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El Ayuntamiento de Salamanca abrió el pasado mes de marzo un expediente sancionador para multar a un vecino de la capital por el exceso de ruido del motor de una nevera. Los hechos se remontan al 26 de marzo de 2024, cuando sobre las 23:30 horas, los agentes de la Policía Local de Salamanca realizaron una medición de ruido detectando una infracción administrativa de carácter muy grave contemplada en la Ordenanza Municipal para la Protección del Medio Ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones.
El foco emisor era el motor refrigerador de una nevera en un céntrico piso de la capital (calle Rosario). El nivel de ruido alcanzado por el motor fue de 12,37 decibelios. La Ordenanza Municipal para la Protección del Medio Ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones propone multas tras superarse los niveles máximos admisibles de ruidos a partir de ocho decibelios (8 dB).
Esta infracción podría ser sancionada con multa de hasta 3.000 euros, aunque finalmente la multa propuesta es de 600 euros. El/la interesado/a ha declinado la posibilidad de asumir su responsabilidad de forma anticipada, con reducción de la sanción en forma de multa a imponer a la mitad.
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