Endulza tu hogar estas Navidades con los mejores postres salmantinos

Las rosquillas de Ledesma tienen su origen en una tradición familiar de más de 150 años y su consumo y popularidad hacen que resulte un dulce perfecto para compartir entre los postres navideños. Su elaboración se ha transmitido de generación en generación hasta el presente y es totalmente manual, por ello, su forma espiral, su tonalidad y su textura dura y compacta es diferente en cada una de ellas.

Los huevos, la leche, la manteca, la harina y el azúcar son os ingredientes responsables del increíble sabor de este dulce que, siendo propio de la provincia de Salamanca, ahora se encuentra por diferentes puntos de España.

El bollo maimón es un bizcocho típico en las fiestas tradicionales de Salamanca. Su nombre se debe a la 'maimona', el utensilio cilíndrico de metal que consigue crear su característico agujero en el centro del molde.

Está delicioso en cualquier época del año pero, en Navidad se puede acompañar de un chocolate caliente, un vasito de aguardiente o una copa de vino. Es suave, esponjoso y perfecto para regalar y compartir, en sus orígenes era el regalo ideal cuando se celebraba una boda, un bautizo o una comunión.

Este dulce de gran altura está compuesto por huevos, azúcar, levadura, aguardiente, harina y una corteza de limón rayada. También los más golosos y creativos decoran el bizcocho para darle un toque más personal, sin embargo, los hay que continúan prefiriendo la receta tradicional y solamente incluyen una capa de azúcar glass por encima.

Los chochos charros, es un dulce típico de Salamanca que a todo español llama la atención por su característico nombre. Es una especie de peladilla navideña con sabor a canela, generalmente de color blanco y su textura es dura. Su origen se desconoce, su elaboración es completamente artesanal y el secreto de su composición se transmite de generación en generación de pasteleros. De todas formas, en su sabor se reconoce el azúcar, la almendra y sobre todo, la canela.

Las perrunillas son un dulce que con un par de ingredientes se obtiene un sabroso postre o merienda para estas Navidades. Estas delicias provienen de la repostería elaborada de manera artesanal por las monjas en los conventos. Son ideales para la hora del café o para acompañar con un té. Su composición contiene ingredientes de lo más variados; la harina, el azúcar, la manteca de cerdo, el huevo, la almendra molida, la sal, la canela, el limón y las almendra crudas y peladas son los culpables de este dulce circular.

Las almendras garrapiñadas son, sin duda, uno de los productos más típicos de Salamanca. Se trata de almendras endulzadas que al ser peladas antes de elaborarlas cambian radicalmente de sabor, aspecto y color. Los ingredientes son pocos y sencillos, almendras crudas con piel, agua y azúcar y actualmente se siguen elaborando de manera artesanal y tradicional. Es un dulce exquisito para regalar en Navidad ya que las almendras de la provincia charra son de gran calidad. Las auténticas difusoras de estos dulces en Salamanca han sido las monjas de varios conventos de la ciudad provincia.