la última planta en el lado de Correhuela; también eliminar los retranqueos; y sí mantener referencia a los volúmenes originales.

Se supone que el resto de la ficha no cambia y que habrá que ceñirse a la protección de la fachada y de los elementos originales, pudiendo reconstruir el resto. El edificio, de principios del siglo XX, está catalogado como de estilo ecléctico y se relaciona correctamente con otros de la zona. Cuenta con un patio con paso de carruajes y se encuentra en mal estado desde hace años.

Eso sí, su presencia se une a la de numerosas edificaciones protegidas en el entorno de Azafranal, Pozo Amarillo y Correhuela, donde existe un amplio catálogo de arquitectura del siglo XX con no menos de una veintena de edificios protegidos de valiosos estilos y arquitectos.

Se encuentran en la zona ejemplos de historicismo, racionalismo de posguerra, eclecticismo, edificios con elementos art-déco y neoplateresco. Y que son obra, entre otros, de Santiago Madrigal y Francisco Gil. Algunos de ellos se encuentran en una situación similar a este chaflán, como el edificio racionalista de Azafranal 14, obra de Joaquín Secall y donde está proyectada una rehabilitación; o el propio edificio del Hotel Monterrey, pendiente de ejecutar un proyecto para convertirlo en pisos y garajes.

También hay casos de rótulos históricos, como el de la Perfumería Venus, frente a este edificio esquina Pozo Amarillo-Correhuela, del que se debería conservar el cartel ya que se considera uno de los más peculiares del patrimonio comercial.