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Episodio 9

El médico del dolor

Sergio es especialista en dolor crónico, pero una cosa es saber del dolor y otra conocerlo. Un accidente le ha dejado postrado en una silla de ruedas y esto le unirá, más si cabe, a sus pacientes

Transcripción

PODCAST | EL MÉDICO DEL DOLOR

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: ¿Qué tal? Bienvenidas y bienvenidos a nuestras historias.

MOTOR ELÉCTRICO DE SILLA DE RUEDAS POR PASILLOS DE HOSPITAL

JAE: El zumbido que escuchamos es el que produce un pequeño motor eléctrico. El que impulsa la silla de ruedas de Sergio Maldonado, el protagonista de esta historia. Con ella, recorre veloz los pasillos del hospital santanderino Marqués de Valdecilla.

SERGIO MALDONADO: No hay mucha gente que me coge por el pasillo cuando voy en mi silla.

JAE: Cuando echa el freno, Sergio nos recibe en su consulta.

SM: Hombre. Jose Carlos. Buenos días. Qué tal?

JAE: Es una habitación sobria. Hay una mesa con un ordenador y un espacio separado por un biombo. También hay una camilla para acostar a los pacientes y realizar curas. Y escuchar.

SM: Y ahora hablamos. Toma asiento, por favor.

JAE: Vamos a hablar del dolor.

SM: Sólo existen dos dolores, el insoportable y el ajeno.

JAE: Insoportable, sobre todo, si ha venido para quedarse.

SM: Un dolor que sea pequeño pero que esté todos los días ahí es más limitante que un dolor muy intenso que dura un rato.

JAE: Sergio lo sabe bien, porque a él le ha tocado vivirlo en sesión doble.

SM: Soy paciente y soy médico. Tengo las dos vertientes del mismo problema.

JAE: Tiene 47 años, coordina la Unidad del Dolor de ese hospital y está impedido en esa silla de ruedas.

SM: Entiendo en primera carne, en primera persona, lo que es el vivir todos los días con dolor.

JAE: Eso le ha acercado a sus pacientes.

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ: Y lo que Sergio hizo…

Gentío en el hospital.

JAE: Lo confirma José Antonio Martínez, uno de ellos, que lo conoció en el hospital.

JAM: Ha sido un ejemplo de vida, no solamente para mí, sino para todo el movimiento de personas con discapacidad de Cantabria.

JAE: Sergio le demostró que, además de curarlo, se puede aprender a vivir con dolor.

SM: Esa es la parte que me gusta intentar transmitir y ahora yo creo que me escuchan un poco más.

JAE: Porque piensan que si él lo ha logrado, ellos también pueden hacerlo.

SM: Que el dolor a veces no se cura, que a veces hay que vivir con él y que lo que hay que esforzarse es porque el dolor no sea nuestra vida, será parte de la vida, pero no puede ser toda nuestra vida.

JAE: Esta es la historia de cómo un hombre transformó el peor trance de su vida, el más doloroso, hasta convertirse en uno de los mejores especialistas en dolor crónico de España.

CABECERA: FUERA DEL RADAR, HISTORIAS MÁS ALLÁ DE LA NOTICIA. EN ESTE EPISODIO: EL MÉDICO DEL DOLOR

JAE: Sergio Maldonado es un referente en el campo del tratamiento del dolor. Para contar su historia tenemos que volver unos años antes, volver atrás. Antes de que Sergio conviviera diariamente con su silla de ruedas. Necesitamos un poco de ayuda.

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ: Mi profesión era policía local del Santander…

JAE: José Antonio tiene 49 años. También es paciente del Dr. Maldonado.

JAM: Era totalmente vocacional, hasta que en septiembre de 2014 tuve la desgracia de tener un accidente laboral.

JAE: Camina por los pasillos del Hospital Valdecilla con una muleta. Le duele la pierna.

JAM: En concreto ocho operaciones y y tratamientos intensivos para paliar mis dolores.

JAE: Tiene un 67% de discapacidad reconocido.

