Sabina: «La poesía me interesa mucho más que la música»

La cinta es el resultado de 13 años de trabajo durante los cuales León de Aranoa se ha confundido con la gente de Sabina hasta mimetizarse con su tropa. Cámara en mano, graba momentos íntimos del artista, sus miedos, una fecunda y jubilosa madrugada de composición nimbada por el humo del tabaco y la euforia etílica; la cogida de su amigo y torero José Tomas en Aguascalientes (México), un momento en el que Sabina aparece demudado; el homenaje que le rinde su pueblo, Úbeda, con el que acaba reconciliándose; la agónica espera antes de ofrecer un concierto; las noches de farra en compañía de mariachis…

Mucho tiempo ha pasado desde que Sabina acuñó esa estampa de «borrachín, putero y noctámbulo», un arquetipo ya muy alejado de la realidad y que el propio interesado considera una «caricatura». «No siento que mi poesía esté minusvalorada. Mi libro de cien sonetos, según me dice mi editor, Chus Visor, es el más vendido de todo su catálogo, en el que figuran Gonzalo de Berceo y Lope de Vega. En mis canciones hay más y mejor poesía que en mis versos».

Con su vaso de whisky o copa de tequila, según convenga, y sus palabras enhebradas de tabaco, el hombre del bombín desvela sus debilidades en la cinta de Aranoa. Sabina no se arrepiente de la vida de excesos, de las rayas de cocaína esnifadas, droga a la que puso punto y final cuando sufrió un leve infarto cerebral hará más de 20 años, y admite que en cierta medida su mujer, Jimena, ha puesto orden su existencia. Más descreído, el compositor confiesa su desencanto. «Ahora ya no soy tan de izquierdas, precisamente porque tengo ojos y oídos y cabeza para ver lo que está pasando, que es muy triste».

Brinda por la victoria de Lula en Brasil, aunque reconoce el «fracaso feroz del comunismo. «El lenguaje, a través de las redes sociales y la tecnología se está degradando muchísimo. El otro día pensaba que estaba demasiado pesimista y me esforcé por acordarme de las cosas buenas que habían pasado en el siglo XXI. Se ha conseguido pronto una vacuna contra la covid. Y la única revolución que avanza es el feminismo y el movimiento LGTBI. Por si fuera poco, ha surgido un nueve héroe, Zelenski, y Morante de la Puebla ha toreado cien corridas».

Después de la desgana en que cayó con la irrupción de la pandemia, Sabina está reviviendo. Le domina la euforia y está emocionado porque le dicen cosas muy hermosas a propósito de su documental. «El comentario que más ilusión me ha hecho ha venido de Javier Bardem, que dijo que daban ganas de ser amigo mío». Está encantado con su amigo Leiva, que ha compuesto la banda sonora de la película y producido su disco, 'Contra todo pronóstico', que estará disponible el año que viene.

Ha dicho muchas veces que la gira que acometía iba a ser la última, cosa que al final han desmentido los hechos. Se habló mucho de su despedida cuando cayó al foso en un concierto, no se sabe si deslumbrado por una luz o por haberse enredado el pie en un cable. «No sé ni yo mismo si es la última o la penúltima. Lo que sí sé es que salir de gira e ir por Latinoamérica me cura todas las tonterías».