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La Navidad está a la vuelta de la esquina, una fiesta llena de luces, música y ambiente navideño para disfrutar en familia o con amigos. Muchos salmantinos salen al frío de la ciudad charra a ultimar las compras de los preparativos para dar la ... bienvenida al nuevo año. Ese calor de hogar no lo sienten muchas de las 400 personas que han pasado de forma pasajera por Salamanca o que viven en sus calles durante todo el año.
Cruz Roja Salamanca es una institución humanitaria y de carácter voluntario que no hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político y se dedica únicamente a socorrer a individuos que tienen algún tipo de necesidad. En Salamanca, existen dos organismos que ayudan a las personas sin hogar, el Centro de Atención a Personas sin Hogar y la Unidad de Emergencia Sociosanitaria (UES).
Daniel Gordo, trabajador social en el Centro de Atención a Personas sin Hogar de Salamanca cuenta cómo pasan estas personas el invierno y en concreto la Navidad, «algunos están más vulnerables pero por lo general son personas solitarias con vínculos familiares rotos y estas fechas las pasan como un día más».
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Es un centro de atención temporal en el que reciben entre un 15 y un 20% de mujeres al año, el resto, la mayoría son hombres con problemas de consumo, toxicomanías o problemas de salud mental. En el caso de las mujeres, lo más común son personas que ejercen la prostitución. Aún así, son muchas las personas que acuden por otros motivos, como por ejemplo, un desahucio, impagos o problemas familiares.
El propio centro les ofrece alimentación y de cara a la Nochevieja, Nochebuena y Navidad, el menú es más elaborado y con las 12 uvas incluidas, «añadimos una comida un poco más especial pero ellos sienten que no tienen nada que celebrar. Nosotros los acompañamos e intentamos que esos días se sientan más arropados», afirma el trabajador social. «Tienen vínculos bastante rotos y desligados, pero en Navidad siempre hay gente que se solidariza más y amigos o familiares los invitan a comer a sus casas o a un restaurante». También cuenta un con servicio dedicado a la higiene personal, «se pueden asear siempre y cuando quieran». Tienen acceso a lavadora-secadora, «es importante que la poca ropa que tienen esté limpia» y acceso a servicio de consignas para que guarden sus pertenencias. Las personas que acuden al centro con su animal de compañía cuentan con un espacio donde las mascotas puede pasar la noche.
«Cuando una persona llega al centro se le detecta si tiene algún tipo de problema, de ser así, tanto el educador social como el trabajador social intervienen de una manera terapéutica. Cuando llegan con un problema concreto como puede ser la ludopatía, la psicomanía o el alcoholismo, nuestra intervención se basa en analizar las causas que le han llevado a acabar así y orientarle a que se ponga en tratamiento». Cruz Roja se coordina con el Centro de Atención a Drogodemendientes y con la psicóloga del programa de VIH Salamanca.
Muchas personas acuden al centro siendo conscientes de que tienen un problema y quieren acabar con eso, se les brinda ayuda médica, orientación laboral y administrativa para que puedan recuperar una vida. «Les facilitamos información porque en algunos casos cobran una pequeña prestación y pueden vivir en una habitación de alquiler o una pensión».
«Nos llegan casos de personas que se ven en situación de calle debido a un desahucio, impagos o problemas familiares, por lo que esto le puede pasar a cualquiera, son la minoría pero también existe este tipo de población».
La Unidad Móvil basa su intervención en un recorrido por la ciudad para detectar y ayudar a personas en situación de calle. El equipo está formado por voluntarios que cinco noches a la semana recorren las calles de la ciudad para dar una cena caliente a quien lo necesite. Tienen varias paradas establecidas para las personas que estén en la calle y no tengan plaza en el centro o no quieran ir a un recurso social. «Se les informa de que pueden vivir en unas condiciones un poco más dignas y el 90% de las personas se acaban acercando a nosotros», destaca Daniel.
El Centro de Cruz Roja cuenta únicamente con 20 plazas, pero en invierno pueden ampliar cuatro camas más de emergencia. «En caso de superar el número de plazas, intentamos que las personas no se queden en la calle y nos coordinamos con casas de acogida».
«Lo que más nos preocupa son las personas que están en una situación de calle con problemas de salud mental y a veces con consumos. En ese caso, resulta muy complicado seguir la pauta médica y tomar la medicación. Se descontrolan y cometen errores que acaban pagando con multas o con prisión».
Por último, Daniel agradece la gran labor de los voluntarios que cada día preparan comida, talleres y actividades y a la Junta de Castilla y León y al Ayuntamiento de Salamanca por financiar la institución y crear en 2018 las nuevas instalaciones del centro que desde entonces son mucho más completas.
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