La voz del periodista Paco Gómez ha inundado cada rincón del cementerio de San Carlos Borromeo la fría mañana del último día del año.
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A través del sonido, el periodista ha rememorado y recreado lo que fuera la cobertura del sepelio de don Miguel de Unamuno aquel día negro del 31 de diciembre de 1936 en el que España perdió, repentinamente, a uno de sus más ilustres pensadores y escritores.
El vasco, que halló en Salamanca su ciudad de acogida, ocupó el cargo de rector de la Universidad de la ciudad y desempeñó un papel fundamental durante el desarrollo del inicio de la Guerra Civil.
Hoy, como cada año, la Asociación de Salamanca de Memoria y Justicia ha celebrado el ya tradicional homenaje al escritor y exrector de la Universidad de Salamanca.
Frente al nicho 340, donde descansan los restos mortales de Unamuno, se han congregado una veintena de personas entre las que se han podido distinguir desde familiares del escritor a representantes políticos, así como vecinos salmantinos que han querido acudir al sentido homenaje para recordar al ilustre Unamuno.
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