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El segundo radar de tramo de las carreteras de Salamanca ha empezado este lunes a funcionar tras completar su instalación y varios meses de trámites necesarios para que multe de forma efectiva. Así lo ha confirmado la DGT, que lo ha colocado aquí por las altas velocidades de circulación en un punto que siempre ha sido conflictivo, con mucho tráfico y numerosos accidentes.
Este lunes, 24 de marzo, han entrado en funcionamiento nueve radares fijos y ocho de tramo, ubicados en carreteras de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía, Canarias y la Comunidad de Madrid. Los cinemómetros que han comenzado a operar en Castilla y León se encuentran ubicados en las provincias de León y Salamanca.
El primero es fijo y se encuentra en el punto kilométrico 11,250, a la altura de la localidad leonesa de Palazuelo de Torío, y el segundo es de tramo y está en la Ronda Sur de Salamanca, en el polígono de El Montalvo, entre los puntos kilométricos 91,975 y 92,436.
La longitud del tramo controlado es de 461 metros y el límite de velocidad en ese punto es de 50 kilómetros por hora. Por lo que aquellos conductores que recorran esa distancia deberán hacerlo en, al menos, 33,2 segundos para evitar la multa. Si se completa en menos tiempo, significará que se ha superado la velocidad media permitida y, por tanto, los radares colocados captarán la infracción.
El radar ya está funcionando, registra velocidad y sanciona, sólo que por ahora será a título informativo y no costará dinero. Durante el primer mes de funcionamiento, los conductores que circulen a una velocidad superior a la permitida recibirán una carta informativa advirtiéndoles de que han sido captados por un radar con exceso de velocidad. Pasado este tiempo, el conductor que supere la velocidad será sancionado y recibirá una multa con el importe correspondiente.
33 segundos
es el tiempo mínimo para completar el tramo a 50 km/h y evitar la multa
El radar de tramo funciona con un par de cámaras que controlan el paso de vehículos y miden la velocidad media a la que completan el trayecto, con un reloj que registra la hora a la que pasa cada vehículo por el punto de entrada y de salir. Son muy eficaces porque no miden excesos instantáneos, sino que obligan al respeto continuado de los límites. Así funciona un radar de tramo.
El nuevo radar empezó a instalarse a comienzos del pasado mes de noviembre con la colocación de los poste con las placas solares que alimentan su consumo eléctrico y el soporte para colocar las cámaras y el radar; posteriormente se instalaron las cámaras.
La DGT ha apostado por ellos en los últimos años por su eficacia para reducir la velocidad en tramos de carretera. Hace tiempo que la jefatura provincial tiene sobre la mesa la propuesta para instalar el segundo que tiene Salamanca, tras el de la carretera de Vitigudino. Instalado a finales de 2022, supera las 9.000 multas al año y es el más efectivo de la provincia.
Según explicó en su día el jefe provincial de tráfico, el objetivo de este radar es meramente disuasorio porque «todo el mundo sabe que allí no se puede pasar de 50 kilómetros a la hora, pero si les disuadimos informando de que hay un radar que va a medir su velocidad dentro de la rotonda…, seguro que conseguimos mejores resultados».
El responsable de la DGT en Salamanca denunció que «hemos detectado a gente a 70 kilómetros por hora dentro del anillo de la rotonda. Circulando a esa velocidad es muy complicado que la gente entre con comodidad a la rotonda», afirmó, porque están intimidados al ver que la gente viene a toda velocidad y se piensan mucho cuándo acceder a la rotonda con seguridad.
Para el jefe provincial de tráfico si se consigue que la velocidad dentro del anillo baje, los vehículos podrán incorporarse a la rotonda con mayor facilidad desde los brazos de la rotonda y se reducirá el accidente tipo de esta zona, el denominado por alcance.
Esta es, además, la rotonda con mayor intensidad de trafico de toda la ciudad, con 20.000 vehículos al día y con un gran volumen de tráfico a las horas punta, alrededor de las 8 de la mañana y de las dos de la tarde, «y a esas horas, a la intensidad del tráfico se une el hecho de que el anillo funciona como una centrifugadora».
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