El Gobierno asegura que el Alvia de Salamanca tiene menos demanda que antes de la pandemia

Según explica el Gobierno en una respuesta parlamentaria fechada antes de la investidura, todavía en funciones, la ocupación de estos trenes es inferior a la que registraban antes de la pandemia, en 2019. Algo que choca con la dificultad de encontrar billetes para estos trenes, especialmente en fines de semana y fechas vacacionales, a raíz de la entrada en vigor de los abonos bonificados.

El pasado mes de octubre los tres diputados del PP por Salamanca presentaron una pregunta sobre la recuperación de la cuarta frecuencia del Alvia entre Salamanca y Madrid, eliminada en pandemia y que no ha vuelto a programarse. En su lugar, muchos de los servicios se están haciendo con trenes de media distancia, que doblan el tiempo de viaje.

Este lunes el Congreso publicaba la respuesta que ha dado el Gobierno, todavía en funciones (está fechada el 6 de noviembre), en la que se insiste en que Renfe tiene previsto recuperar el 100% de la oferta, lo que supondría el regreso del cuarto tren rápido para viajar de Salamanca a Madrid en hora y media. El ejecutivo asegura que los planes de la operadora consisten en activar ese cuarto servicio Alvia durante este año 2023.

Sin embargo, en su respuesta el Gobierno aprovecha para dar algunos datos sobre el uso de los trenes rápidos que conectan Salamanca con la capital por Medina del Campo. Según aseguran, «actualmente, los niveles de ocupación y aprovechamiento de los servicios de la relación Salamanca-Madrid son todavía inferiores a los registrados en 2019, con anterioridad a la pandemia».

Según argumenta el Gobierno, se trata de «servicios comerciales, operan en un régimen de libre competencia con otros modos de transporte y con otros operadores ferroviarios». Según explica, estos servicios no reciben ninguna aportación pública y han de ser sostenibles por sí mismos. «Por esta razón, han de ser productos con tiempos de viaje competitivos y que optimicen los niveles de ocupación y aprovechamiento de los servicios», añaden.

En efecto, este tipo de servicios no son los denominados de obligación de servicio público, que se cuentan entre los que subvenciona el Estado para que la operadora los preste por razones sociales. Por contra, son servicios denominados comerciales, en los que a Renfe le tienen que salir las cuentas entre los costes de fletarlos y los ingresos por usuarios, derivados de la venta de billetes.

El Gobierno insiste, una vez más, en que «tras la pandemia RENFE ha ido reponiendo sus servicios ferroviarios de forma progresiva según ha ido evolucionando esta demanda y continúa con ese objetivo» y que «la voluntad de la operadora es recuperar el 100% de la oferta global planificada de servicios comerciales para 2023».