Merkel condena la «bárbara guerra ofensiva» de Rusia contra Ucrania

La invasión masiva de tropas rusas de territorio ucraniano supone una «flagrante violación» del derecho internacional, la mayor en la historia de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, afirmó la política conservadora. Merkel expresó su respaldo expreso a los esfuerzos del gobierno federal, Estados Unidos, la OTAN, el G7 y las Naciones Unidas para «plantar cara a esta bárbara guerra ofensiva de Rusia». Nadie puede valorar seriamente las amplias consecuencias de este conflicto bélico, comentó la veterana estadista, quien advirtió de que serán en todo caso apreciables, sobre todo para las ucranianas y ucranianos.

Igualmente condenó las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y destacó que «Bucha representa ese horror», en referencia a la localidad a las afueras de Kiev donde fue masacrada una parte de su población por tropas rusas antes de retirarse. «En esta infinita tristeza», el gran apoyo para la población ucraniana por parte de muchos de sus vecinos, como Polonia y Moldavia, supone un gran rayo de esperanza, subrayó Angela Merkel, que el pasado diciembre se retiró de la política activa un tras más de 16 años al frente del ejecutivo en Berlín y aseguró que, desde entonces, ha evitado hacer comentarios o valoraciones políticas «desde el borde del campo».

«Nunca debemos dar por obvias la paz y la libertad», advirtió la excanciller, quien destacó que en la actual situación es vital que la Unión Europea se muestre cohesionada e hizo un llamamiento a la ciudadanía alemana para que haga su aportación a la unidad de Europa. La intervención de Merkel tuvo lugar ante 200 invitados en el acto de despedida del presidente saliente de la DGB, Reiner Hoffmann. Durante sus más de tres lustros de gobierno, la política cristianodemócrata fue una de los dirigentes mundiales que más estrechos contactos mantuvo con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, al que, sin embargo, no citó ni una sola vez en su discurso. Tampoco hizo referencia a las críticas contra su persona por su postura conciliadora ante Moscú durante su largo mandato.