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Gené posa junto al Abarth M. T.
«Un piloto espera de un coche aceleración y agarre, y eso un eléctrico lo transmite igual que los de combustión»
Marc Gené / Expiloto de F1, ganador de Lemans 2009 y embajador de Abarth

«Un piloto espera de un coche aceleración y agarre, y eso un eléctrico lo transmite igual que los de combustión»

En una entrevista a este diario afirma que el coche eléctrico es perfecto como solución a la movilidad urbana Estima que cuanto aumente el volumen de producción de eléctricos los precios se van a igualar a los de combustión

José Ramón Alonso Trigueros

Miércoles, 12 de julio 2023, 18:31

Marc Gené es uno de los pilotos con mayor experiencia en la élite del automovilismo. Ha sido el primer español en ganar las míticas 24 Horas de Le Mans (2009), tiene a sus espaldas una larga trayectoria en Fórmula 1, tanto compitiendo en los circuitos ... entre 1999 y 2004, con las escuderías Minardi y BMW Williams, como trabajando en el desarrollo de vehículos como piloto de pruebas de Ferrari, equipo al que sigue vinculado profesionalmente, entre 2005 y 2018. Asimismo, también logró la victoria en las 12 Horas de Sebring en 2010. Actualmente, además, es comentarista en las retransmisiones de los Grandes Premios de Fórmula 1 y embajador de Abarth.

-Para un piloto de élite, ¿un coche eléctrico transmite lo mismo que uno de combustión?

-Sí. Lo que realmente transmite a un piloto es la aceleración, y eso un coche eléctrico lo tiene tanta o más que uno de combustión. En la parte dinámica, el grip, como decimos en el argot de la Fórmula 1, que es la adherencia en curva que tiene el coche, un eléctrico lo puede tener exactamente igual que uno de combustión. Además, en el caso de los eléctricos tiene a su favor que el centro de gravedad es muy, muy bajo. En la parte a favor de los motores de combustión está el ruido, el sonido le transmite mucho al piloto. Yo gané Le Mans con un coche diésel, que tiene un ruido distinto a los de gasolina. En la Fórmula 1 actual los motores son turbo-híbridos y hacen mucho menos ruido que cuando yo competía en la Fórmula 1. El sonido de un motor V10 o V12, para los nostálgicos es una maravilla, pero para las nuevas generaciones este ruido es algo intrusivo. Creo, de todas formas, que la ausencia de ruido tampoco es bueno en las carreras. Resumiendo, lo que un piloto espera de un coche es aceleración y agarre, y eso un coche eléctrico lo transmite igual que los de combustión.

-¿Es el coche eléctrico la solución a las necesidades de movilidad urbana?

-Sí, sin duda. Sobre todo es la solución en un entorno urbano. Aunque también responde en viajes interurbanos. Conozco a mucha gente que los utiliza en viajes largos, pero yo creo que su fuerte, hoy por hoy, es un entorno urbano. Creo que el estrés de tener que estar pendiente de que haya puntos de recarga en el trayecto, a mí, en estos momentos, me frena un poco para enfrentarme a un viaje largo. Yo tengo un Abarth 500 eléctrico que lo utilizo diariamente en la ciudad y hago mensualmente más kilómetros que con el de combustión. Pero como coche único creo que hace falta que haya una red de puntos de recarga mucho más tupida, para sentirme más tranquilo en viajes largos. Saber que puedo enchufar el coche. Porque a mí lo de esperar 20 minutos con un cargador rápido no me importa. Lo importante es tener la certeza de que puedo parar y enchufar el coche. Esto, a día de hoy en España y en muchas partes de Europa, aún no está resuelto. Pero en ciudad, con trayectos mucho más cortos, el coche eléctrico es perfecto como solución a la movilidad urbana. Para que sea la respuesta definitiva a las necesidades de movilidad de la gente, falta aún que haya una buena red de cargadores.

-Los precios de los coches eléctricos, hoy por hoy, son elevados, con una media que supera ampliamente los 30.000 euros ¿Esta nueva tecnología puede acabar con la democratización de la movilidad conquistada en el último medio siglo?

-Los precios de los coches eléctricos es cierto que son elevados, pero por lo que oigo a los fabricantes, esto se corregirá en cuanto aumente la demanda y se fabriquen más eléctricos. El precio tiene que bajar. Hay que tener en cuenta que una parte muy importante del coste de estos vehículos es la batería. El resto de la mecánica es mucho más sencilla que un coche de combustión. De hecho lleva menos componentes y tiene menos revisiones, por lo tanto el precio del mantenimiento es menor. La duda que aparece, y habrá que esperar a tener la respuesta, es qué pasará cuando haya que cambiar la batería pasados unos años. Pero de lo que estoy convencidísimo es que en cuanto aumente el volumen de producción de coches, y van a aumentar rápido, el precio va a bajar y se van a igualar al de un modelo de combustión.

