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La Audiencia Provincial de Salamanca ha absuelto a un joven de un delito de agresión sexual. La víctima, que no recuerda nada desde las tres de la madrugada del día en el que ocurrieron los hechos, denunció al exculpado tras enterarse de que habían mantenido relaciones sexuales y no se acordaba de nada. Eran compañeros del instituto y anteriormente ella lo había rechazado. Sin embargo, esa noche y como dicta la sentencia, tuvieron sexo sin preservativo.
Al día siguiente de darse tales hecho, el joven envió varios mensajes en tono «cariñoso» a su compañera, momento en el que estata comenzó a reconstruir una noche en la que no recuerda nada. Confiesa que bebió lo mismo que en otras ocasiones y que nunca le había ocurrido no acordarse de parte de la noche.
Llegó a la conclusión de que no había sido consentido y en ese mismo momento fue al Hospital acompañada de su madre, donde tuvo un ataque de ansiedad. Bloqueó al varón. Ha recibido tratamiento psicológico.
Entre otros detalles, en la sentencia se tratan momentos que respaldan el evidente estado de embriaguez de la joven, quien no podía abrir la puerta de su casa al llegar, vomitó en el baño y tuvo que ser ayudada a ponerse el pijama y acostarse por un amigo suyo -no el acusado de agresión sexual-. Además, en unas imágenes mostradas cerca del piso de la joven, se puede ver como uno de los amigos lleva a caballito a una persona, previsiblemente la joven.
Al día siguiente, en el grupo de Whatsapp de sus compañeros se envió un vídeo en el que ella misma reconocía que no sabía que hacían dos de sus compañeros en su habitación.
Una de las personas que testificaron era amiga de ambas partes, confesando que por aquel entonces era más amiga del joven. Sin embargo, tras los hechos ocurridos no ha vuelto a tener contacto con el varón y se mantiene como amiga de la víctima.
Además, otra de las amigas de la víctima apunta en su testimonio que «desde el principio su amigo dijo que no quería follar con el acusado y que a este le dio igual su negativa».
La sentencia determina que no hay corroboración al testimonio de la víctima a juicio de los testigos. «Ninguno de los testigos ha manifestado que a todas luces se veía que Vegoña no estaba consciente y no sabía lo que hacía».
«Fue ella la que le dio pie a todo», declara el acusado. Según el joven, a él le daba cosa pues sabía que tenía novio, tras varios intentos de mantener una relación. También le dio apuro que su amigo estuviera al lado. Sin embargo, mantuvo relaciones sexuales con ella, no uso preservativo, pero no llegó a eyacular.
Según la Audiciencia Provincial no queda probado que la víctima se negara a mantener relaciones sexuales, alegando cierta capacidad de autodeterminación conforme al contexto en que se produjero la situación denunciada.
«Desde la perspectiva de un observador imparcial puede considerarse razonable pensar que el acusado pudo no haber percibido de forma clara la ausencia de consentimiento de la joven (por no estar capacitada para prestar un consentimiento libre a la relación sexual) toda vez que está precedida de una conducta en la que la denunciante muestra una capacidad de autodeterminación o que haya incurrido en un error al asumir de forma indebida que existe el consentimiento, dado el contexto en el que se produjeron las relaciones sexuales», dicta la sentencia.
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