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El fallecimiento de Antonio Fernández Alba (Salamanca, 1927-2024) ha sido un mazazo para la arquitectura española que tiene en la figura del salmantino a uno de sus grandes referentes. Su trayectoria se movió desde los conventos a las estaciones de tren, pasando por la restauración de grandes monumentos, los centros culturales y de investigación y las sedes universitarias.
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Fallecido este martes en Madrid, fue nombrado doctor 'honoris causa' por las universidades de Valladolid, Alcalá de Henares y la Politécnica de Cartagena, era catedrático de Elementos de Composición de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. Además, era miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la RAE (que comunicó este martes su fallecimiento), dirigió entre 1984 y 1987 el Instituto de Restauraciones del Patrimonio Histórico Español, fue presidente de 1987 a 1990 del Patronato del Museo de Arte Contemporáneo y formó parte entre 1996 y 1999 del Patronato del Museo del Prado.
Reconocido con el Premio Castilla y León de las Artes de 1988 y medalla de Oro de Salamanca fue también Premio Nacional de Arquitectura con una de sus primeras obras que constituye además una de sus huellas más desconocidas en Salamanca. Porque su ciudad natal alberga parte de su legado más importante en una colección de edificios y obras que quedarán para la posteridad.
Edificios en Salamanca
El legado de Fernández de Alba a su ciudad natal es inmenso y se compone, en primer lugar, de varios edificios que proyectó y que son, además, poco conocidos. El primero que lleva su firma es el proyecto para la construcción del Monasterio de la Anunciación, el conocido como Convento del Rollo en Salamanca, fechado en 1961 y por el que obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1963.
Levantado en un lugar sin edificaciones, es una de esas construcciones modernas ocultas a los ojos del viandante. Fue Convento de las Madres Franciscas Descalzas, Convento de las Clarisas y Monasterio de la Purísima Concepción. Es ejemplo del trabajo de Fernández de Alba referente a instalaciones espirituales.
El edificio trata de imponer una geometría contundente a un entorno carente de edificaciones. Para ello, contrapone la geometría neutra y cartesiana del volumen de dormitorios a una geometría libre que es la ocupada por la capilla como volumen que jerarquiza toda la composición.
El Colegio Mayor Hernán Cortés es uno de los clásicos universitarios de la ciudad. Se emplaza sobre el trazado de la antigua muralla medieval de Salamanca, con un desnivel de cinco metros de altura asentado en la muralla que orienta las vistas del edificio en la dirección perpendicular a la fortificación, hacia la vega del río Tormes, gracias a la altura defensiva del emplazamiento.
Fue construido entre 1970 y 1971 bajo proyecto de Fernández Alba. El colegio consta de dos bloques iguales, A y B, para un total de 192 universitarios. El programa desarrolla tres tipos de habitaciones: unas de mayor ocupación, dobles y triples en planta baja, otras dobles en pisos intermedios y, finalmente, individuales en las últimas plantas, para investigadores y postgraduados.
La última de sus obras contemporáneas es el convento Carmelo de San José en la localidad de Cabrerizos, un convento atípico. Situado una parcela de fuerte pendiente que mira que a la meseta charra y la vega del río Tormes, el proyecto se confía a la articulación longitudinal de sus elementos individuales: iglesia, celdas y refectorio, concatenados en un sistema axial de agrupación de volúmenes singulares.
El cuarto edificio cuyo proyecto está firmado por Fernández Alba es la estación de Vialia, que susituyó a la antigua estación ferroviaria de la ciudad en 1999 y que destaca por haber aunado las depencias ferroviarias con una zona comercial.
Restauraciones
Además de proyectar edificios de nueva planta, Fernández de Alba también destacó su faceta en trabajos de restauración de monumentos. Hay decenas de ejemplos: Real Observatorio Astronómico, Pabellón de invernáculos del Real Jardín Botánico, Restauración del Hospital Clínico de San Carlos en Atocha para su destino como Centro de Arte Reina Sofía, Palacio Ducal de Pastrana y, dos proyectos en Salamanca.
Fernández de Alba restauró la Plaza Mayor de Salamanca y la Real Clerecía, dos de los monumentos imprescindibles de la ciudad. En 1980, tras veinte años sin actuaciones, se acometen obras de urgencia en todas las coronaciones de la plaza por su mal estado.
El ministerio de Cultura actúa por el mal estado de canterías y anclajes. Se consolidan las balaustradas y se desmontan pináculos y otros elementos para restaurarlos. Se instala una nueva canaleta para recogida de agua de la cubierta. El proyecto lo dirige Antonio Fernández de Alba y es una de las grandes actuaciones en el monumento hasta nuestros tiempos.
Obra extensa
La trayectoria profesional de Antonio Fernández de Alba se ha extendido a proyectos y obras en los que se abordan los equipamientos pedagógicos y los campus universitarios, entre los que destaca el Colegio Mayor Hernán Cortés de Salamanca y la restauración del Hospital Clínico de San Carlos en Atocha para convertirlo en el Centro de Arte Reina Sofía, uno de los museos de arte contemporáneo más importantes de Europa.
También es autor de la Escuela de Arquitectura de Valladolid, Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, Campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real; Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alcalá de Henares); los centros culturales y de investigación (Biblioteca del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Casa de la Cultura de Vitoria, Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC en Madrid, Centro de Genómica y Biotecnología de la UPM), centros espirituales (convento de Carmelitas Descalzas), conjuntos y edificios administrativos (Centro de Datos del Instituto Geográfico Nacional), la vivienda, el urbanismo, los centros asistenciales y hospitalarios o el equipamiento industrial, tecnológico y comercial. Sus últimos proyectos estan relacionados con las nuevas infraestructuras ferroviarias, como la nueva estación del Portillo en Zaragoza (2006) o cercanías de la Puerta del Sol en Madrid (2009).
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