Bolaños intenta aplacar el choque con Robles por el espionaje

Bolaños aprovechó su asistencia, inicialmente no anunciada, a un acto de homenaje a las víctimas españolas del nazismo en el Ministerio de Transportes para tratar de acallar el ruido interno por el cruce de señalamientos producidos entre su departamento y Defensa sobre la responsabilidad última del fallo de seguridad que permitió que el teléfono del presiente del Gobierno sufriera en 2021 dos ataques cibernéticos. Ataques que solo se han conocido ahora, en pleno escándalo por el supuesto espionaje con el mismo programa de origen israelí a más de sesenta personas del mundo independentista, por voluntad del Ejecutivo.

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El ministro ha evitado entrar en si, como insinuó la propia Robles este miércoles, en los pasillos del Congreso, la seguridad del teléfono del presidente del Gobierno depende de la secretaría general de Presidencia, que él ocupaba en 2021 o si, como aseguran desde su departamento y afirmó la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, en Onda Cero, a su departamento solo le corresponde la entrega, conservación y mantenimiento de los terminales móviles al jefe del Ejecutivo y los ministros, pero no las medidas de ciberseguridad, que dependerían del Centro Criptográfico Nacional, dependiente del CNI. Simplemente, ha afirmado que este miércoles ya habló con la ministra de Defensa para trasladarle todo su «apoyo, solidaridad y afecto»

«Nuestra responsabilidad es que el país funcione mejor, que tengamos unas instituciones que funcionen, que lo hagan con todas las garantías, que protejamos nuestro Estado de Derecho y en eso -ha esgrimido- está el Gobierno en su conjunto». Bolaños ha admitido que lo ocurrido es «muy grave» y ha asegurado que el Gobierno «en su conjunto» está trabajando para esclarecer los hechos y para tomar las medidas necesarias que impidan que un ciberataque similar vuelva a tener éxito.