JAM: Tengo una hipersensibilidad en mi pierna…

JAE: Su cuerpo no volvería a ser el mismo.

JAM: El roce con cualquier textil o una misma corriente… me tengo que duchar con el agua para que no patine.

JAE: En 2015, un año después de su accidente, le remitieron a la prestigiosa Unidad del Dolor de Valdecilla.

JAM: Había oído hablar muy bien de ella y la verdad que para mi fue una motivación y una luz que tenía la esperanza de que pudieran paliar mis dolores.

JAE: Y allí, conoció a quien le cambiaría la vida. El protagonista de nuestra historia. El Dr. Sergio Maldonado. Sigue contando, el periodista José Carlos Rojo.

JOSÉ CARLOS ROJO: El dolor era casi insoportable. Médico y paciente lo probaron todo para intentar controlarlo.

JAM: Muchos tratamientos intensivos de dolor, lidocaína, ketamina, instalación de neuroestimulador…

José Carlos: Pero las cosas no salieron como esperaban.

JAM: Me sentí un poquitín decepcionado. No en el trato de los facultativos, en este caso de Sergio Maldonado, sino de que parecía que mi dolor se había cronificado y era mucho más difícil de paliar.

PILAR PACHECO: Yo tuve dos operaciones consecutivas fallidas de columna.

José Carlos: Como José Antonio, Pilar Pechero es otro de los muchos pacientes de la Unidad del Dolor que necesitan recurrir a una medicación muy fuerte.

PP: Y bueno, pues después de muchos tratamientos para el dolor, todos fallaban.

José Carlos: Pilar sufrió varias operaciones fallidas de espalda. Esta medicación hace que su agonía sea al menos tolerable.

SERGIO MALDONADO: Según desaparece el fármaco aparece un dolor exagerado

PP: Le decía: «No me quite, no me quite el Tramadol, no me lo quite». Le digo: «Que es vida para mí».

José Carlos: Pero también es una navaja de doble filo. Los opiáceos no son inocentes, neutrales.

JAM: Para mi el tomar tanto medicina me afectaba psicológica, física y las relaciones se veían muchas veces enturbiadas por esa química que irrumpía en mi metabolismo.

José Carlos: Tan importante como el tratamiento es no perder la esperanza en este tipo de situaciones. Mantener el ánimo es vital y Sergio, su médico, se lo recuerda.

JAM: Me ha dicho: «Qué hacemos contigo? Jose. Tú no te preocupes que la medicina avanza y juega a nuestro favor».

SONIDOS DE MOTOR DE MOTO

José Carlos: Entonces ocurrió algo que lo cambiaría todo.

JAM: Apareció una foto en un reportaje del 2022 que me llegó al alma el contenido del mismo.

José Carlos: El protagonista de la noticia era su doctor, Sergio Maldonado.

SM: Salía de trabajar. Había sido un día bastante bueno…

NG: Es la noche del 19 de mayo de 2020.

SM: Habíamos podido descansar un par de horas por la noche.

NG: Está disfrutando de la carretera.

SM: Yo soy un motero apasionado y me iba en mi moto a casa lentamente, tranquilamente.

NG: Pero la mala suerte le espera a la vuelta de una curva.

SM: Me puse a adelantar al coche que tenía delante y cuando estoy paralelo a él, éste a su vez, se pone a adelantar al coche que teníamos los dos delante.

SONIDO CLAXON Y ACCIDENTE

José Carlos: Un estruendo de metales retorcidos resuena en todo Parbayón, un pequeño pueblo de Cantabria. Fue cosa de un segundo.

SM: No me ve, me golpea de forma lateral, me encaja entre el coche y el guarda raíl y a partir de ahí salgo proyectado.

José Carlos: Sergio no pierde el conocimiento en ningún momento y sale despedido.

SM: El vuelo se hace eterno. Es un vuelo que parece que no va a acabar nunca…

José Carlos: En ese momento se para el tiempo.

SM: Ese momento es como la calma previa a la tormenta, porque sabía que me iba a doler.

