El BCE vigila los locales que pasan a pisos y que Salamanca autoriza cada semana

Cada semana, los órganos donde se conceden las licencias de actividad y construcción en Salamanca evalúan numerosas peticiones para segregar locales y convertir oficinas o antiguos comercios en viviendas. Durante 2023 fueron 55 los expedientes de este tipo que pasaron por comisión de Policía y este tipo de obras son bien visibles a pie de calle.

La gran mayoría se convierten en apartamentos y se destinarán a la explotación turística, la salida que muchos propietarios encuentran a locales que no se alquilan. Hace años que Salamanca sufre por el alto número de locales comerciales vacíos sin uso por todos los barrios porque sus dueños no encuentran nuevos empresarios que quieran abrir un comercio. A ellos se han sumado muchos locales que han quedado libres por el cierre de sucursales bancarias y también pequeñas oficinas.

Ahora muchos de esos locales se están convirtiendo en apartamentos, un fenómeno que se ha extendido por toda la ciudad. Inicialmente se aplicó en el centro de Salamanca, pero ahora casi en cualquier barrio se aprecian obras para transformar locales en apartamentos. Incluso se ha dado ya un primer caso en el centro histórico.

La principal consecuencia es la pérdida de tejido comercial en las ciudades. En Salamanca están cerrando muchos comercios y actividades de toda la vida y sus antiguas tiendas o edificios se convierten al uso turístico con la pérdida de personalidad que eso supone.

En su Memoria Anual de Supervisión, el Banco Central reconoce que «donde hay más problemas es en centros comerciales» en materia de mecdao inmobiliario. Cada vez hay más teletrabajo, muchos comercios realizan gran parte de sus transacciones por la vía digital y los puntos de venta pueden sufrir», señala Mercedes Olano, directora general de la Dirección General de Supervisión del Banco de España.

«Estamos viendo mucho la transformación de locales comerciales en viviendas», añade. Y, aunque no es el escenario central, el supervisor advierte de que «si todo el mundo teletrabajara o los comercios dejaran de tener puntos de venta en la calle podríamos tener algún problema en ese sentido».

El peso del crédito inmobiliario comercial en la banca española rondaba el 4% del total de crédito a finales de 2023, frente al 6% en Europa. Pero vigilar las vulnerabilidades resulta clave, por lo que el organismo ha desplegando medidas, tal y como solicitó el BCE, para evaluar «la fase cíclica del mercado y la evolución de los precios de los inmuebles, los flujos de renta generados por ellos y las condiciones y fuentes de financiación en este sector, así como la interrelación con otros sectores económicos y financieros».

Según la información del Colegio de Registradores, con datos hasta el segundo trimestre de 2023, en el último año se ha producido una caída interanual del 2,8% en el número de nuevas compraventas de estos inmuebles.

Al mismo tiempo, en este período se observó un descenso interanual del 24,8% de los nuevos préstamos garantizados por este tipo de establecimientos. «De consolidarse de manera persistente este descenso de la actividad, podría tener mayores implicaciones para los precios de los inmuebles comerciales y para la actividad económica y la estabilidad financiera», indica el supervisor en su Memoria Anual.