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La actriz Ana de Armas en el Festival de San Sebastián. Efe
Ana de Armas protagoniza 'Blonde': «Antes controlaban tu vida los estudios y ahora lo hacen las redes sociales»

Ana de Armas: «Antes controlaban tu vida los estudios y ahora lo hacen las redes sociales»

La actriz hispano-cubana se transforma en Marilyn Monroe en 'Blonde', un filme de Andrew Dominik que Netflix estrenará el 28 de septiembre

Oskar Belategui

San Sebastián

Sábado, 24 de septiembre 2022, 16:29

Ana de Armas (La Habana, 1988) se llamaba Ana Celia de Armas cuando, en 2006, vino a Bilbao a promocionar 'Una rosa de Francia', un melodrama retro de Manuel Gutiérrez Aragón ambientado en la Cuba de los años 50. «La cámara adora su fascinante rostro», ... escribió este periodista alabando la labor de aquella chiquilla de 16 años que trabajaba por primera vez como actriz. Al año siguiente llegó la serie que la hizo popular, pero que al mismo tiempo se convirtió en una pequeña losa, 'El internado'. Después, Ana de Armas hizo las Américas y enlazó pelotazos como 'Blade Runner 2049', 'Puñales por la espalda' y '007. Sin tiempo para morir'.

'Blonde' es otra cosa. La película que puede llevarle al Oscar a la actriz hispano-cubana la transforma en Marilyn Monroe y en la persona que encarnaba al mito, Norma Jeane Mortenson. El director Andrew Dominik se inspira en la novela de Joyce Carol Oates, alejándose del biopic tradicional, y reivindica a la mujer torturada y sojuzgada detrás de la estrella. La entrega de Ana de Armas en un filme de tres horas es total, tanto cuando recrea escenas icónicas de películas de Monroe, como cuando sufre por culpa de una madre trastornada, un padre al que nunca conoció y una industria que la condujo al suicidio. 'Blonde', la película sorpresa del Zinemaldia, se estrenará en Netflix el 28 de septiembre.

-¿Ha identificado la vida de Marilyn con lo que ha vivido usted como actriz?

-Algunos le ha preguntado a Andrew que cómo había abusado así de mí. Hemos tenido coloquios en Estados Unidos y la gente se ha referido a mí como Norma Jean. Se repite el patrón, el sentimiento de protección y de querer sacarme de las garras del monstruo que ha hecho esta película. Es contradictorio decir que el personaje que está en todas las escenas está bien y la película. Si hubiera hecho una película donde se continuara perpetuando esa idea del romanticismo en sus relaciones significaría que seguimos explotando la imagen del icono. No he vivido experiencias tan intensas y traumáticas en la industria como ella. 'Blonde' me ha dado la oportunidad de usar todas esas cosas que tengo dentro de mí y que no había podido expresar en otros trabajos. Marilyn quería ser valorada como actriz y como intelectual, quería tener mejores oportunidades. Se le dieron todos estos personajes y se encasilló en el infantilismo sexualizado. Ella realmente podía haber hecho personajes dramáticos increíbles, era talentosísima. Esas ganas de construir tu carrera las entiendo, he estado en esa situación de una manera u otra. Cuando empecé a construir el personaje vi los paralelismos.

Vídeo. Tráiler de 'Blonde'.

-En la película aparece desnuda en bastantes ocasiones. ¿Tuvieron un coordinador de intimidad para esas escenas'

-Teníamos una coordinadora que estaba en todo momento. Es una figura muy importante en el set, no solo para la actriz, sino para el resto de los actores y el equipo. Pero el trabajo empezó con Andrew muchísimo antes, supe lo que estaba haciendo en todo momento.

-¿Hollywood es cómo lo esperaba?