José Carlos: La caída es fatal...

SM: La adrenalina no hizo que me doliera, pero noté rápidamente como me faltaba el aire porque me había doblado el tronco a la altura de medio pecho…

José Carlos: Y las consecuencias son nefastas.

SM: Y ahí fue donde se produjo mi lesión medular.

José Carlos: Con su experiencia de médico, el doctor Maldonado se autoexplora las lesiones.

SM: Empecé a ver que movía las manos. La izquierda me dolía mucho, luego tenía una fractura triple… y me di rápidamente cuenta de que no sentía nada de medio pecho para abajo. Sabía lo que suponía, no me cabía duda…

José Carlos: Es inevitable temerse lo peor.

SM: Recuerdo perfectamente como pensé: «¡Mierda, no!». Y efectivamente fue que sí una lesión, una lesión medular incompleta para mi suerte, pero una lesión medular significativa.

José Carlos: También tiene un pulmón aplastado.

SM: Empecé a tener los síntomas de la parálisis del diafragma. Empezaba a faltarme un poquito el aire.

SIRENA DE AMBULANCIA

José Carlos: Minutos después llegan los sanitarios del 061, le estabilizan y le trasladan al hospital.

SM: A la tarde noche me operan, me estabilizan la columna, luego me tienen que hacer una politransfusión. Sangro en exceso, me tienen que hacer muchas transfusiones…

José Carlos: Los cirujanos lograron estabilizarle.

SM: La vorágine de la UCI, que es un momento en el que estás tremendamente seguro, enormemente vigilado, muy bien cuidado, pero es un momento de incomodidad permanente…

José Carlos: La intensidad del dolor es insoportable.

SM: A ratos despierto, a ratos con las medicaciones sedantes, no sabiendo muy bien y estando desorientado.

José Carlos: En un momento de lucidez empezó a masticar todo lo que le había sucedido. Se imaginó impedido en una cama, convertido en una carga para los demás. Pensó en lo peor…

LATIDO DEL CORAZÓN

SM: Le pedí a mis médicos que me dejaran morir porque el dolor era demasiado sufrimiento.

José Carlos: Ni siquiera los fármacos lograban calmarle.

SM: El sufrimiento. El dolor me lo controlaban, pero el sufrimiento no te lo podía quitar nadie.

José Carlos: Necesitaba que alguien le recordara que su vida no le pertenecía sólo a él; sino también a su familia.

SM: Quién me mantiene con ganas de vivir es mi mujer que se pasa los nueve días de la UCI con una mano agarrada a mí. Es la que me sacó del hoyo, en el sentido de querer seguir luchando.

José Carlos: La que le hizo reaccionar.

SM: No quería verme como un dependiente. Y es muy duro y es algo difícil. Como dice mi mujer, que es muy pragmática, me dijo: «Tonterías las justas, tira para adelante».

José Carlos: Pasado lo peor en la UCI, y durante el periodo de convalecencia en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, ella estuvo siempre ahí.

SM: Delante mío, mi mujer tenía siempre una sonrisa, aunque se le veían las lágrimas.

José Carlos: Sergio se mantiene entero cuando habla de todo esto pero ella se emociona con las primeras palabras.

SM: Entre la penumbra de las drogas por la medicación y mi mujer la ha vivido tan vívidamente que yo creo que es un trago que a mi me ha costado menos pasar que a ella.

José Carlos: La misma esperanza que Sergio inculca a sus pacientes es la que le ayudó a tomar otra decisión vital tras su accidente. La primera había sido seguir con vida y la segunda fue volver a trabajar.

SM: Puedo ver pacientes. Tengo manos para explorar, tengo cabeza para pensar y unos años de experiencia en algo que me gusta; como es el dolor.

José Carlos: Ya está, no necesitaba más.

SM: Si recupero algo será bienvenido pero con lo que me queda... Esa frase es: 'Con lo que me queda', puedo trabajar, puedo ver pacientes.

José Carlos: Está en su naturaleza.

