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¿Deben los políticos besar a los niños?
Elecciones municipales 2023 | Campaña

¿Deben los políticos besar a los niños?

Para ganar votos hacen de todo: desde bailar 'break dance' a fotografiarse con un consolador en la mano. Aciertos y errores de los candidatos en la campaña en la calle

Yolanda Veiga

Jueves, 11 de mayo 2023, 09:27

¿Qué pasó con Albert Rivera cuando apareció desnudo en un cartel? Que la gente no pudo menos que pararse a mirar, interesarse por el político detrás de ese 'torso' al aire. «Como no le conocía nadie, le vino bien porque la notoriedad es fundamental ... para que te voten. El problema es cuando perteneces a un partido grande o eres un político muy conocido; en ese caso, es mejor no arriesgar», advierte Paul Canaletas, profesor de Comunicación Política de la Universidad de Barcelona, que, junto a otros tres expertos en comunicación política, nos ayuda a elaborar una suerte de guía para el político en la calle.

Porque la campaña, que arranca la madrugada de este viernes con vistosas promesas electorales, es también un campo de minas para los políticos. Ay, todos quieren ser tan campechanos, tan naturales, tan de la calle... que lo mismo se marcan un 'break dance', que reparten flores, abrazan abuelos... o entran a un sexshop y se hacen una foto sujetando un consolador. Habrá que esperar al 28 de mayo para ver si a Carlos Tarife, candidato del PP a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, le 'rentó' la imagen viral del vibrador. «El peligro de hacerse una foto así es que te tomen a risa, que resulte una cosa un poco esperpéntica, pero estamos hablando ahora mismo de él, ¿no? Pues eso ya es mucho», comenta Canaletas.

Y es que en política, sostienen los expertos, no sabes cuándo algo va a adquirir la trayectoria del boomerang o todo lo contrario. «A la hora de hacer campaña en la calle un sexhop es un espacio mucho menos arriesgado que un mercado, donde el político queda más expuesto porque todo el mundo se acerca. Y lo mismo pasa con los habituales paseos por la calle. Mira, si no, lo que le ocurrió aquella vez a Rajoy en Pontevedra, cuando un joven se le acercó y le dio un puñetazo. Antes de eso se haría decenas de selfies con los vecinos durante el paseo, estrecharía manos... Pero, ¿qué salió en los medios? Solo el puñetazo», recuerda Joan López Alegre, profesor asociado de la Universidad Abad Oliva CEU.

  1. Imagen principal - Nada de achuchar a los niños

    Nada de achuchar a los niños

Los niños siempre hacen ganar votos, pero cuidado. «Hay que acercarse a ellos, pero con distancia. Nada de cogerlos, achucharlos o besarlos. Eso que antes estaba valorado se hace cada vez menos. Los políticos son reticentes a este tipo de gestos porque saben que pueden provocar rechazo», advierte Pau Canaletas. Y no olvidemos que los críos son imprevisibles: «Imagínate que cogen en brazos a un bebé y este se pone a llorar... Ya se pueden preparar para una verdadera lluvia de memes», señala Joan López Alegría, autor de '¿Y si me presento a las elecciones?' (Deusto). Entonces, ¿cómo 'colar' a los chavales en la foto? «Vete a colegios, si eres el alcalde, invítales a ver el Ayuntamiento, coloca unos hinchables en el sitio donde vayas a hacer un acto de campaña... Atrayendo a los niños, atraes a sus padres».

  1. Imagen principal - Un abrazo a los mayores

    Un abrazo a los mayores

La misma distancia que hay que poner con los niños hay que estrecharla con los mayores. «Estas personas agradecen que los políticos se acerquen, que les toquen, les abracen». Será un gesto, vaticina Pau Canaletas, «que veremos mucho más de aquí en adelante».

