La Junta Electoral saca a Podemos del pacto de izquierdas andaluz

Las firmas de Podemos, según la Junta Electoral, llegaron a las 0:14 y 1:07 horas del sábado y el plazo vencía a las 24:00 horas del viernes. La decisión, de todas maneras, no es definitiva porque cabe presentar un recurso ante la Junta Electoral Central en las 24 horas siguientes a la notificación.

La exclusión se veía venir porque la norma es taxativa con los plazos aunque desde Podemos dijeran que era un problema administrativo «subsanable». Conocida la decisión del órgano fiscalizador, los morados responsabilizaron a IU porque era la formación que debía registrar la coalición Por Andalucía.

En caso de que también la Junta Electoral Central falle en contra, Podemos tiene dos opciones: integrarse en la coalición sin que aparezca su marca y con sus candidatos con el apellido de independientes, o bien presentarse en solitario a las elecciones del 19 de junio.

El embrollo que se abre ahora tiene mucho que ver con el empeño del partido morado en estirar la negociación hasta el último minuto. Un objetivo que consiguieron porque el acuerdo se alcanzó a las 23.57 horas, tres minutos antes del plazo.

Podemos e Izquierda Unida han mantenido en los ocho meses que llevan de negociación una descarnada lucha por el poder dentro de la coalición. Los morados cedieron a regañadientes y a última hora que la candidata a la Junta de Andalucía fuera Inmaculada Nieto, dirigente de IU y portavoz en el Parlamento andaluz. La apuesta de Podemos era el diputado por Cádiz y guardia civil Juan Antonio Delgado. Izquierda Unida es, sin duda, la formación más potente de la coalición gracias a su firme implantación en Andalucía y el número de cargos institucionales que atesora. Podemos, en cambio, tras la sucesión de crisis y purgas que ha sufrido ha quedado muy debilitado.

Aceptada la candidata de IU, la discusión se centró en los cabezas de lista provinciales y otros asuntos logísticos. La negociación se convirtió en un mercado persa en el que las cuestiones ideológicas o programáticas pasaron a un escandaloso segundo plano ante el pulso por los nombres, los puestos en las listas, el número de asesores o el reparto de las futuras subvenciones.

Pero las prisas son malas consejeras y en el registro ante la Junta Electoral de la coalición faltaban la firma de Podemos, y de otra fuerza menor, Alianza Verde. De tal forma que la coalición Por Andalucía registrada solo llevaba la rúbrica de Izquierda Unida, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, que es la que ha sido aceptada.

En el tira y afloja de las negociaciones por el reparto del poder, Podemos se hizo con la cabeceras de lista en Cádiz, Granada, Córdoba y Huelva; IU liderará las de Málaga, Jaén y Almería; y Más País, la de Sevilla. Ahora todo está en el aire.

Si el pacto en Andalucía tenía que ser una prueba piloto para la plataforma que impulsa Yolanda Díaz, el resultado dejó mucho que desear. La propia vicepresidenta, tras un inicial distanciamiento, se implicó con un firme apoyo a Inmaculada Nieto, con la que se paseó el viernes por la Feria de Sevilla con evidentes gestos de complicidad. Después, dejó a su mano derecha, Josep María Vendrell, en la última fase de la negociación.