Juan Roig Valor
Domingo, 12 de mayo 2024, 12:00
Jean-Philippe Imparato, el presidente de Stellantis Pro One, la división de vehículos comerciales del consorcio franco-italo-americano, tiene claro que el impacto de las restricciones de CO2 para vehículos comerciales «va a tener efectos colaterales enormes, algunos de nuestros competidores no podrán ... soportar las consecuencias».
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Pro One, que aglutina las marcas Peugeot, Citroën, Opel, Ram y Fiat -y Vauxhall en Reino Unido- es el área de negocio responsable de un tercio de la facturación del grupo, y ocupa la primera posición en tres de las cinco grandes regiones del mundo en las que opera la compañía.
«Es normal que quedásemos primeros en Europa y en Sudamérica», afirmó Imparato en un encuentro de prensa en el que participó ABC. «Pero ganarle a Toyota en Oriente Medio es un hito y tenemos un entorno muy competitivo en Norteamérica y en India y Asia».
«Nuestras marcas tienen grandes ventajas para estar bien posicionados: hacemos modelos eléctricos y térmicos en las mismas líneas; estos tienen un 90% de intercambiabilidad de partes; contamos con 20.000 puntos de venta; tenemos una financiera de marca poderosa (Stellantis Financial Services), todas nuestras furgonetas están conectadas, así que podemos ofrecer servicios de suscripción…», señaló el directivo.
Por ello, considera que tiene la fortaleza necesaria para enfrentarse a los cambios normativos que puedan venir desde la Comisión Europea, «sin tener que hacer descuentos estúpidos para hacer volumen».
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Las líneas maestras que se ha fijado Imparato para sus mercados en Europa es que tienen que hacerse con un 40% de la cuota del mercado eléctrico en vehículos comerciales. «No me importa si se venden 1.000 coches o un millón, quiero ese 40% y quiero que esta media sea mayor que la media que tienen las furgonetas térmicas», sentenció.
Solo así considera que estará posicionado para afrontar las directrices de emisiones europeas. «Existen rumores de que con las elecciones europeas todo va a cambiar, pero de momento todo sigue igual. Nosotros estamos obsesionados con las cifras de electrificación y por eso estamos llevando a cabo las estrategias como compañía», aseveró. «El fabricante que no cuente con un mix eléctrico del 20% en 2025 estará muerto».
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Pero para ello, lo único que solicita a los políticos es estabilidad. «No podemos tener un plan empresarial, que suelen durar entre 5 y 10 años, si cada legislatura nos lo van a cambiar». En este aspecto, una fortaleza de los vehículos comerciales es que tienen ciclos de desarrollo más largos que los turismos.
«Puedo aguantar 10 años con la plataforma actual que tengo en la fábrica de Vigo para la Citroën Berlingo y Peugeot Partner», afirmó el directivo. «Esto, además, es positivo porque implica no cambiar la planta para adaptarla a nuevos modelos».
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Con respecto a Vigo, solo tuvo palabras dulces: «Vigo es muy eficiente y se considera el estándar de producción global para Stellantis, no solo en lo que respecta a vehículos comerciales. De allí salen 150.000 furgonetas eléctricas al año, un 80% de nuestra oferta en ese segmento».
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