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A. Noguerol
Lunes, 30 de diciembre 2024, 11:14
Las tendencias de los consumidores están cambiando: cada vez más personas optan por los SUV y los crossovers, lo que ha llevado a descender en su porcentaje de ventas a los que hace no demasiados años eran los auténticos superventas, los coches compactos.
Hoy en ... día más de la mitad de los vehículos que se adquieren en nuestro país corresponden a la categoría de SUV, especialmente los te tamaño mediano y grande, que han sustituido por completo a los monovolumen, de los que prácticamente ya no hay oferta salvo contadas excepciones.
Podemos mencionar entre «los que resisten» a las tendencias de la moda el Citroën Berlingo y sus hermanos Peugeot Rifter o Fiat Dobló y Opel Combo, unos modelos derivados de comerciales para uso familiar con un diseño moderno y funcional. Ofrece una gran modularidad y un amplio espacio interior.
Volkswagen mantiene en su catálogo el Touran, un monovolumen de tamaño medio, con un diseño elegante y una calidad de construcción propia de la marca alemana. Ofrece un gran confort y una amplia gama de motores.
Ford conserva el Tourneo Connect, un modelo compacto con un diseño atractivo y un interior bien aprovechado. Destaca por su relación calidad-precio.
Y Mercedes-Benz mantiene el Clase B en el segmento premium, con un diseño deportivo y un interior lujoso. Ofrece una gran cantidad de tecnología y un alto nivel de confort.
Al mismo tiempo, las normativas medioambientales más estrictas y el avance de la electrificación han obligado a los fabricantes a centrarse en nuevos desarrollos, dejando de lado modelos tradicionales. Esto ha llevado a la desaparición de modelos emblemáticos que han marcado época.
El futuro es una incógnita, no solo por el proceso de electrificación y la posible implantación de combustibles neutros en la emisión de CO2, con los biocombustibles, combustibles sintéticos e incluso el hidrógeno, sino porque las nuevas tecnologías y sistemas de propulsión buscan igualmente una mayor eficiencia energética.
No nos debería extrañar, por lo tanto, que en los próximos años los vehículos mas pequeños se situasen entre las ofertas de las grandes marcas, y también entre las preferencias de los posibles compradores.
Pero durante este año que ahora termina algunas marcas han decidido poner fin a la vida comercial de algunos de sus modelos, muchos de ellos icónicos, pero que por diferentes circunstancias ya no tienen cabida en el mercado europeo y español. Estos son algunos de ellos.
El Ford Fiesta ha tenido una relación muy especial con España, especialmente con la fábrica de Almussafes en Valencia. Esta planta ha sido clave en la producción y éxito de este modelo a lo largo de su historia.
La fábrica de Almussafes, inaugurada en 1976, se convirtió rápidamente en uno de los centros de producción más importantes de Ford en Europa. Desde sus inicios, el Ford Fiesta se fabricó en esta planta valenciana, lo que generó miles de empleos y contribuyó significativamente al desarrollo industrial de la región.
El Ford Fiesta ha sido uno de los modelos más populares en Europa, conocido por su agilidad y eficiencia. Con motorizaciones como el 1.0 EcoBoost de 125 CV y la deportiva versión ST de 200 CV, se adaptaba a las necesidades de todo tipo de conductores.
La creciente demanda de SUVs urbanos y la estrategia de Ford de centrarse en vehículos electrificados resultaron en la desaparición del Fiesta, dejando un hueco en el segmento de los utilitarios accesibles.
El Audi TT fue presentado al mundo en 1995 como un concept car en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Su diseño, obra del reconocido diseñador de automóviles Walter de'Silva, causó sensación por sus líneas redondeadas, su techo bajo y su aspecto futurista.
La versión de producción del Audi TT llegó en 1998, manteniendo gran parte de la esencia del concept car. Su lanzamiento marcó un antes y un después en el segmento de los deportivos compactos, ofreciendo una combinación única de diseño, rendimiento y calidad.
Equipado con motores que iban desde un 2.0 TFSI de 197 CV hasta el potente 2.5 TFSI de 400 CV en la versión RS, el TT ofrecía una experiencia de conducción emocionante.
La decisión de Audi de centrarse en modelos eléctricos y SUVs llevó al fin de la producción del TT, destacando la transición de la marca hacia un futuro electrificado.
Las raíces del Kia Stinger se remontan al año 2011, cuando Kia presentó el GT Concept, un prototipo que adelantaba las líneas de lo que sería este deportivo de gran turismo. Este concept car causó sensación por su diseño elegante, deportivo y sus proporciones que recordaban a los grandes coupés de lujo.
El Kia Stinger sorprendió con su propuesta de berlina deportiva de cinco puertas. Equipado con motores como un V6 biturbo de 3.3 litros y 366 CV, combinaba rendimiento y lujo a un precio competitivo.