  1. Imagen principal - Dar el cante... pero sin pasarse

    Dar el cante... pero sin pasarse

En el capítulo de extravagancias entran desde Ximo Llopis, candidato por Valents en Tortosa, ataviado como Rocky Balboa; al 'break dance' que se marcó el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero; o la llegada de Miguel Ángel Revilla en taxi a Moncloa con una bolsa de anchoas y sobaos, enumera los ejemplos Joan López Alegría.

«Estos 'gags' sobreactuados son buenos para los candidatos desconocidos porque les aportan notoriedad y tampoco funcionan mal con los conocidos siempre que no abusen de ellos y se acaben convirtiendo en una caricatura de sí mismos», advierte López Alegre.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, bailando 'break dance'.

Y se acuerda de los cartelotes y el adoquín que Albert Rivera sacó cual mago de detrás del atril en los debates electorales televisados de las generales de 2019. «En el primer debate le quedó maravillosamente bien, parecía Doraemon sacando aquellos carteles; el problema es que hizo lo mismo en el segundo debate y ese exceso ya no gustó».

  1. Imagen principal - Rentabilizar el error

    Rentabilizar el error

Y luego están esas escenas que no tenían que pasar de anécdota pero que acabaron viralizándose. «Me viene a la cabeza la caída de la bicicleta del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. Se podría pensar que 'pobrecillo', pero no, porque ese pequeño accidente probablemente lo que genere sea una ola de solidaridad y empatía con él».

De hecho, recuerda Joan López Alegre, «le pasó a Joe Biden también». Y apunta el experto una regla de oro en caso de querer ponernos originales: «No hagas nada que normalmente no hagas. Es decir, si no has salido a correr en tu vida, no te pongas a hacer 'footing' en la campaña porque queda raro».

David Cameron, en su casa fregando.

Y, si lo haces, que resulte creíble. «David Cameron hizo un videoblog en el que aparecía fregando los platos en casa». No sabemos si lo hacía todos los días (fregar platos), «pero le quedó natural».

  1. Imagen principal - Dientes, dientes...

    Dientes, dientes...

La de Barack Obama, dicen los expertos, en una sonrisa auténtica.

Hay en la sonrisa del político algo que nos hace desconfiar. «Nadie está feliz todo el día, así que un político que sonríe sin parar nos resulta falso». Más aún, advierte Juan Ángel Anta, doctor en Ciencias Sociales y Jurídicas y experto en comunicación no verbal, si sonríen cuando alguien les acaba de insultan o abuchear. «Sonreír en un caso así te hace parecer arrogante, das la sensación de que todo te importa un pimiento y, evidentemente, todo el mundo ve que es fingido. Es un error de los grandes». Ojo, no quiere decir que el político no tenga que sonreír, «pero que lo haga con naturalidad». «Barack Obama lo hace de manera creíble, ¡incluso Donald Trump!».

  1. Imagen principal - Llévate al perro

    Llévate al perro

La familia de casi todos los presidentes de los Estados Unidos incluye perro: los de Joe Biden se llaman Champ y Major; Bo era el de los Obama; Buddie el de Bill Clinton... y ellos también cosechan votos. «Usar las mascotas es un acierto porque cada vez hay más animalistas entre los votantes y también más hogares donde hay perros o gatos», recuerda Pau Canaletas. Aquí todavía se ve como una pequeña excentricidad, pero, en todo caso, para bien. «Salir con tu perro humaniza mucho. Así que, ¿por qué no convocar un acto de campaña que sea un paseo con perros, por ejemplo?», propone el experto.

Eso sí, si lo llevas, que no parezca que os acabáis de conocer. «Albert Rivera apareció una vez con un perrito y le salió mal la cosa. Lo olió y dijo que aún olía a leche (era pequeño), con lo que se notó que no estaba acostumbrado a tratar con animales y se hicieron muchos memes con aquello».

  1. Imagen principal - Ay, la familia...

    Ay, la familia...

La familia de Zapatero, con los Obama.

