Crítica de 'Irati': más cerca de 'Legend' que de 'Excálibur'

Nunca antes se habían visto con tanta majestuosidad los paisajes que nos rodean. El juego con la luz es excelso, también en interiores, iluminando una ambientación excepcional donde brilla el vestuario de Nerea Torrijos, premiada con un Goya por su trabajo en 'Akelarre', con algunas soluciones arriesgadas. Todo casa en un espectáculo visual donde la música subraya los instantes más emotivos de una propuesta que apela a los sentidos. Maite Arroitajauregi y Aránzazu Calleja, también galardonadas con un Goya, firman una banda sonora original que arropa el trabajo actoral de Eneko Sagardoy, cuya fuerza dentro del encuadre hace temblar por dentro. Le acompaña la debutante Edurne Azkarate, de futuro prometedor. Su rol, la misterioso Irati que da nombre a la peripecia, es el más singular de una historia de amor que deja poso y ofrece a la audiencia un importante despliegue de medios, con efectos visuales apabullantes, propios de una producción de altura de espada y brujería.

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'Irati' verá la luz en las salas en febrero del año que viene. Es cine de aventuras, con una base romántica que le acerca más a 'Legend' que a 'Excálibur', poco que ver con la reciente 'The Northman' y su sentido de la épica, aquí menos impostada, más terrenal y extraordinaria. La película, escrita por el propio Urkijo Alijo inspirándose libremente en el cómic 'El ciclo de Irati' (Juan Luis Landa y J. Muñoz Otaegui), comienza con una sanguinolenta batalla que deja el listón en alto. La asombrosa pirotecnia final no deja indiferente, cuando la madre naturaleza se revela imponente, enfatizando un poderoso mensaje humanista y ecológico, de plena actualidad. Provoca un escalofrío. Corre el siglo VIII, cuando el cristianismo se entiende por Europa arrollando cualquier creencia pagana. Las brujas y criaturas asombrosas habitan en la montañas y el corazón del bosque. Interactuar con ellas resulta inevitable para los protagonistas, con alguna sorpresa inesperada. Pactos mágicos, conspiraciones y revelaciones se funden en un abrazo. Lo que importa son las sensaciones.

Cabe resaltar que 'Irati' tuvo su gran premiere en Sitges el mismo día en el cual se presentaba otra producción vasca con excelente resultado, 'Unicorn Wars'. Son dos visiones completamente diferentes estéticamente, pero ambas apuestas critican la deriva de nuestra especie. La salud de nuestro cine, creativamente hablando, es notable. Que coexistan dos filmes tan diferentes es un signo más del sugestivo momento artístico en el cual vivimos. El pasional Urkijo Alijo ha tardado un lustro en levantar y estrenar su última obra, pero lo ha conseguido, ha llegado a la meta cogiendo aire y ya puede saborear el éxito. Ojalá no tarde tanto en volver a encandilar a la platea. 'Irati' inaugurará la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, el marco ideal para avanzar terreno de cara a la taquilla.