El coche luce el logo del escorpión M. T.

-¿El reto de la transición hacia una movilidad limpia es solo responsabilidad de los fabricantes?

-Las administraciones tienen mucho que hacer. Ellos son los que han impuesto la normativa bajo amenaza de multas muy sustanciosas si los fabricantes no cumplían con la reducción de emisiones. La industria se ha adaptado a una gran velocidad, con un coste elevadísimo para ellos, porque es muy complicado cambiar las líneas de producción y fábricas para estos nuevos modelos. Lo han hecho incluso perdiendo dinero en la venta de los modelos eléctricos respecto al coste de producción. Lo que sí es cierto es que la gente está teniendo en estos momentos muchas dudas sobre qué tecnología elegir, pero para eso hay muchas fórmulas. Hay modelos de financiación como el renting que permite disfrutar de un coche y esperar a ver cómo evoluciona todo en los próximos años.

-¿Cómo quitamos el miedo a quedarte tirado con un coche eléctrico por quedarte sin carga en la batería?

-Más puntos de recarga. No hay otra respuesta. No tengo muy claro quién tiene que impulsar esta infraestructura. Aquí intervienen las compañías eléctricas, las distintas administraciones que tienen que dar permisos. Por otro lado están las ayudas para la instalación de cargadores en las casas particulares. Pero lo básico es más puntos de recarga públicos, no tienen porqué estar solo en casa, de hecho nadie tiene una gasolinera en su casa, se acerca a algún sitio a repostar.

-¿A la hora de comprar un coche eléctrico qué es más importante la autonomía, el consumo o una buena red de puntos de recarga a la hora de garantizar un futuro claro para el coche eléctrico?

-Lo primero de todo sigue siendo la estética. Yo es lo primero que miro. Luego hay que mirar la autonomía y la conectividad del coche, que te permite hacer un Barcelona-Madrid y es el propio coche el que te va a marcar dónde tienes que parar a recargar. Los coches eléctricos son mucho más inteligentes, en gran medida porque tienen que dar respuesta a estas situaciones de recarga. Naturalmente, la autonomía es clave para saber hasta dónde puedes llegar y, como siempre, es importante la eficiencia del coche en cuanto a consumos a los 100 kilómetros. Hay otras prestaciones que antes se miraban mucho en los coches, como puede ser la velocidad o la aceleración, que ahora preocupan menos. Para un coche de ciudad, con 250 kilómetros de autonomía como tiene el Abarth 500e vas sobradísimo.

-¿Cómo describirías las sensaciones que transmite un Abarth a un piloto de élite?

-Lo primero que quiero decir es que la gente tiene la tendencia de comprar coches grandes y cuando pruebas uno pequeño como es el caso del Abarth te das cuenta de que tiene el tamaño perfecto. Yo vivo en Barcelona y me he dado cuenta de que un coche pequeño es comodísimo para moverte porque encuentras aparcamiento más fácil. Luego está la parte dinámica del Abarth que transmite fuerza. Para mí se asemeja un poco al estilo de conducción de mi época de karting. Otro detalle es el ruido. A pesar de ser eléctrico, el Abarth 500e incorpora un sonido grabado que es muy característico. No es como el de combustión, pero le da personalidad. Por otro lado, tiene un diseño que gusta, transmite sensaciones muy deportivas y tiene un tamaño perfecto para la ciudad. En los últimos años esta cuestión de las medidas de los coches se nos está yendo de las manos. En la Fórmula 1 se están haciendo coches más pequeños y en el día a día creo que debería ser igual. No necesitamos automóviles tan grandes, que en algunos casos son menos aerodinámicos. Cuando en la sociedad estamos hablando mucho de consumos y autonomía, estos coches tan grandes, son innecesarios.

-¿El Abarth es un mini-coche?

-No. Rotundamente, no. Es un coche, coche. Es muy seguro, muy estable, eso sí, de medidas reducidas. Al volante te das cuenta de que vas en un coche que transmite sensaciones muy deportivas

-Un piloto que ha brillado en pruebas de resistencia, ¿cómo lleva el tener que recargar cada 250 kilómetros?

-Es mejor no tener que parar. Pero en el día a día, como yo tengo cargador en casa, no tengo ningún problema. Si hago un viaje largo, como ir al Gran Premio de F1 de Mónaco, donde suelo ir en coche porque son 600 kilómetros, que es una distancia cómoda, significa que voy a hacer una parada, así que no hay ningún problema con un coche eléctrico.

-¿Cuántos coches tienes en el garaje?

-En la actualidad tengo tres. Pero el número ideal sería dos. Tengo el Abarth 500e eléctrico y uno más grande de combustión también del grupo Stellantis, que solo lo utilizo para viajes largos.

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