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La compleja relación que mantiene Macarena Olona con la dirección nacional del que fuese su partido hasta el pasado julio alcanzó esta mañana su momento más álgido tras el portazo recibido por parte de Vox a una posible vuelta a la primera línea política. El ... cariz que ha ido tomando la primera gran crisis que los de Santiago Abascal experimentan llevó al portavoz parlamentario de la formación, Iván Espinosa de los Monteros, a hacer oficial el divorcio total con la exdiputada y «desearle la mejor de las suertes en política», deslizando así que la que fuese candidata por Andalucía está dando los primeros pasos para articular un nuevo proyecto político por cuenta ajena.
El anuncio se produjo justo después de que Olona fuese un paso más allá en la pugna abierta que mantiene con el presidente Santiago Abascal y le acusase de «falta de democracia interna» y de tratar «sin respeto» a las personas que «elevan la voz» dentro del partido. Lo hizo en una entrevista en el diario 'ABC', donde denuncia estar sufriendo «un linchamiento» desde que el pasado viernes solicitase reunirse con el líder de la formación para valorar ese posible regreso.
La exdiputada «no entiende que se antepongan los egos personales a la finalidad del proyecto» y apunta directamente a su excompañero Javier Ortega Smith al asegurar que el puesto que este ostenta –el de secretario general– es el más complicado en el partido. También aprovecha para cargar contra los que ponen en duda la enfermedad que le llevó a dar un paso atrás el pasado mes de julio tras los comicios andaluces. La exdiputada aclara que lo que en un primer momento pudo ser un cáncer, finalmente se ha quedado en un problema de tiroides. «Si los peores diagnósticos se hubieran cumplido. ¿Cuál sería el relato sobre mí en este momento?», se pregunta.
Pero la respuesta desde Vox fue inmediata y no alberga opción alguna para que Olona vuelva a formar parte de sus filas: «A la vista del daño que se está haciendo a través de ella, este es el fin del camino, le deseamos lo mejor en lo político y nos tendrá siempre a su disposición en lo personal». Un mensaje claro y directo del portavoz parlamentario que rompe con el tono empleado hasta ahora al respecto. El propio Espinosa de los Monteros auguró a principios de septiembre un encuentro muy próximo con Olona. «Nos volveremos a encontrar muy pronto», afirmó entonces.
Abascal, hasta ahora, se había limitado a emplazar a la exdiputada a decidir si quería volver a la política y afiliarse de nuevo a Vox o, en cambio, había decidido recuperar su puesto en la Abogacía del Estado. Pero esta vez, y tras las acusaciones vertidas por Olona, Vox ha decidido mover ficha. Quieren retomar su agenda y huir de los que ellos mismos han tildado como un «culebrón» el cual «les está haciendo mucho daño». Una trifulca cuyo punto de partida se remonta a hace tres semanas, momento en el que la exdiputada volvió a la órbita mediática sorprendiendo a seguidores y excompañeros.
Se trata de la primera ocasión en la que Vox –que nació en 2013 – se ve obligado a abordar una crisis interna de tal calado. Hasta el momento las dimisiones o salidas abruptas que se habían producido en la formación tenían como protagonistas a perfiles políticos de segundo nivel. Pero el caso de Olona nada tiene que ver. La exdiputada ha sido una de las figuras más prominentes en el Congreso en la actual legislatura y en la formación que lidera Abascal no han escatimado esfuerzos a la hora de destacar su enorme valía. Todo ello ha tensado sobremanera el clima interno. «Está siendo utilizada para hacernos daño», sostenía Espinosa de los Monteros.
Olona, por su parte, pretende dar continuidad al ciclo de conferencias que inició hace una semana en Granada, donde sufrió un escrache. Este viernes estará en Murcia, región en la que se encuentran dos diputados díscolos a los que Vox tuvo que readmitir. Y ya el próximo lunes dará una charla en Sevilla junto al exbanquero Mario Conde. Un acto que aviva la hipótesis de un nuevo proyecto en común tras fotografiarse juntos hace unos días.,
La realidad es que desde las elecciones andaluzas en las que la formación no logró sus objetivos con la propia Olona como cabeza de cártel, las expectativas electorales han ido decreciendo de manera significativa. La euforia que se vivió en marzo tras los comicios en Castilla y León y la entrada de la formación en el Ejecutivo ha desaparecido. La mayoría de empresas demoscópicas coinciden en el declive electoral que Vox puede sufrir en el vertiginoso año electoral de 2023, marcado por las elecciones municipales y autonómicas de mayo y, presumiblemente, generales en diciembre.
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