SM: Quiero ser una persona que aporte, que siempre ha estado en mi forma de ser.

José Carlos: Aunque no todo el mundo estaba de acuerdo.

SM: Muchos médicos decían que no iba a ser factible, que en estas circunstancias no iba a poder.

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Muchos iban a desconfiar. Compañeros, familiares e incluso la propia gerencia del hospital. No se lo iban a poner fácil; aunque a Sergio le quedaban fuerzas para batallar en este nuevo frente, incluso después de todo lo sufrido, de todo el dolor acumulado.

SM: No sabía hasta dónde iba a poder llegar pero sabía que volvía a trabajar.

JAE: Sergio Maldonado había tomado una decisión. Lo iba a conseguir. Iba a regresar y lo iba a hacer convertido en mejor médico de lo que era, precisamente, como consecuencia de todo lo vivido. Ese era su reto.

Una pausa y retomamos el relato.

PAUSA

GENTÍO DE HOSPITAL

JAE: Un médico especialista en dolor tiene que enfrentarse a su propio cuerpo maltrecho.

Testimonio pacientes: Aquel médico que siempre me había atendido tan bien y que tanto interés había otorgado a mi curación, había sufrido un accidente de moto.

JAE: Transcurridos dos meses del accidente trasladaron a Sergio al Hospital de Parapléjicos de Toledo. Un día se presentó en su habitación un trabajador social que comenzó a explicarle a su mujer todo el papeleo que iba a ser necesario para poder seguir adelante. Porque, pese al dolor, pese a las terribles secuelas, el hombre tenía un empeño…

SM: La solicitud de la discapacidad por la minusvalía y la incapacidad laboral. Dice mi mujer: «No, no, si Sergio va a volver a trabajar».

JAE: El psicólogo se quedó perplejo. No comprendía que quisiera regresar al trabajo.

SM: «No, no, si tengo claro que voy a trabajar. No, no, yo con esto, con esto puedo trabajar».

JAE: Tuvo que pelearlo incluso en los tribunales.

SM: Hablo con los médicos rehabilitadores de de la 'Mutua', en este caso porque fue accidente laboral, in itinere. Y les dejo claro que no voy a aceptar la incapacidad laboral.

JAE: Y venció; Sigue contando la historia José Carlos Rojo.

José Carlos: Venció pero con matices. Porque el regreso venía con condiciones. El doctor Maldonado no iba a poder hacer ciertas cosas.

SM: Básicamente las guardias de 24 horas, porque físicamente el dolor me lo impide y porque no puedo correr por los pasillos.

José Carlos: Al final, siempre termina pagando un peaje.

SM: Voy a trabajar y cuando acaba el día pido socorro, necesito descansar, tengo dolor.

José Carlos: Su dolor es muy común en lesionados medulares. Lo llaman dolor en cinturón, o dolor en banda.

SM: Una sensación de tener un cinturón que te aprieta el pecho a ese nivel. En mi caso es, digamos, en medio del tórax.

José Carlos: Es una dolencia que no se queda quieta.

SM: Muchas veces casi todo ese dolor se desplaza un poquito, con el tiempo, el dolor baja un poquito la cintura, que es mi caso.

José Carlos: Para muchos pacientes que sufren un mal parecido es algo que termina por arruinarles la vida.

SM: En ocasiones pierden su trabajo o dejan de trabajar porque les duele y se quedan encerrados en su casa mirándose el ombligo o mirándose el dolor…

José Carlos: Muchos no ven una salida. Por eso cuando contó su historia en junio de 2022, a muchos les llegó al corazón. Es el caso de Jose Antonio y Pilar Pechera que hemos conocido antes.

JAM: Una frase que que me llegó y que me hizo pensar, dijo que él prefería tomar mucha menos medicación y estar más lúcido y poder hacer una vida más completa y más llevadera.

José Carlos: Sergio lo tiene claro.

SM: Porque el dolor a veces no se cura, a veces hay que vivir con él y que lo que hay que esforzarse es porque el dolor no sea nuestra vida; será parte de la vida pero no puede ser toda nuestra vida.

