Un primer informe médico aconseja que el yihadista de Algeciras vaya a un módulo psiquiátrico

Según fuentes de los juzgados centrales, este dictamen médico es provisional y requerirá todavía de información adicional -incluida una nueva inspección con el acusado- para poder determinar si Yassine Kanjaa es imputable o no. Es decir, si fue consciente de sus actos en el momento de cometerlos, como apuntaba en su auto de prisión el juez Joaquín Gadea, quien atribuye al arrestado los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas castigados en el artículo 573 del Código Penal.

Fue el propio Gadea quien pidió la valoración forense de Kanjaa para determinar hasta qué punto su conducta estuvo motivada por su libre decisión o si pesó en ella un desvarío psicológico. La Policía sostiene en sus investigaciones que el joven marroquí de 25 años, que tenía antecedentes por desórdenes mentales, actuó en solitario tras un proceso de autoadoctrinamiento exprés por el que se radicalizó en apenas unas semanas.

Aquella tarde de hace casi dos meses, Kanjaa se echó a la calle armado con el machete. Acabó con la vida del sacristán de la iglesia de La Palma de la localidad gaditana y dejó malherido a Antonio Rodríguez, párroco de San Isidro.

A la espera de que se determine de forma fehaciente la severidad de la patología que los médicos de la Audiencia Nacional le diagnostican, el destino del presunto yihadista podría estar en uno de los dos centros penitenciarios con dependencias psiquiátricas habilitados en España. Uno está en Alicante y otro en Sevilla.

En el auto en el que dictó prisión provisional sin fianza para Kanjaa, el juez Gadea deducía de su declaración que el acusado había mantenido la consciencia mientras perpetraba el ataque mortal.