La mujer y las hijas de Zapatero siempre se mantuvieron en un discretísimo segundo plano... hasta aquella foto de familia en la Casa Blanca. «Salieron vestidas de negro y se dijo que eran góticas, se hizo un escarnio con aquellas chavalas...», censura Joan López Alegre. «En Estados Unidos es casi obligado salir con tu mujer, con tus hijos... Michelle Obama, de hecho, tenía un rol muy potente durante el mandato de su marido, pero aquí lo de mostrar a la familia o a la pareja es casi tabú», coincide Pau Canaletas. «Ni salía la mujer de Adolfo Suárez, ni la de Rajoy, ni la de Zapatero, ni el marido de Esperanza Aguirre, ni el de Yolanda Díaz si es que lo tiene, que no lo sé... La única que tiene cierta visibilidad es Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez», señala los ejemplos López Alegre. «Otra cosa es que seas madre soltera y candidata y des a conocer esta circunstancia porque te va a ayudar a conectar con la gente. En ese caso, sería un acierto», valora Pau Canaletas.

  1. Imagen principal - Hazte un selfie

    Hazte un selfie

Esto que hace veinte años no existía... ¿es un riesgo o una oportunidad? «Por lo general, la gente que le pide un selfie al político es porque conecta con él, de hecho al hacerlo está demostrando que no le importa que le vinculen a esas siglas, así que, en principio, los selfies son positivos para los políticos en campaña», considera Irene Delgado, catedrática de Ciencias Políticas de la UNED.

  1. Imagen principal - Manos juntas por delante

    Manos juntas por delante

José Luis Rodríguez Zapatero popularizó ese gesto de manos en forma de ojiva. «A los políticos les dicen que, cuando no sepan qué hacer con las manos, las crucen por delante uniendo los pulgares y los otros dedos, pero es una postura tan forzada que a nivel de comunicación resulta una chapuza», advierte el experto en comunicación no verbal Juan Ángel Anta. «Les hace parecer robots o, peor aún, marionetas».

  1. Imagen principal - Chistes

    Chistes

No, nunca. Ni humor blanco ni de los otros. «Vivimos en la dictadura de lo políticamente correcto, así que un chiste, sea cual sea, siempre va a acabar molestando a alguien», advierte Joan López Alegre. Otro asunto a evitar: el fútbol. «A no ser que todo el mundo conozca tu afición, como la de José Luis Martínez-Almeida por el Atlético de Madrid, es mejor no manifestar tu preferencia por un equipo u otro. Por ejemplo, si nadie sabe si eres de la Real Sociedad o del Athletic y ese día hay derbi, no digas con quién vas». Futbolero, pero discreto, vaya. «De Salvador Illa se sabía que era del Espanyol y él no lo ocultaba, pero tampoco iba nunca con una camiseta haciendo gala». Porque no nos engañemos, advierte el experto: «A la gente le importa más el fútbol que la política».

  1. Imagen principal - ¡No chillen!

    ¡No chillen!

No entiende Juan Ángel Anta, especialista en comunicación no verbal, «la costumbre de gritar de casi todos los políticos». «Creen que para enfatizar algo hay que gritar, pero es más efectivo jugar a levantar y bajar la voz en momentos puntuales, capta mejor la atención que chillar, que hace que el discurso, por amable que sea, suene agresivo».

¿Qué hacer cuando te insultan o te abuchean?

Descartada la sonrisa, lo mejor es no hacerse el sueco. «Una cosa es que alteren un poco la agenda de Pedro Sánchez para ahorrarle la pitada del 12 de octubre y otra es que hagas caso omiso a un vecino de tu pueblo que te abuchea», distingue la experta en Ciencias Políticas Irene Delgado. «En unas elecciones municipales el candidato a alcalde debe conocer e interesarse por el descontento de sus vecinos, de manera que si en un acto de campaña en la calle alguien le abuchea o incluso le insulta, lo mejor sería acercarse a preguntar el motivo o, si no, mandar a alguien del equipo a hablar con esa persona».

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