Vuelven los motores térmicos a la Citroën Berlingo

Clave a la hora de hacerse con este liderazgo es unificar las marcas en una única división de negocio, de esta maneras pueden computar las seis –Peugeot, Citroën, Fiat, Ram, Opel y Vauxhall– como una, así como encontrar sinergias entre ellas, algo que el consejero delegado del grupo, Carlos Tavares, siempre busca.

Stellantis Pro One, como se llama el área de negocio, divide sus furgonetas en Europa en tres categorías: pequeñas, medianas y grandes. Estas, a mayor tamaño se vuelven más personalizables para las necesidades de los clientes. Todas cuentan con un motor eléctrico.

La planta gallega de Vigo es la que produce lo que internamente se conoce como la serie K9, las furgonetas pequeñas: Opel Combo, Fiat Doblò, Peugeot Partner y Citroën Berlingo son, esencialmente, el mismo vehículo. La Toyota Proace lo es también, como consecuencia de un acuerdo de cooperación entre los fabricantes.

La familia K9 fue introducida en 2018, cuando uno de los grupos matrices de Stellantis, PSA, tenía la hegemonía de los derivados de turismo en España. Sin embargo, la estrategia de electrificación hizo que decidieran eliminar las versiones diésel de las versiones de pasajeros, algo que hizo que se resintiera su cuota de mercado ante competidores como Renault, Volkswagen o Ford, que siguieron vendiendo alternativas térmicas.

Ahora, dado que «el mercado no está llevando a cabo el paso a las cero emisiones tan rápido como imaginábamos», en palabras del director comercial de Stellantis Pro One, Xavier Peugeot, han decidido reintroducir el gasóleo en su gama.

Las diferencias entre las furgonetas de Stellantis son a nivel estético y de algunos acabados. Por ejemplo, Citroën equipa asientos más cómodos que el de sus primas. Sin embargo, a nivel mecánico y de asistencia a la conducción, son idénticas.

Las versiones eléctricas llegan con un motor de 100 kW (136 CV) con baterías de litio-ferrofosfato, que les dotan de una autonomía de 320 kilómetros. Para alcanzar distancias más largas, haría falta que las K9 se construyeran sobre una plataforma especializada para eléctricos, como la STLA Medium, pero esto no ocurrirá hasta dentro de varios años.

El motor diésel es un BlueHDI de 1.5 litros de cubicajes, capaz de desarrollar 100 o 130 caballos, y puede optarse por una caja de cambios manual o la automática EAT8 del consorcio.

La principal novedad para esta actualización es la llegada de 18 asistencias a la conducción y una tercera banqueta para la cabina. Uno de los elementos más útiles es el del retrovisor para el punto ciego en la derecha de los furgones, especialmente práctico en la versión larga.