Los efectos de la tractorada en Salamanca en el día a día de los vecinos

La entrada al trabajo se produjo sin incidentes ya que a primera hora la movilización no estaba tan activa, sin embargo, la hora de la salida sí fue un verdadero reto. «Mi hija me vino a buscar y tuvo que dar mil vueltas para poder llegar y tratar de esquivar la protesta, y aún así, le pillo de lleno», comenta una de estas trabajadoras que tardó más de hora y media en poder desde Salamanca, llegar a su casa en Carbajosa. Una situación similar a vivió su compañera que, en vista de la imposibilidad de desplazarse en transporte público, decidió irse andando al municipio.

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Daniela Di Domenico

Precisamente las frecuencias en los autobuses se vieron fuertemente alteradas por la tractorada. Pocas líneas se libraron de las retenciones tanto en la capital como en los desplazamientos a los pueblos y permanecieron durante horas atrapados entre los vehículos agrícolas. En concreto, la línea que estuvo parada durante cuatro servicios lo que equivale a unas cuatro horas de parón. Incluso hubo algún conductor que estuvo retenido más de seis horas a causa de las protestas que condicionaron el tráfico.

Alguno más previsor decidió optar por no coger el coche y anular sus planes a causa de las informaciones que alertaban de un posible colapso en la ciudad por la tractorada. Así fue y tal y como comenta un chico que ni se planteo acceder al centro como un chico, cuando vio la masa de tractores que recorría la capital se quedó asombrado: «Nunca había visto algo así, era increíble», añade. De hecho, algunos conductores de vehículos se enfrentaron a los agricultores tras varias horas de espera atrapados entre la protesta.

Una experiencia pasada que condicionó el día a día de los vecinos y que es foco de preocupación en los próximos días: ¿Cuándo son las próximas movilizaciones? ¿Qué cortes hay hoy? ¿Pero se puede acceder al centro? Las próximas concentraciones convocadas y aquellas que se puedan desarrollar de forma improvisada condicionan los quehaceres de una población que, aunque generalmente concienciada con lo que piden los agricultores, en alerta por cómo estas protestas puedan afectar a su normalidad.