-La verdad es que no sabía qué esperar, no tenía ninguna imagen de lo que es Hollywood. No tardé mucho tiempo en darme cuenta de que es más difícil de navegar de lo que parece. El lado bueno son las oportunidades, la cantidad de talento que hay, directores e historias. Estás ahí y tienes acceso directo a ello sin intermediarios. Todo lo demás… Como en la película, todos tenemos la persona privada y la persona pública. Cuando estás en esta posición se agranda todo mucho más. Se toman atribuciones que no se deben, desafortunadamente está fuera de tu control. Tan difícil es la lucha de conseguir buenos personajes como la de mantener tu vida privada. O tu integridad. Corregir la narrativa es una batalla perdida. En aquella época, estabas bajo contrato de los estudios, controlaban tu vida y estabas a merced de ellos. Ahora son las redes sociales y los medios los que lo mismo te ponen por las nubes que te destruyen en dos minutos.

Ana de Armas en 'Blonde'.

-Usted, a diferencia de Marilyn, no es una actriz del Método. ¿Le tentó cambiar su manera de interpretar?

-No, para mí la interpretación es algo que me es espontáneo, no tengo que hacer un sobreesfuerzo. El trabajo está en la preparación del personaje, por eso disfruto cuando tengo tiempo para hacerlo. Una vez que ya estás en el set eso ya para mí no es trabajo, sino hacer. No soy de las que pide que la dejen sola para entrar en una burbuja. Este es un trabajo de equipo, no puedes aislarte, no funciona así. Lo que pasa en las cámaras no es lo que está ocurriendo en el plató, y yo quiero disfrutarlo. Con tanta inmersión a veces te estás perdiendo la experiencia, no estás entendiendo. Es como los actores que dicen el texto pero no escuchan. Estás a lo tuyo, pero no entiendes qué sucede a tu alrededor. Y te pierdes muchas cosas. Marilyn es un personaje demasiado intenso y complicado como para seguir con él fuera del set. A veces me piden que hable como Marilyn. No funciona así, no puedes separar su voz de su físico, sus emociones… O lo haces todo o no lo haces. Lo otro es solo un cliché, una imitación. Y la película habla de Norma Jeane.

-Ha habido cierta polémica a cuenta de su acento.

-Esa polémica refleja muchas cosas. Era decepcionante que las críticas vinieran de personas que no habían visto 'Blonde'. Ni las películas de Marilyn. Me criticaban no solo a mí, sino a mi coach de acento y a Andrew. Nos es familiar la voz de Marilyn en la pantalla, pero en la vida real no era así. Estudié mucho por respeto al trabajo que estamos haciendo. Su voz cambiaba muchísimo de una película a otra, y en la vida real. Tenía un coach para quitarse el tartamudeo. Quien quería oír el acento lo oía y quien no quería, no. No puedo hacer nada. También me han dicho que cómo puedo hacer de un icono de América siendo latina. Estas cosas de la inclusión y de las oportunidades son importantes, me considero ejemplo de la lucha para que los latinos interpreten personajes de todo tipo. Pero se deja a un lado los retos personales y los sueños del actor que interpreta ese personaje. Representar una comunidad es importante, pero también la individualidad, el valor que cada proyecto tiene para ti como artista.

-¿Siente que hasta ahora no la habían tomado en serio?

-A veces sientes que no gustas, que es personal, pero pienso que hay que trabajar. Toma tiempo llegar a ganar la confianza y el respeto, no hay atajos. Aunque a veces sea frustrante y sientas que estás encasillada, que no avanzas, cuando lo superas te quedas con mejor sabor y te sientes más orgullosa. Tu trabajo es indiscutible, valida lo que has hecho. No es que no se me haya tomado en serio, es que no había tenido la oportunidad de hacer un personaje así.

Ana de Armas en 'Blonde'.

¿Y cuáles son ahora sus retos como actriz?

-¿Qué se espera de mí? Uno no puede competir consigo mismo porque las oportunidades vienen cuando vienen. Esta película la rodé hace tres años y luego salió James Bond. Me lo he pasado muy bien, estoy feliz de hacer este tipo de cine, pero son papeles en la misma línea. Mi esperanza es que 'Blonde' abra la puerta a otro tipo de personajes, que me dan otro tipo de satisfacción como actriz. Yo le doy a todo.

-¿Ha tenido en los últimos años ofertas del cine español?

-Ninguna, pero me encantaría.

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