Dehesa Tablada, pasado, presente y futuro de Villaviudas

La Dehesa Tablada forma parte de la identidad colectiva de los vecinos de Villaviudas, es uno de esos elementos de orgullo local pues se adquirió por la mayoría del pueblo hace 90 años.

El beneficio del momento fue general, se amplió el terreno cultivable y, de este modo, las expectativas económicas de los labradores a un precio ventajoso. Hasta hace unos años, los vecinos de esta localidad del Cerrato palentino conocían las tierras concretas de la Dehesa que les tocaron en el siglo pasado, pero los procesos de concentración parcelaria han hecho que esa identificación se haya perdido.

Lo que sí que se sabe es que la Dehesa contaba con una casa señorial al que daban el nombre de palacio, almacenes y cuadras, además de la zona de recreo conocida como Camino de las Lilas y el Estanque de los Peces de Colores, así como los almendros, cuyo fruto se repartía entre los vecinos.

Antes de la venta, la finca era arrendada o labrada por colonos, los propietarios sólo la visitaban para fiestas o refugio de sus excesos lujuriosos, según se decía con media sonrisa.

La desidia, la rapiña y el paso del tiempo, hicieron que después de la venta al pueblo, se abandonase el caserío, por lo que progresivamente fue deteriorándose hasta el estado de ruina. La zona de recreo, merendero y de bodega han sido rehabilitadas por el Ayuntamiento, también se ha construido un mirador de piedra, y se sigue cuidando y manteniendo con mimo el Camino de las Lilas.

Ya en la Edad Media se encuentran referencias a la Dehesa Tablada y tras muchos cambios en la propiedad a lo largo de los años, en 1827 es subastada por deudas, cuando es propiedad de la Casa de Híjar, y adquirida por Norberto Barbadillo, de Covarrubias, cuya fortuna procedía fundamentalmente de Méjico.

Una hija de Norberto Barbadillo se casa con Manuel Ruiz Zorrilla, empresario y político relevante y con cuyo impulso, se produce la transformación de la finca. En julio de 1863 se suministra a la Dehesa Tablada el primer arado de vapor de España, el locomóvil para mover los arados, la trilladora y la segadora. Con motor de vapor que arrastraba las cadenas a cuyo extremo estaba la maquinaria complementaria.

Los herederos daban en renta la finca, hasta que en la década de 1930 el Sindicato Agrícola de Villaviudas la compra, y la reparte entre sus socios. Y es que, como muchas otras poblaciones, el municipio constituye un sindicato agrícola inspirado en el asociacionismo católico, frecuente en la época. Se trataba de una ideología que encajaba con la tipología habitual del pequeño propietario rural.

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Las negociaciones son largas pero consiguen que en marzo de 1931 los propietarios autoricen al Sindicato el cultivo de la finca, cuando anteriormente la trabajaban unos renteros.

El Sindicato hace un primer reparto provisional de parcelas para los 128 socios del Sindicato, que solicitaron la adquisición de una parte o media parte.

La escritura de compraventa se firma el 16 y 23 de agosto de 1933 por el Presidente del Sindicato, Balbino Diez Carazo. El precio de venta de la finca fue fijado en 905.000 pesetas y para el pago se constituyó un préstamo del Banco Hipotecario de 400.000 pesetas a 20 años, al 6,5% de interés fijo y una comisión del 0,6%.

A pesar del paso de los años, la Dehesa de Tablada forma parte del presente y del futuro de Villaviudas. Tener unas imágenes y unos relatos comunes unen a la sociedad; el orgullo de la identidad común, muy necesaria para cohesionar estas pequeñas sociedades rurales. Todavía más si la iniciativa se manifiesta en nuevos proyectos, mirando el futuro, recordando el ayer.

En este sentido, si hay algo que realmente distingue a Villaviudas, es el espíritu de colaboración de sus habitantes. Aquí, cada proyecto, cada celebración y cada iniciativa cuentan con la implicación de todo el pueblo. Asociaciones, colectivos y vecinos trabajan juntos con un mismo objetivo: hacer de Villaviudas un lugar mejor para todos.

Desde el Ayuntamiento, junto con la Asociación Tojanco, la Cámara Agraria y la Asociación de Mayores, entre otros, se impulsan actividades y eventos que fortalecen la vida comunitaria. La unión y el compromiso de los vecinos son el verdadero motor del municipio. Gracias a esta colaboración, Villaviudas no solo preserva su historia y tradiciones, sino que sigue creciendo y evolucionando con el esfuerzo de todos. Villaviudas es un pueblo con historia, con raíces profundas en la tradición agrícola y vitivinícola de la comarca del Cerrato palentino. Pero, sobre todo, es un municipio vivo, dinámico y en constante evolución.

Juan Carlos Cantera, alcalde: historia y modernidad, naturaleza y comunidad

Quiero compartir con ustedes algunos de los rincones y eventos que hacen de Villaviudas un lugar especial, un destino que merece ser visitado y, sobre todo, vivido. Dicen que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia, y en Villaviudas sabemos bien lo que eso significa. Cada año, cuando la primavera despierta y nuestras lilas comienzan a teñir de color la Dehesa de Tablada, celebramos la Exaltación de las Lilas. Lo que comenzó como un reconocimiento a esta flor tan característica de nuestra tierra y a nuestro Camino de las Lilas, hoy es una cita ineludible para vecinos y visitantes. Durante un fin de semana, el pueblo se llena de vida con el Mercado de las Lilas, donde más de veinte puestos ofrecen productos locales. Se organizan rutas de senderismo, se disfruta de música en directo y, por supuesto, de la mejor gastronomía tradicional.

Ubicado en el corazón del Cerrato, Villaviudas ha sabido mantener su esencia a lo largo de los siglos, evolucionando sin perder su identidad. Nuestra historia está estrechamente ligada al trabajo de la tierra y al esfuerzo de generaciones que han hecho de este pueblo un lugar próspero y acogedor. Pero Villaviudas no solo mira al pasado, sino que también avanza con paso firme hacia el futuro. Nuestra ubicación estratégica nos permite estar perfectamente conectados con la capital por carretera. Además, en un mundo cada vez más digital, Villaviudas ha dado un salto hacia la modernidad con infraestructuras de comunicación de primer nivel: contamos con fibra óptica y cobertura 5G, lo que nos permite estar conectados con el mundo sin renunciar a la tranquilidad y calidad de vida que ofrece nuestro entorno.

Contamos con energía limpia, accesible y asequible gracias a nuestros parques eólicos y solares. Estamos preparados para recibir, acompañar y dar soporte a empresas tecnológicas que buscan una infraestructura eficiente y sostenible. Ofrecemos un entorno con acceso fácil, rápido y económico a energía renovable, ideal para proyectos tecnológicos e innovadores. Si hay un lugar que representa la riqueza natural e histórica de Villaviudas, ese es la Dehesa de Tablada. Como parte de la recuperación de nuestro legado, se ha restaurado un antiguo lagar, hoy visitable, que permite a los visitantes conocer de primera mano cómo se elaboraba el vino en tiempos pasados. Este espacio, junto con el resto del entorno, convierte la Dehesa de Tablada en un destino perfecto para quienes buscan disfrutar de la naturaleza, la historia y el turismo rural.

Villaviudas es historia, modernidad y comunidad. Es un pueblo que avanza sin olvidar sus raíces, que crece sin perder su esencia. Y es, sobre todo, un lugar donde siempre hay algo que descubrir.

¡Les invitamos a visitarnos y a formar parte de nuestra historia!