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La asociación vecinal Canto Blanco, del Barrio Blanco, siempre ha sido reivindicativa. Su deseo de mejorar la calidad de vida de los vecinos le ha llevado a movilizarse y hacer públicas sus quejas en innumerables ocasiones. Y esos esfuerzos van viendo sus frutos. Así lo ... considera su presidenta, Regina Moreiro, que recuerda la última manifestación, junto con Pizarrales y Capuchinos, para exigir el ampliamente solicitado autobús para comunicar estas zonas con el Hospital. Esperan su puesta en marcha para 2023 por cuestiones de contrato con la empresa adjudicataria, pero al fin lo lograron.
En otras cuestiones también han visto muchos cambios en el barrio. Recientemente han sido mejorados la plaza de Toneleros, varios parques infantiles y otros espacios. También están previstas próximas reformas. «Pero siguen faltando cosas por hacer», apunta Regina.
Sin ir más lejos, está prevista la urbanización de la calle Santa Rita entre las calles Santa Bárbara y San Pascasio. Es una intervención muy necesaria, pero el colectivo vecinal lamenta que no se va a acondicionar hasta Regato del Anís, pese a que ese tramo es el que se encuentra en un estado más lamentable.
El problema es que ese espacio está englobado en el área afectada por el PERI 7 Regato del Anís-Avenida de Salamanca que lleva más de una década sin ejecutarse «porque los dueños de las fincas no se ponen de acuerdo». Con una nave industrial y muchos barros, los vecinos consideran que ofrece una pésima imagen del barrio. «Más vale que el Ayuntamiento se ponga las pilas con eso», critica.
Tampoco se encuentra un uso para los solares municipales del barrio procedentes de las antiguas transferencias de edificabilidad y en los que no se puede edificar. Una vez al año se limpian para eliminar suciedad y riesgo de incendios cuando se seca la flora silvestre que nace en ellos de forma espontánea. Canto Blanco propuso que algunos de ellos se convirtieran en aparcamientos, pero solo uno de ellos será usado para este fin. Sea para lo que sea, a los vecinos les gustaría que se pusieran en valor y no estén desaprovechados.
Si bien es cierto que se han mejorado algunas zonas verdes del barrio, «hay muchos árboles y jardines medio abandonados» e incluso alcorques vacíos o en los que permanece el tocón del árbol que hubo en su momento. La asociación pide un remedio urgente, así como el reverdecimiento de algunas de sus plazas más duras y enlosadas en las que en verano no se puede estar del calor que desprenden. A pesar de estos problemas, Regina mantiene que está contenta con las concejalas de Participación, Almudena Parres, y Medio Ambiente Myriam Rodríguez, porque se sienten escuchados por ellas y ven que ponen «voluntad y empeño».
El parón de la pandemia ha hecho mella en muchas asociaciones vecinales. Canto Blanco no es la excepción. Cuesta retomar participantes en sus actividades y por ello actualmente sólo mantienen dos talleres, de pilates y sevillanas.
Además, a partir de enero tienen previsto lanzar otro de corte y confección. «Vemos que la gente está retomando el interés en hacer su propia ropa. No hay más remedio cuando han subido tanto los precios de todo y no te puedes permitir comprar ciertas cosas», explica la presidenta del colectivo.
El Barrio Blanco cuenta con una población cada vez más envejecida y uno de los problemas que sufren es la soledad no deseada. Preocupados por estas personas, la asociación organiza una vez al mes un encuentro para sacarles de esa situación. Un café y una buena charla son los ingredientes alrededor de los que comparten temas de su interés. Esas conversaciones a veces dan lugar a la búsqueda de un experto que profundice en asuntos que les preocupan o quieren conocer mejor. Por ejemplo, la factura de la luz, que ocupó recientemente otra de esas reuniones.
Las fiestas del barrio, el pasado mes de junio, lograron una alta participación y contaron con un emotivo homenaje a los vecinos mayores de 80 años. Y el próximo acontecimiento festivo tendrá lugar el 5 de enero, tras la cabalgata. Desde el año 2000 la asociación organiza su fiesta de Reyes. Otra ocasión para reunirse y compartir un chocolate con churros en una de las noches con más ilusión del año.
El 2023 vendrá, además, con otro evento muy especial para los vecinos del Barrio Blanco, El Carmen y Pizarrales. Del 11 al 14 de enero la parroquia de Jesús Obrero, junto a los colectivos vecinales de la zona, celebrará un homenaje al que fuera su histórico párroco, Jesús García Rodríguez, fallecido en enero de 2021. Una exposición y dos mesas redondas forman el programa de actos previsto, que culminará el día 14 con una misa y el descubrimiento de una placa en el recién reformado bulevar de Alfareros, que pasará a adoptar el nombre de tan querido sacerdote.
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