La llegada adelantada de la borrasca Gerard ha puesto en alerta a toda la provincia de Salamanca que va a seguir enfrentándose a fuertes rachas de viento y espera las primeras nieves de este 2023, que serían las primeras en dos años en el caso ... de la capital. Al tiempo, la provincia mira de reojo a la situación de ríos y embalses ante una posible tercera crecida tras las de diciembre y principios de enero.
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La Agencia Estatal de Meteorología ya lanzó un primer aviso para este lunes sobre fuertes vientos que se han notado en la provincia y en la capital, que ha cerrado parques y la ciudad deportiva de La Aldehuela ante la fuerza de las rachas. La estación de La Covatilla ha registrado una racha de 91 km/h esta tarde y algunas precipitaciones como anticipo de la llegada de un fuerte temporal que se va a manifestar a partir de este martes.
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Según la previsión de la Aemet, la provincia estará en alerta por nieve este martes a partir de mediodía con probabilidad de nieve, lluvias y fuertes vientos, pero con ámbitos diferenciados. En la meseta, lo que incluye la capital, la previsión es de nieves a partir de la tarde-noche con un máximo de 2 centímetros de acumulación. Eso supondría la primera nevada, aunque débil, en la capital desde el episodio de Filomeno en enero de 2021.
En el sistema central, las sierras de Béjar y Francia, la nieve se espera para la tarde de este martes con acumulaciones de hasta 15 centímetros. En la provincia, el último prcedente es de abril de 2022, cuando se produjo una fuerte nevada en las zonas montañosas del sur. En este caso, se beneficiaría la estación de esquí de La Covatilla que todavía no ha recibido nieve y la espera para poder empezar la temporada.
La llegada de más precipitaciones, especialmente en forma de nieve, obliga a vigilar la situación de embalses y ríos. La CHD ya ha puesto en alerta cauces en León y Soria y pide precaución en numerosos ríos, entre ellos, los afluentes de la margen derecha del Tormes.
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El temporal puede aumentar de nuevo el caudal de los ríos y la CDH ha lanzado una advertencia porque, dado al estado de saturación del suelo tras los episodios anteriores, no son descartables avenidas rápidas en cauces de la cuenca, además de los que están en alerta.
En el caso de Salamanca, los principales embalses y ríos han sufrido dos crecidas en las últimas semanas, durante diciembre y a principios de enero. Hoy por hoy, embalses como el de Santa Teresa están al 80% de su capacidad, cerca del límite máximo que puede acumular por seguridad, lo que puede obligar a volver a soltar agua. En los ríos, el Tormes en Salamanca ya tuvo dos picos de más de 210 m3/s y su nivel superó los 2,75 metros, anegando amplias zonas de ribera.
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