Secciones
Servicios
Destacamos
mikel ayestarán
Lunes, 17 de octubre 2022, 07:41
La capital de Ucrania está en alerta por el alto riesgo de nuevos ataques de drones kamikaze. El terror despertó este lunes a los vecinos de Kiev con cuatro fuertes explosiones ocasionadas por aviones no tripulados enviados por Rusia que impactaron en el corazón de ... la urbe, a solo unos metros de la estación de tren. El objetivo era la planta de Ukroenergo, el operador de la red eléctrica, pero uno de los aparatos impactó de lleno en un vecino bloque de viviendas y al menos cuatro personas perdieron la vida, entre ellas una mujer embarazada, según reveló el alcalde, Vitali Klitschko. El exboxeador se acercó al edificio afectado para seguir en directo el trabajo de los equipos de rescate.
Los rusos lanzaron veintiocho drones contra Kiev, detalló el Ministerio de Defensa, pero la mayoría fueron derribados por las baterías antiaéreas, que poco a poco van incorporando los últimos sistemas llegados de países como Reino Unido, Alemania o España. Esa oleada de aviones no tripulados se produjo una semana después del ataque a nivel nacional con misiles, una operación en la que también intentaron alcanzar sin éxito esta planta eléctrica situada en pleno centro de la ciudad.
🇺🇦#AHORA - 8:32 am - Decenas de drones kamikaze sobre kiev, 7 dieron en el blanco y el resto fueron derribados por las defensas aéreas Ucranianas. Se espera un tercero Ola.pic.twitter.com/vrXgeHfAK2
DATOWORLD (@Datoworld) October 17, 2022
ТРУХА⚡️English (@TpyxaNews) October 17, 2022
«Primero hemos escuchado el zumbido y luego ha llegado la explosión. En estos meses hemos detectado todo tipo de cosas, cohetes, misiles… Pero es la primera vez que nos ha llegado limpiamente el sonido del motor del dron», cuenta Anhelina, que vive solo a dos portales del bloque arrasado. Tiene los ojos rojos y está congelada. Lleva desde las seis y veinte de la mañana en la calle, siguiendo el trabajo de los equipos de rescate. «La explosión ha sido importante, pero se ha notado menos que la de hace una semana. Esto da miedo y provoca rabia, ¿por qué tenemos que sufrir esto? Yo no quiero irme de Kiev. Amo esta ciudad y he aguantado estos siete meses. No me echarán con drones», afirma Anhelina con rabia. Es la sensación compartida por el resto de vecinos de una parte de Kiev que está en el punto de mira del enemigo.
Ese zumbido del que habla Anhelina es el que se ha escuchado antes en otras ciudades del país, donde Moscú ha recurrido a este aparato que se ha ganado el apodo de 'motocicleta' por parte de los ucranianos.
Noticia Relacionada
«El terror debe perder y perderá, y Ucrania prevalecerá. Y llevará ante la Justicia a todos los terroristas rusos, desde comandantes hasta soldados rasos que llevaron a cabo órdenes criminales», declaró el presidente, Volodímir Zelenski, tras las explosiones de la mañana. A estas palabras siguieron las del ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, quien envió un mensaje desde su búnker oficina a la Unión Europea para pedir «más defensa aérea y suministro de munición, sanciones a Irán por proporcionar drones a Rusia y un noveno paquete de castigos contra Rusia, aún más fuerte que los anteriores».
La segunda petición política del día la hizo Mykhailo Podoliak, asesor de Zelenski, quien urgió a expulsar a Rusia del G20 porque «aquellos que dan órdenes de atacar infraestructura crítica para asustar a los civiles y que organizan una movilización total para cubrir la línea del frente con cadáveres no pueden sentarse en la misma mesa con los líderes del G20».
Los Shahed-136 o Geran 2, como los han renombrado en Rusia, son el último modelo llegado a una guerra en la que ambas partes recurren a drones para detectar posiciones enemigas, lanzar misiles y disparar directamente la artillería. La relevancia que esta arma kamikaze adquiere ahora para Rusia, la tuvo en los primeros meses para Ucrania, que empleó los Bayraktar TB2 turcos para frenar a los tanques enemigos en su avance hacia Kiev.
Irán comenzó a producir el modelo Shahed-136 hace tan solo un año y el primer campo de pruebas fue Yemen, donde los emplearon los rebeldes hutíes contra posiciones saudíes.
Son pequeños (3,5 metros de largo y una envergadura de 2,5 metros), pesan 200 kilogramos, pueden llevar una carga de hasta 50 kilogramos de explosivo y, según declaraciones del experto militar Justin Crump a la cadena BBC, «vuelan bajo y puedes enviarlos en oleadas. Estos enjambres de drones son mucho más difíciles de contrarrestar con defensas aéreas».
Han entrado en escena para quedarse porque, según el presidente Zelenski, Rusia habría comprado 2.400 unidades a la república islámica, aunque desde Teherán lo niegan una y otra vez.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.