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RAFAEL M. MAÑUECO
CORRESPONSAL. MOSCÚ
Miércoles, 27 de julio 2022, 13:37
El estratégico puente Antónovski sobre el río Dniéper, situado en las afueras de la ciudad de Jersón, ocupada al igual que toda la región del mismo nombre por el Ejército ruso, ha tenido que ser cerrado al tráfico después de que, durante la noche del ... martes, fuera bombardeado por las tropas ucranianas en el marco de una contraofensiva dirigida a recuperar toda la región.
Así lo ha reconocido este miércoles el jefe adjunto de la administración de ocupación rusa de la región de Jersón, Kirill Stremoúsov. El ataque fue llevado a cabo por cohetes disparados por lanzaderas múltiples HIMARS, suministradas a Ucrania por Estados Unidos dentro de la ayuda militar para reforzar la defensa del país. La línea de ferrocarril en otro puente cercano también sufrió daños.
En declaraciones a los medios rusos, Stremoúsov ha señalado que «fueron disparados más de 10 misiles contra el puente Antónovski (...) hemos comenzado ya los trabajos de reparación». Las imágenes difundidas por los medios de comunicación muestran que la calzada del puente está parcialmente destruida, pero los pilares de la infraestructura se mantienen al parecer intactos.
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Este puente, actualmente bajo el control de las fuerzas rusas, es uno de los cruces clave del Dniéper. Sobre todo para el abastecimiento al grupo de tropas rusas en la margen derecha del río, ya que es el único que conecta la ciudad con la otra orilla y con el resto de la región de Jersón. El bombardeo ucraniano deja así a las fuerzas rusas aisladas del grueso y sin capacidad operativa para intentar avanzar hacia el oeste, hacia Mykolaiv y Odessa.
La inteligencia británica informa en su parte diario que es probable que el control de los puentes del Dniéper sea un factor importante en el resultado de los combates en la región de Jersón, cuya capital se encuentra a pocos kilómetros del frente en donde el Ejército ucraniano combate para arrebatar la zona a las tropas de Moscú. La región de Jersón fue ocupada rápidamente por Rusia en los primeros días de la guerra empleando las tropas desplegadas en Crimea.
«Los ocupantes deberán aprender a nadar para atravesar el Dniéper o salir de Jersón mientras todavía puedan hacerlo. No habrá un tercer aviso», ha escrito en Twitter Mijailo Podoliak, consejero de la Presidencia ucraniana. A principios de mes, la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshuk hizo un llamamiento a los residentes de los territorios ocupados por Rusia en las regiones de Jersón y Zaporiyia para que abandonen la zona lo antes posible. Dijo que la evacuación «es necesaria a fin de que las Fuerzas Armadas de Ucrania no pongan en peligro a la población civil durante la contraofensiva».
Sergiy Jlan, uno de los asistentes de la Administración ucraniana de Jersón, aseguró hace unos días que el plan consiste «en liberar la región completamente hacia septiembre». En las últimas semanas, el Ejército ucraniano, con la ayuda de las armas enviadas por Occidente, ha ido recuperando terreno paulatinamente en la región. El pasado sábado, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que sus tropas «están avanzado paso a paso en Jersón».
Con el empleo de lanzaderas HIMARS, según el Estado Mayor de las tropas ucranianas, en las últimas semanas se ha venido llevando a cabo «toda una serie de ataques en la retaguardia del Ejército ruso». Según estimaciones del Pentágono estadounidense, Ucrania ha destruido más de 100 objetivos rusos de «alta relevancia» en territorios ucranianos ocupados por unidades rusas.
Kiev lleva semanas denunciando que, si las fuerzas ucranianas no lo impiden, Rusia se anexionará los territorios ocupados celebrando consultas amañadas. Uno de los portavoces del Ministerio del Interior ucraniano, Vadim Skibitski, declaró la semana pasada que Rusia «está sentando las bases para decidir el futuro y el estatus de los territorios ocupados en el sur». Deploró además el hecho de que se estén repartiendo pasaportes rusos entre los habitantes de Jersón y Zaporiyia.
La Marina ucraniana ha anunciado este miércoles que los tres puertos designados para la exportación de cereales (Odessa, Chernomorsk y Pivdenni), según el acuerdo alcanzado el pasado viernes en Estambul con la participación de Turquía, Rusia, Ucrania y la ONU, han reanudado su actividad y están ya listos para cargar los barcos de grano. Lo pactado prevé también el funcionamiento de un «centro de coordinación» en Turquía, que ya ha sido inaugurado. Con anterioridad, las autoridades ucranianas anunciaron que está previsto que esta misma semana empiece a salir grano de los puertos ucranianos, bloqueados hasta ahora a causa de la guerra.
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