Sin embargo, las bajas ventas y el cambio de Kia hacia una gama más electrificada llevaron a su discontinuación, marcando el fin de un modelo que buscó redefinir el posicionamiento de la marca.
Fue en el año 2011 cuando Jaguar presentó el concept car C-X16, un prototipo que adelanta las líneas y la filosofía del futuro F-Type. Este concept car causó sensación por su diseño elegante y deportivo, con un enfoque en la ligereza y el rendimiento. El F-Type se inspira en el mítico E-Type, pero con un enfoque moderno y tecnológico.
El Jaguar F-Type ha sido un referente entre los deportivos de lujo, disponible en versiones coupé y convertible. Sus motorizaciones oscilaban entre un 2.0 litros de 300 CV y un potente V8 de 575 CV. Con su diseño elegante y prestaciones destacadas, se convirtió en un digno sucesor del legendario E-Type.
El cese de su producción está relacionado con el objetivo de Jaguar de electrificar completamente su gama para 2025, marcando el fin de una era para la marca británica. Su última edición celebró los 75 años de deportivos Jaguar de combustión, cerrando un capítulo histórico.
El Jaguar F-Type ha sido un modelo icónico que ha representado la esencia de la deportividad y el lujo británico. A pesar de su desaparición, su legado perdurará en la historia de la marca y en la memoria de los amantes de los automóviles deportivos.
Los Ford S-Max y Galaxy son dos monovolúmenes que han sido muy populares en Europa, especialmente entre las familias numerosas o aquellas que buscan un vehículo espacioso y versátil. Con motores como el 2.0 EcoBlue de 190 CV, eran opciones prácticas para el día a día.
El S-Max tiene un diseño más deportivo y dinámico, con una línea de techo más baja y una estética más agresiva. El Galaxy presenta un diseño más tradicional y familiar, con una línea de techo más alta y un aspecto más robusto.
Ambos modelos ofrecen una gran versatilidad gracias a sus asientos modulables, que permiten adaptar el interior a diferentes necesidades. Los asientos traseros se pueden plegar por partes o completamente, creando un espacio de carga prácticamente plano.
La disminución de la demanda de monovolúmenes en favor de los SUVs ha llevado a Ford a discontinuar estos modelos, reflejando un cambio en las preferencias del mercado.
El Zoe fue uno de los primeros coches eléctricos en popularizarse a gran escala. Sin embargo, la marca francesa tiene grandes planes para el futuro de la movilidad eléctrica y el Zoe dará paso a nuevos modelos, como el esperado Renault 5 eléctrico, ganador del Premio ABC al Mejor Coche del Año 2025.
El Zoe tiene un motor eléctrico que proporciona una aceleración suave y silenciosa. La ausencia de vibraciones y ruidos mecánicos es una de las grandes ventajas de los vehículos eléctricos.
El Audi R8 es un superdeportivo que ha dejado una huella imborrable en la industria automotriz. Su diseño, rendimiento y tecnología lo han convertido en un referente en su categoría.
Las raíces del Audi R8 se remontan al prototipo Le Mans quattro, presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra en 2003. Este concept car, con su diseño audaz y su motor central, adelantaba las líneas de lo que sería el futuro R8.
Representó la cima de la ingeniería de Audi. Equipado con un motor V10 atmosférico que en sus últimas versiones alcanzaba los 620 CV, ofrecía una experiencia cercana a la de un coche de carreras. Este modelo nació del deseo de Audi de competir directamente con Porsche, una marca también bajo el paraguas del Grupo Volkswagen y considerada una referencia en el segmento de los deportivos.
La familia Piech, uno de los mayores accionistas del grupo, impulsó esta iniciativa para diversificar la oferta de Audi y elevar su posición en el mercado de coches de alto rendimiento.
Las estrictas normativas medioambientales y el enfoque de Audi hacia la movilidad eléctrica llevaron al final de este modelo, cerrando un capítulo glorioso en la historia de los superdeportivos de la marca.
A esta lista de vehículos que han desaparecido en 2024 también podríamos sumar modelos como el Chevrolet Camaro: Un clásico americano de los muscle cars. El Chrysler 300: Una berlina de lujo con un diseño imponente. Y dos modelos de la marca americana Dorge: el Challenger, un clásico americano de los muscle cars, y el Charger un icónico muscle car estadounidense con una larga y rica historia.
Las razones detrás de la desaparición de estos modelos son entre otras las cada vez más estrictas normativas de emisiones hacen que sea cada vez más difícil y costoso desarrollar y producir motores de gran cilindrada y alta potencia.
Además los consumidores están cada vez más interesados en vehículos eléctricos y híbridos, lo que ha reducido la demanda de modelos deportivos y de gran cilindrada. Y finalmente, los fabricantes están centrando sus esfuerzos en el desarrollo de vehículos eléctricos y SUV, lo que ha dejado menos recursos para modelos deportivos y de nicho.
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