Las máquinas expendedoras invaden el centro y desplazan a bocaterías y kioskos

Félix Oliva

Salamanca

Lunes, 20 de marzo 2023, 08:19 | Actualizado 20:31h.

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Se podría decir que las máquinas expendedoras son los kioskos del siglo XXI. Tienen de todo y, literalemente, a todas horas. Su presencia en las calles de Salamanca ya es notable, han acabado por desplazar a los establecimientos de comida rápida tradicional y están empezando a ocupar el mercado de los antiguos kioskos, en franca retirada en la ciudad: se están eliminando los pocos que no están cerrados.

Tanto comerciantes como hosteleros 'de toda la vida' han constatado una fuerte proliferación con cada vez más establecimientos de este tipo en la ciudad. El resultado más inmediato es que han barrido a las tradicionales bocaterías que tenían su negocio en las zonas de ocio nocturno. Agunos nombres clásicos han tenido que hacerse a un lado ante el aumento de los negocios automáticos.

La fórmula es bastante sencilla. Un local con salida a la calle, sin puertas de acceso, preparado para empotrar máquinas de venta automática. Muchas veces, el local albergó en el pasado algún comercio o establecimiento hostelero y ha evolucionado a este tipo de negocio. Y su éxito es más que evidente.

Según explican desde la asociación de comerciantes Asecov, el aumento de su número salta a la vista y se ha disparado en los dos últimos años. «Lo achaco a la desaparición de los kioskos», explica su presidenta, Soledad Gómez. «Cuando la gente quiere algo rápido, recurre a las máquinas. No requiere de personal ni seguros sociales, es sólo la maquinaria, pero se pierde el trato personal», añade.

Se trata de negocios que no tienen nada que ver con las antiguas máquinas aisladas que se instalaban con permisos en la calle o que algunos establecimientos tenían como complemento a la apertura al público. Ahora son una actividad en sí misma.

Son muy numerosos en el centro de la ciudad y en zonas de ocio nocturno, y aunque no son patrimonio exclusivo de estos entornos sí es donde más triunfan. Pero los hay también en los barrios o en las estaciones de transporte.

Estos locales están dotados en su mayoría de máquinas de gran capacidad que ofrecen una amplia variedad de artículos. Lo más frecuente son las bebidas y la alimentación de tipo rápido, desde snacks a sandwiches, pero también incluyen tecnología (auriculares, cargadores), productos de higiene, de ocio, sanitarios... No faltan preservativos (quedan pocas de las antiguas máquinas expendedoras de profilácticos en farmacias o bares) y en casi todas hay disponibles juguetes sexuales y todo tipo de accesorios para relaciones íntimas.

Los motivos de su proliferación son varios. Se trata de negocios que no requieren de personal, como todos los de tipo automático, caso de las gasolineras. Hoy en día, ese es uno de los mayores costes fijos de cualquier negocio. Los trámites son muy sencillos, de hecho, funcionan como un local comercial cualquiera; no requieren de licencias y requerimientos especiales. Son incluso más simples con un bar o restaurante ya que no requieren más que de tomas de agua y luz y no se generan humos ni residuos.

Según explican desde el Ayuntamiento de Salamanca, la actividad no requiere de ningún permiso especial como podría ser el caso de un cajero, ya que en este caso se trata de locales comerciales convencionales que deciden albergar un negocio concreto. De hecho, se han convertido en una oportunidad para locales que rotaban con frecuencia de negocio o que nunca terminaban de alquilarse.

Los locales de vending han aprovechado también el auge del 'take away' y su presencia ha cambiado el paisaje de negocios urbanos en el centro de Salamanca. El caso más claro es el de la Gran Vía. Antaño poblada de locales para picar algo y seguir de marcha o para comer cuando cierran los bares de copas, en este calle a penas sobreviven un par de locales de este tipo y el clásico 24horas. Por contra, hay tres locales llenos de máquinas expendedoras y en las calles cercanas se pueden encontrar otros tantos. Es la prueba del éxito de estos kioskos del siglo XXI donde encontrar de todo y a todas horas.