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David Trueba y David Verdaguer como el cómico Eugenio en el set de 'Saben aquell'. Quim Vives
David Trueba resucita a Eugenio, el cómico que no nació para serlo

David Trueba resucita a Eugenio, el cómico que no nació para serlo

David Verdaguer se metamorfosea en el humorista catalán en 'Saben aquell', una película cuyas primeras imágenes se han desvelado en San Sebastián

Oskar Belategui

San Sebastián

Lunes, 25 de septiembre 2023, 15:43

Cuenta David Trueba que Eugenio lo tenía todo en contra para hacer reír a los demás. «No era un tipo luminoso, sino un hombre tímido con dificultades de comunicación. Ni su físico le ayudaba a ser humorista», explica el director. Sin embargo, Eugenio Jofra i ... Bafalluy (1941-2001) permanece en la memoria de varias generaciones gracias al humor que patentó con elementos mínimos. Un taburete, la camisa negra abierta hasta el pecho por el que asoma un cadenón de oro, un vaso de whisky y un cigarrillo en un escenario desnudo con luz cenital. Antes de que hubiera ningún debate sobre el bilingüismo, su voz nasal y cavernosa introdujo el catalán en todos los hogares de España: «¿Saben aquél que diu?».

Trueba ha presentado en San Sebastián diez minutos de 'Saben aquell', el biopic sobre el cómico catalán que Warner Bros estrenará en cines el 1 de noviembre. Todavía están en el proceso de mezclas, pero las imágenes revelan el empaque de producción de una cinta que recrea la España de los 70 y 80, deteniéndose en el mundillo televisivo; hasta sale el 'Un, dos, tres...', con Miriam Díaz Aroca de presentadora y el director Paco Plaza como Chicho Ibáñez Serrador. David Verdaguer, ganador del Goya a mejor actor de reparto por 'Verano 1993', se metamorfosea en el humorista (la voz es clavada, ayudada por centenares de Ducados), mientras Carolina Yuste encarna a su primera mujer.

Carolina Yuste y David Verdaguer en 'Saben aquell'.

Eugenio fue un cómico que jamás se permitió ni una sonrisa: sabía que «el humor verdadero procede de la tragedia», tal como resumió en una entrevista. Un documental disponible en Filmin reveló hace cinco años la vida de un hombre que brillaba en el escenario pero se consumía fuera de él. La noche barcelonesa, las mujeres, la cocaína, el cáncer, una fortuna dilapidada y hasta el esoterismo (llegó a construirse una pirámide en su jardín) se suceden en su biografía. «Alguien que hizo reír a tanta gente murió de pena», concluían sus hijos. Eugenio había olvidado los 50.000 chistes que escribía a mano cuando se desplomó tras cenar en la pista de baile del restaurante Oliver y Hardy. Tenía 59 años.

'Saben aquell' se detiene cuando Eugenio está en la cima de su éxito y no muestra su decadencia. «No abarcamos toda su vida porque la narración está reñida con la biografía completa de las personas, con la Wikipedia», justifica Trueba. «'Hamlet' o 'El rey Lear' no abarcan desde el nacimiento hasta la muerte, sino que atrapan el momento en el que se produce la esencia de una vida».

En Eurovisión

Esa esencia, en su caso, adopta la forma de Conchita Alcaide, su primera mujer. A los 17 años, recién llegado de la mili, Eugenio trabaja en un taller de joyería. Quema las noches y conoce a una andaluza de Aracena que soñaba con dejar su oficio de delineante y triunfar en los escenarios. Anula la boda con su novia y aprende a tocar la guitarra para acompañarla venciendo el miedo escénico. Se casan en 1967 y forman el dúo Els Dos, cantando en catalán en pleno auge de la Nova Cançó. Graban varios singles con Belter y llegan a las semifinales de Eurovisión el año de Julio Iglesias y 'Gwendolyne'.

David Verdaguer y David Trueba en el rodaje de 'Saben aquell'.

Cuando Conchita se tiene que ausentar durante dos semanas de Barcelona, convence a Eugenio de que actúe solo. A su vuelta, se ha convertido en un fenómeno del humor underground de la ciudad. La pareja, que ya tiene dos hijos, compra el pub Sausalito y perfecciona el show. Las colas cada noche dan la vuelta a la manzana. Eugenio es una celebridad en Barcelona. Arranca sus chistes con el «saben aquél que dice» por el temor a que alguien del público ya conociera el chascarrillo. En 1979 graba con sus propios medios un casete que se agota en gasolineras y mercadillos. En plena era del destape, tiene claro que jamás tocará el sexo ni la política. El día que Conchita murió de un tumor en el pecho en 1980, Eugenio no renunció a actuar enValencia.

David Trueba confía en la fuerza de una historia de amor incluso para quienes nunca escucharon sus chistes en un casete. Compara al cómico con Cole Porter, un artista capaz de componer canciones bellísimas mientras su vida era un infierno de dolor y alcohol. «Para mí Eugenio es un héroe, porque hacía reír cada noche a los que tenía delante sin importarle su sufrimiento. Esta es una historia que atraviesa el dolor hasta el humor».

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