La Nochevieja Universitaria regresará pasada por agua

Viendo las condiciones meteorológicas del último mes y medio en Salamanca más bien será la Nochevieja Univeristaria quien invada el espacio de la lluvia que, a excepción de unas pocas semanas, no se ha separado de la capital charra desde que comenzó el otoño. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), hay un 90% de probabilidad que las precipitaciones hagan acto de presencia sobre la urbe salamantina en las horas en las que se celebrará el evento (predicción a 13 de diciembre), por lo que existe la posibilidad de que la tan ansiada vuelta se vea cancelada. Así lo expresó el concejal de Turismo, Fernando Castaño, en la presentación de la nueva cabalgata de Papá Noel que tendrá la ciudad, asegurando que estarán pendientes del cielo tanto para esta cita como para la Nochevieja Universitaria.

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Controles de acceso y un máximo de 20.400 personas en la Plaza Mayor en el Fin de Año Universitario

Salamancahoy

El Fin de Año Universitario retorna a Salamanca con la previsión de congregar a más de 20.000 en el casco histórico y con los preparativos de seguridad ya preparados por el Consistorio salmantino. La Policía Local de Salamanca desplegará, durante todo el día y la madrugada del viernes, un amplio dispositivo de vigilancia y seguridad con motivo de la celebración del Fin de Año Universitario. Habrá controles especiales de acceso a la Plaza Mayor, puestos de socorro y emergencia, puntos violeta y zonas para personas con movilidad reducida, cortes y regulaciones de tráfico, controles preventivos de alcohol y drogas y refuerzo del servicio de limpieza, todo coordinado por un operativo especial de vigilancia y seguridad.

La Nochevieja Universitaria comenzó a celebrarse en forma de una pequeña reunión de amigos a finales del pasado siglo, concretamente en 1999. Un grupo de estudiantes de Salamanca decidieron juntarse en la Plaza Mayor dos semanas antes de la víspera de año nuevo para celebrar el cambio de año antes de tiempo, ya que cada uno regresaba a sus hogares y no podían estar juntos en la Nochevieja 'real'. En lugar de las doce uvas típicas de la costumbre española por cada campanada, decidieron tomar doce gominolas. Una reunión que ha acabado como el evento multitudinario que es ahora.