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Los repartidores en patinete y bicicleta se integrarán con el resto de vehículos en la nueva regulación municipal sobre el tráfico de carga y descarga, sumándose como un nuevo modo de pleno derecho, pero sin tratamiento específico en el territorio que van a abarcar. Eso supone que tendrán que ceñirse a los puntos de acceso, sentidos de circulación y mismas normas que ya siguen camiones y furgones, a falta de un último detalle: si cuentan o no con un horario específico.
Esa es la única diferenciación que todavía se está negociando, la posibilidad de permitir la circulación de los profesionales de los envíos en un horario diferente. En esencia, se trataría de regular cómo lo pueden hacer a todas las horas del día, ya que es así como funcionan muchos de estos profesionales, sujetos a la demanda que les llega a través de diferentes aplicaciones bajo las que están contratados por las empresas de delivery.
Según explican desde el consistorio, el futuro bando de carga y descarga todavía se está elaborando, para lo cual se ha hablado esta vez no sólo con las empresas de transporte habituales, sino con estos nuevos actores.
De entrada, los 'riders' no contarán con un apartado específico para ellos. No se trata tanto de excluirles de un tratamiento especial, sino de que se integren en el marco que ya existe y que está hecho para dar prioridad a los peatones en el centro peatonal, con mayoría de calles sin circulación.
Para diseñar su incorporación a la norma, hace meses que existe contacto entre asociaciones que agrupan a estos profesionales, creadas a partir de la obligatoriedad de la ZBE; la regulación de acceso al centro, en vigor desde el 1 de enero, era algo que preocupaba a las decenas de personas que se dedican profesionalmente a la paquetería digital.
Lo que está pendiente es el horario. La actual norma establece el carga y descarga de 7.00 a 10.30 horas de la mañana todos los días; está pensado para el aprovisionamiento de negocios, especialmente de hostelería, y no tanto para el funcionamiento permanente de los 'riders'.
Desde que se empezó a trabajar en la actualización del bando se ha tenido en cuenta la opción de abrir un horario de paquetería, dado que los vehículos que se usan para el 'delivery' suelen ser más pequeños y ligeros, patinetes y bicis fundamentalmente, en vez de camiones y furgones.
Lo que sí está claro es que, además, tendrán que observar las normas de circulación y las limitaciones de velocidad que existen en el carga y descarga, con sentidos estrictos, calles no permitidas, direcciones prohibidas y un límite de velocidad. Hace tiempo, por otro lado, que la Policía Local vigila la velocidad de circulación de bicis y patinetes en determinadas calles con radares en algunas de las que frecuentan.
Para su aparcamiento, se contempló habilitar lugares para que estacionaran, pero finalmente se tendrán que remitir a las islas de carga y descarga fijadas para el resto de vehículos; para evitar la molestia que supone su presencia en un punto de entrada a la Plaza Mayor se les ha movido a otro a 50 metros.
La otra cuestión sobre la mesa era la de las rutas para circular y parece que los 'riders' se van a tener que ceñir a lo que ya existe. De entrada, se ha hablado con el colectivo y estaban de acuerdo en que utilicen los mismos itinerarios que el resto de profesionales para llegar a las respectivas islas de carga y descarga, que serán las mismas que para las furgonetas.
Eso supone que los profesionales deberán dejar de circular libres por cualquier parte para sus entregas, algo habitual ahora; y que se moverán fundamentalmente como furgonetas y camiones, con entradas por Gran Vía (calle Varillas) hacia la Plaza del Mercado Central y por plaza de Colón (calle Jesús) hacia Rúa y Catedrales.
Las salidas del centro se harán por calle Zamora y Toro, con conexión entre ambas, y entrada a la Plaza Mayor desde el norte por la prolongación de calle Zamora. En la Plaza Mayor tendrán que circular en el mismo sentido que los vehículos, entrando por el arco del Corrillo y Saliendo por Poeta Iglesias.
Desde el sur, llegarán hasta la Plaza Mayor por Rúa o Meléndez, aunque uno de los grandes cambios es que no podrán estacionar donde lo estaban haciendo. Seguirán teniendo un sitio en plaza del Corrillo, centro neurálgico de la recogida de encargos con restaurantes de comida rápida, pero no en la puerta renacentista de San Martín, sino junto a la calle Quintana, cerca de la estatua de Adares.
De este modo, los patinetes y bicis de los 'riders' se van a integrar en la regulación del carga y descarga en Salamanca con lugares establecidos para su detención y espera, rutas concretas de entrada y salida y normas para frenar el cierto caos que ha generado su irrupción, y que los propios profesionales quieren regular.
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