Persisten las dudas sobre la legalidad del referéndum de Escocia

Durante dos días, la máxima corte británica ha oído los argumentos de las partes. Para Bain, es una cuestión de la máxima relevancia que el tribunal aclare un «asunto enconado» en el debate político de Escocia. La cuestión es si la ley que creó la autonomía-que divide las competencias entre las devueltas a Edimburgo y las reservadas por el Parlamento de Londres- permite que Sturgeon presente ese proyecto de ley.

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En el capítulo de competencias reservadas se incluye un capítulo -La Constitución- y en uno de los apartados se especifica que, entre las cuestiones constitucionales, se reserva «la unidad de los reinos de Escocia e Inglaterra». Bain sugiere que el proyecto de ley no lleva automáticamente a un referéndum, que en realidad solo sirve para el propósito de consultar a la población.

El abogado James Eady, veterano de la representación del Gobierno de Londres ante el Supremo, alega que el tribunal no debe aceptar la petición de Bain de que aclare el asunto, porque solo puede tomar decisiones sobre leyes ya aprobadas. El propósito del Gobierno escocés es la independencia y, según él, el argumento de Bain es incoherente. El tribunal anunciará su decisión «en unos meses».