José Carlos: Y Jose Antonio, el antiguo policía, no lo pensó dos veces.

JAM: Inmediatamente me puse en contacto con él y lo primero que hice fue, por supuesto, mostrar todo mi ánimo y apoyo por el triste suceso.

José Carlos: Se volvieron a poner manos a la obra.

JAM: Y a raíz de eso, de la mano de Sergio empezamos un destete de medicina para intentar con la medicación y la toxicidad de mi cuerpo poder saber hasta dónde podíamos llegar y controlar el dolor de esa forma.

José Carlos: El reto era enorme.

JAM: En ese momento tomaba diariamente unas 31 o 32 medicaciones.

José Carlos: Esta vez tendrían otro enfoque. Un cambio radical en la forma de entender su condición.

JAM: En septiembre de 2022, empezamos un proceso de bajada de medicación que a día de hoy se ha traducido en que tomo 1/3 de medicinas sintiendo el mismo dolor.

José Carlos: Fue, por así decirlo, algo parecido a una revelación.

JAM: Lo que Sergio publicó ha sido un ejemplo de vida, no solamente para mí, sino para todo el movimiento de personas con discapacidad de Cantabria.

José Carlos: Aquel reportaje, que fue galardonado con el Premio de la Fundación Grünenthal, ha dado la vuelta al país.

SM: Muchos pacientes lo han leído, les ha resultado inspirador y les ha motivado.

José Carlos: Una página, una simple página de periódico, sirvió para cambiarle la vida a decenas de pacientes.

SM: Por el que hoy estamos hablando, porque yo en la medida que puedo llegar a mis pacientes me siento realizado.

José Carlos: Y es que Sergio entiende mucho de dolor.

SM: Ese dolor de diez lo soportamos pero un dolor de seis o de siete que está hoy, mañana, pasado, dentro de un mes o dentro de un año: exaspera, consume, genera cambios de humor…

José Carlos: Aún así se siente un afortunado.

SM: Tengo la suerte de que con dosis no altas controlo el dolor…

José Carlos: Pero todo medicamento tiene sus efectos perniciosos.

SM: Si la subo un poquito para tener el dolor totalmente controlado, empiezan a hacerme los efectos secundarios, que principalmente son la somnolencia o la pérdida de capacidad de concentración.

GENTÍO EN EL HOSPITAL

José Carlos: Ahora, cuando los pacientes abren la puerta de la consulta del doctor Maldonado, les resulta más fácil pensar que ellos también pueden vencerle el pulso al dolor.

SM: Cuando me ven en la silla ahora se dan cuenta de que les entiendo como nadie o como muy poca gente puede entenderles.

José Carlos: Sergio dispone de varias armas. De su experiencia, de su determinación y… de su sentido del humor.

SM: Es tan importante que le quitemos hierro a un asunto tan serio como es el dolor, que nos roba tanta calidad de vida, que tenemos que intentar ignorarlo. Y a veces partimos de la risa, del humor o del chascarrillo fácil.

José Carlos: Tiene sus propias bromas.

SM: En vez de decir que soy una persona parapléjica en silla de ruedas. Lo que prefiero decir es que ahora soy más rápido cuesta abajo.

José Carlos: A veces un médico por cuestiones de salud les tiene que decir a sus pacientes que tienen que perder peso…

SM: Y mucha gente me contesta que no come nada. Yo prefiero usar el humor y les digo que el único gordo que está de comer en España soy yo. El resto retiene líquidos. Yo retengo sólidos. A mí se me pegan los chuletones… y entonces la gente lo entiende como tal.

JAM: La verdad es que el comentario tan gracioso que me dijo: «Es que tú tiene mucho tocinillo, va a costarme meter el neuroestimulador»

José Carlos: Es una forma de desdramatizar las intervenciones.

Testimonio pacientes: Porque la verdad es que hasta en esos momentos nunca te deja de tener la sonrisa en la boca.

José Carlos: Sergio es muy consciente de que el humor es un medicamento más; pero sin efectos secundarios.

