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t. nieva
Jueves, 29 de septiembre 2022, 11:56
La represión que sufren desde hace dos semanas las mujeres iraníes se ha trasladado este jueves a Afganistán. Soldados talibanes han dispersado con tiros al aire una concentración de mujeres que se manifestaba frente a la embajada iraní en Kabul en solidaridad con ... las iraníes, con quienes dicen compartir la misma lucha.
Unas 25 afganas protestaban frente a la delegación al grito de «Mujer, vida, libertad» y portaban pancartas con lemas como 'Irán se ha levantado, ahora es nuestro turno' o 'De Kabul a Irán, di no a la dictadura'.
Apenas han estado quince minutos hasta que los talibanes han acudido a dispersar la concentración. Según han constatado reporteros de la agencia AFP presentes en el lugar, los militares han destrozado los carteles que sujetaban las manifestantes que, no obstante, se agachaban a recoger los pedazos para hacer bolas de papel que arrojaban contra los talibanes. Los militares también han intentado golpear con palos a las protestantes.
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Mikel Ayestaran
Irán se ha visto sacudido desde hace dos semanas por masivas protestas después de que la Policía moral de la República matase a Mahsa Amini. La joven, de 22 años, había sido detenida por llevar mal puesto el velo -las mujeres deben levar el cabello totalmente cubierto en público- y encontró la muerte en las dependencias policiales.
Desde entonces, miles de ciudadanos iraníes, con especial protagonismo de las mujeres, han tomado las calles para desafiar al régimen y protestar por la imposición religiosa. Hasta el momento, cerca de 80 personas han perdido la vida pro la represión del régimen chií, que dirige el clérigo Ali Jamenei, líder supremo de la República Islámica. Diversas personalidades, como los miembros de la selección nacional de fútbol, se han solidarizado con las mujeres.
Desde el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021 se han producido varias manifestaciones esporádicas de mujeres en la capital y en otras ciudades del país, pese a estar prohibidas, ya sea por la pérdida de su trabajo o para reclamar el derecho a trabajar. Algunas de ellas fueron reprimidas con fuerza, y las activistas que habían instado a manifestarse fueron detenidas por los talibanes.
Tras 20 años de guerra y la retirada del ejército estadounidense de Afganistán, los nuevos dirigentes del país impusieron reglas muy estrictas para las mujeres, sobre todo en la vida pública, y les ordenaron llevar un velo integral en público, de preferencia el burka.
También decretaron la separación de hombres y mujeres en los parques públicos de Kabul y cerraron las escuelas secundarias para las chicas en la mayoría de las provincias. El temido ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio reemplazó al de los Asuntos de la Mujer.
El martes, un informe de la ONU denunció estas «restricciones severas» impuestas a los derechos de la mujer, especialmente en lo que concierne a la educación secundaria, y pidió a los talibanes revocar «inmediatamente» esta medida.
La suspensión de estas restricciones es una condición esencial para que se reconozca oficialmente al gobierno talibán, reitera la comunidad internacional. Hasta ahora, ningún país lo ha hecho.
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