La guerrilla kurda PKK anuncia su disolución

La paz entre la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y Turquía está un paso más cerca. Un paso muy importante. Porque su fundador y líder histórico, Abdullah Ocalan, ha anunciado hoy la disolución del movimiento armado desde la cárcel en la que está preso. Lo ha hecho a través de un grupo de diputados kurdos, que han leído su comunicado después de haberlo visitado en prisión. «Todos los grupos deben deponer las armas, y el PKK debe disolverse», ha ordenado Ocalan.

Si la decisión se materializa, concluirá el conflicto que ha enfrentado a Turquía con este grupo marxista-leninista creado en 1978 en el sureste del país. La lucha armada arrancó en 1984 con la intención de lograr la creación de un estado kurdo, un objetivo que fue perdiendo ambición para acabar exigiendo mayor autonomía y el respeto a la nación kurda, que también habita otros países de la región. De hecho, las hostilidades se centraban ahora en Irak.

El PKK, que está considerado una organización terrorista tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea, ha llevado a cabo numerosos atentados en sus cuatro décadas de lucha, en las que se estima que han muerto alrededor de 40.000 personas. Ocalan lideró la insurgencia desde el exilio y fue detenido por fuerzas especiales turcas en Kenia en 1998. Un tribunal lo condenó a muerte al año siguiente, aunque su sentencia fue conmutada por cadena perpetua después de que el país aboliese la pena capital en 2002. Desde entonces, ha permanecido encerrado en una cárcel situada en una isla cercana a Estambul. Allí le han hecho hoy la imagen en la que decreta el fin de la lucha armada.