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Prometía y ha cumplido. María Toledo, la primera mujer en la historia del flamenco que se acompaña del piano al mismo tiempo que canta, ha deleitado a los salmantinos que aguardaban en la Plaza Mayor para disfrutar de su arte. La cantautora ha presentado su séptimo álbum, 'Vicente', dedicado a su hijo. Con la intención de «celebrar la vida» compuso esta obra y ha conseguido transmitir esa esencia al ágora de la capital.
Desde la fiesta de las bulerías, los tangos y las alegrías a la profundidad de la soleá o la petenera, pasando por cantes como la liviana, serrana, macho y remate de María Borrico o las sevillanas, ha recorrido sobre el escenario letras compuestas desde el sentimiento de la maternidad a la razón de su existir: su hijo Vicente.
La voz flamenca de María, llena de giros y quejíos jondos, ha inundado la Plaza Mayor de Salamanca de fuerza, raza, pasión, entrega y coraje ante la atenta mirada de un público entregado.
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