Derroche de 'pelazo y glam' indescriptible en la Plaza Mayor de Salamanca

Precedidos por la polémica de los mensajes 'ultra' de unas camisetas y de sus supuestas exigencias sobre la comida y bebida que debe estar presente en su camerino, lo cierto es que el grupo liderado por Mario Vaquerizo supo calentar a una Plaza Mayor de Salamanca abarrotada de público, que sabía a lo que iba y que se divirtió esperando la salida a escena, una hora después, de Fangoria, con Alaska, pareja eterna de Vaquerizo, y Nacho Canut.

Con un ajustadísimo traje semitransparente y girando en una plataforma, al tiempo de que fuegos de artificio daban luz a sus movimientos, Vaquerizo empezó con fuerza la actuación de un grupo que, como el mismo ha asegurado en alguna ocasión «dicen que no sabe cantar pero que no deja de actuar en todas las ciudades».

Al menos, en su curriculum musical podrá citar que su grupo llenó la Plaza Mayor de Salamanca, porque como el día anterior, las terrazas de los establecimientos hosteleros de la Plaza Mayor tuvieron que ser levantadas, pese a que el Ayuntamiento había anunciado un poco de manga ancha con las terrazas si el aforo de la Plaza Mayor no se completaba.

Con ese ambiente favorable saltaron al escenario dos de los estandartes de la movida madrileña Alaska y Nacho Canut, y cuyo último trabajo, 'Ex Profeso', es aún más ecléctico y sorprendente que sus trabajos previos.

La expectación era máxima y durante toda la actuación de Nancys Rubias, el flujo de gente entrando a la Plaza Mayor para ver a Fangoria con Alaska al frente hacía presagiar lo que al final sucedió… una noche sublime de algo complicado de describir musicalmente, pero que como espectáculo es una bomba.

Lo dicho, que pueden gustar o no gustar, y su estilo se puede catalogar como cualquier persona, más o menos erudita en esto de la música, quiera. Al final, la Plaza Mayor se llenó hasta arriba de chavales, parejas, puretas, madurit@s, despistad@s, curios@s, criticon@s, malpensad@s…, yo que sé. Estaban todos menos tú, que diría Sabina.