SM: Una forma de ver el dolor que mezcla entre mi forma de llevar las cosas, a veces con un humor real, a veces con un humor forzado y otras veces con la sensación de decir: «Hay que tirar palante, que es lo que les intento transmitir».

MÚSICA RADAR DE DESPEDIDA

JOSÉ ÁNGEL ESTEBAN: Pilar Pechero y José Antonio Martínez, se encuentran con Sergio a la entrada del hospital.

PP: Bueno, bueno. Luego él te dice: «Mamá, que no me cojas, que no puedes».

JAE: La experiencia de Sergio Maldonado les ha cambiado radicalmente la forma de relacionarse con el dolor.

JAM: Me siento muy orgulloso porque desde el 19 de diciembre hasta el día de hoy he bajado 30 kilos. Fuerza de voluntad, sin duda, pero también yo creo que es el dejar la influencia de la toma de fármacos.

PP: No he dejado los opiáceos totalmente, pero lo tengo controlado.

JAE: Hacía tiempo que no se veían y esa excusa les sirve para hablar un poco de todo. La hija de Sergio cumple años, y eso les hace ser conscientes del paso del tiempo.

PP: Sí, pero luego se hace mayor. Y la verdad, la adolescencia es horrorosa.

SM: Una y la mía cumple 11 años y.

PP: Ay! te queda poco Sergio...

JAE: Los dos adoran a Sergio porque para ellos es más que su médico.

PP: Entro por la puerta de la consulta sin por dios, los demás médicos eh? Que para nada, que son también maravillosos todo lo que quieras, pero es poder decirle las cosas sin buscar una palabra adecuada.

JAE: Alguien que les mira de igual a igual…

JAM: Le ha dado un plus de empatía, de cercanía y de deseo de poder ayudar a todas las personas que nos vemos inmersos en estas situaciones.

JAE: Que se ha convertido en una especie de salvavidas…

JAM: Muy agradecido a Sergio Maldonado y muchísimas gracias por todo, Sergio.

PP: Y dar las gracias. Y si sigo lloro de emoción.

JAE: Seguramente Sergio Maldonado antes del accidente era la misma persona, pero ahora…

Conversación entre ellos: Aunque sea duro, la verdad es que cada uno nos ponemos a cada uno en nuestro lugar. Ves que eres capaz de cosas que creías que no podías.

MOTOR ELÉCTRICO SILLA DE RUEDAS

JAE: El doctor Maldonado enfila de nuevo los pasillos del hospital Valdecilla con su silla de ruedas motorizada. Saluda a compañeros y a pacientes y se siente bien.

Una vez superado el que probablemente haya sido el peor bache de su vida, sabe que ya nada, absolutamente nada, volverá a detenerle. Dice que tiene la alegría de un adolescente risueño.

SM: Intentando que la gente vea que se vive con dolor, pero que se vive; porque lo otro no es vivir.

JAE: Este ha sido un episodio más de Fuera del Radar, el primero de nuestra tercera temporada. Gracias a José Carlos Rojo por escribirlo. Fuera del Radar es podcast narrativo que se mueve más allá de la noticia. Soy José Ángel Esteban. Gracias por escuchar.

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Jueves, 15 de junio 2023, 00:16

Sergio Maldonado es médico y paciente en una sola persona. Un grave accidente de tráfico le lesiona la médula, le deja sin poder caminar y casi acaba con su carrera. Ahora que sufre el dolor en sus propias carnes, cambiará su visión de cómo enfrentarlo. ... En ocasiones menos medicación significa más dolor, pero una vida más plena.

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Créditos

  • Una historia de José Carlos Rojo

  • Edición Luis Gómez Cerezo y Carlos G. Fernández

  • Producción técnica Pablo Bermúdez e Íñigo Martín Ciordia

  • Diseño sonoro y mezcla Rodrigo Ortiz de Zárate

  • Ilustraciones Gustavo Magalhães

  • Dirección y producción ejecutiva José Ángel Esteban