Dario Argento recibe el Gran Premio Honorífico del Festival de Sitges

Argento, responsable de títulos tan significativos del género como 'El pájaro de las plumas de cristal', 'Cuatro moscas sobre terciopelo gris', 'El gato de nueve colas' o 'Suspíria', que le han supuesto un lugar de honor dentro del fantaterror, sigue en plena forma y tras una pausa de 10 años ha regresado con mucho vigor, estrenando en este Sitges 2022 'Occhiali neri', un thriller protagonizado por su hija, la actriz Asia Argento, en torno a una joven que perdió la vista, y que encuentra a un guía en un niño chino. Juntos intentarán acabar con un peligroso asesino en serie a través de las zonas más oscuras de Italia.

«Se trata de un guion que escribí hace veinte años y que olvidé completamente cuando pasó la oportunidad de filmarlo», ha recordado Argento. «Tiempo después lo encontró mi hija Asia, y al volverlo a leer me pareció que tenía posibilidades. Valía la pena volver a intentar hacerlo. Durante el confinamiento con la pandemia, modernicé el guion adaptándolo a la actualidad. Por suerte, una vez que lo leyeron los productores, no hizo falta insistir mucho para convencerles. Fue sorprendentemente simple y fluido levantar la película».

El director ha valorado el momento que atraviesa actualmente el género: «El cine de terror es como el mar. Sube y baja, viene y va, como las olas, es un movimiento que cambia en función del espíritu del mundo. En este momento me interesa el cine que viene de Oriente, de Corea, de Japón... Yo siempre he seguido mi estilo, y creo que, de este modo, también he inspirado a otros directores a la hora de hacer cine». Y mirando a su alrededor sobre lo que se puede encontrar hoy en el fantaterror, asegura: «Estas películas de hoy tienen una factura técnica impecable, pero les falta algo que sí tenía el cine que hacíamos en los setenta y ochenta. Aquellas fueron décadas muy psicológicas, y eso también se reflejaba en las películas: contaban con una sólida base psicológica a partir de la cual se construía el terror. Por eso funcionaban tan bien. El cine de hoy es muy impactante, con muchos efectos especiales, pero no tiene la misma profundidad psicológica. Es un cine artificioso, no tiene tanto espíritu». Y lamenta la decadencia del género en su país: «En Italia en este momento es importante la comedia. Todo el mundo hace películas cómicas. Quizás sea porque las películas fantásticas son muy costosas, y en cambio la comedia es simple. El cine fantástico en Italia está prácticamente muerto», y se explica: «No es que el momento actual sea menos propicio para realizar ese tipo de cine, no menos que hace cuarenta o cincuenta años. El problema es que, a menudo, falta talento e imaginación para llevar a buen puerto películas de terror».

Y sobre su estilo dice: «Mis películas siempre han sido muy oníricas, inspiradas mucho en las lecturas de Sigmund Freud, que me enseñaron a buscar en mi interior lo que quería contar, expresado casi visceralmente, algo automático como pasaba con los surrealistas. Yo siempre he hecho lo que me ha dado la gana. He confiado en mi intuición y he seguido el camino que mi corazón me dictaba. Creo que también he conseguido permanecer ajeno a las influencias de los demás, lo cual es importante para cualquier artista», sentencia.

A Dario Argento se le ha podido ver como actor este año en 'Vortex', del franco argentino Gaspar Noé: «ha sido una experiencia hermosa y muy interesante», asegura. «Pero mi relación con Noé es un secreto, quda entre él y yo». Y al cineasta no le faltan proyectos en su agenda. Comenta que tiene sobre la mesa un proyecto británico y otro coreano, del que no desvela más detalles.