Sánchez aboga por que el PSC garantice la «estabilidad» a Aragonès

«En estos momentos tan difíciles y tan complejos que está atravesando el conjunto de la sociedad catalana, española y europea, siendo testigos de una guerra a las puertas de Europa, con los efectos que está teniendo en la energía, en los precios, en el coste de la vida, y saliendo todavía de una pandemia, el valor de la estabilidad es fundamental», esgrimió el jefe del Ejecutivo desde Praga, adonde acudió para participar en la última reunión del Consejo Europeo. «La estabilidad de los gobiernos - insistió- es fundamental».

En el PSOE hay voces que admiten que convertirse en sostén del partido de Oriol Junqueras puede tener un coste más allá de Cataluña a las puertas de un año electoral. Pero Esquerra sigue siendo un socio fundamental para sacar adelante las cuentas de 2023, que acaban de llegar al Congreso de los Diputados, y el PSC juega además con un as en la manga: está persuadido de que Aragonés rechazará la mano tendida de Illa, como hizo ya en 2021.

El último otoño, el presidente de la Generalitat se limitó a buscar el apoyo de los comunes para sortear la enmienda a la totalidad de la CUP. La diferencia es que en esta ocasión, sin Junts, los votos del partido de Ada Colau no serán suficientes .

El escenario es complejo, pero sobre lo que en Moncloa no albergan temor es sobre su propia gobernabilidad. Creen que Aragonès es el primer interesado en que salgan adelante unos Presupuestos que recogen una inversión del Estado en Cataluña de 2.308,92 millones de euros y por eso muestran poco temor a que la marcha de Junts del Govern pueda provocar un giro en la posición que ERC ha mantenido en el Congreso desde que decidió facilitar la investidura de Sánchez a cambio de la creación de una mesa de diálogo sobre el futuro político de Cataluña.

La apuesta de Esquerra por una solución diálogada frente a la vía unilateral hacia la independencia, a la que sigue anclado Junts, ha sido de hecho un elemento crucial en la difícil relación entre ambas fuerzas. Precisamente por eso en el Gobierno creen que ahora que, de alguna manera, ha soltado lastre, Aragonès se sentirá aún más libre para seguir su camino.

El jefe del Ejecutivo garantizó este viernes que «sea cual sea la circunstancia, la coyuntura del gobierno de la Generalitat» él mantendrá siempre tendida la mano «en aras del diálogo por el reencuentro dentro de la sociedad catalana». Los socialistas esgrimen que es ese diálogo el que está consiguiendo que Cataluña «supere esa tensión insoportable que vivió de 2017 a 2018» y el que ha logrado llevar a los republicanos a abandonar la unilateralidad.